¿Qué le pasó a Guarara? [Parte 6]

Day 1,962, 13:30 Published in Paraguay Paraguay by Guarara



¿Qué le pasó a Guarara? Parte 1
¿Qué le pasó a Guarara? Parte 2
¿Qué le pasó a Guarara? Parte 3
¿Qué le pasó a Guarara? Parte 4
¿Qué le pasó a Guarara? Parte 5

En el último capítulo Guarara y el Escuadrón Panificado fueron atacados y solo 3 lograron escapar con vida, luego siguieron su camino guiados por el Sargento Galleta.


Parte 6
Abuelita Ancestral
Por precaución transitaban por caminos alternativos y descampados, mientras avanzaban Guarara reconoció la zona, fue uno de los últimos lugares donde estuvo antes de su viaje a Indonesia: La casa rural de la Abuela Pitu.

Al detenerse, Guarara bajó y sin decir palabra salió corriendo a tocar la puerta “Pituffinaaaaaa, abrime la puerta! Guarara soy!”. Un instante después la abuelita abrió la puerta, saludó a Guarara y con una mirada que transmitía alegría mezclada con preocupación le dijo “No está más acá...”. Ni Galleta ni Chelowski entendieron la situación, ellos nunca antes estuvieron en ese lugar.


Guarara había contactado con Pitu antes de su viaje para que cuidara de su hija Guarani, el tiempo que él estuviera ausente. Guarani estuvo con ella un tiempo, pero era tan malcriada y tan fastidiosa que su cuidadora se vio obligada a mandarla a la Escuelita Militar Paraguaya.

En ese momento Guarara sintió una gran desesperación, el edificio de la EMP estaba ubicada en la capital, que ahora estaba controlada por el ejército enemigo. No podía concebir la idea de su hija siendo tomada prisionera, lastimada o algo aún peor. Y en gran parte era su culpa por abandonarla.

En ese momento Galleta interrumpe pidiendo disculpas, pero expresando que tenían otra prioridad en ese lugar. Explicó que la nota de Pirevai le daba instrucciones para llegar a la casa de la abuelita, donde una mujer llamada Pitu le develaría un secreto que podía cambiar el curso de la guerra.


Pitu desconfío un momento, pero luego de examinar la nota y principalmente la llave, comprobó que realmente fueron enviados por su primo esteño. Entonces llamó a uno de sus ayudantes, un joven inmigrante de la India llamado Ssakay, para que les mostrara el camino que llevaba al lugar donde se ocultaba el secreto de Pirevai.


Tape Po’i
Siguieron un caminito entre malezas y árboles, hasta llegar a lo que parecía una torre abandonada. Adentro había una compuerta en el piso con una escalera de madera, Ssakay encendió una linterna y bajaron a un sótano.


Habían muebles rotos y viejos, leña y varios otros cachivaches, se acercaron hasta uno de los muros donde estaba un gran marco y una puerta bastante grande de metal. En el centro de la puerta estaba la cerradura envuelta en un ornamento de leones dorados. La llave que les había entregado Pirevai tenía de adorno una cabeza león del mismo estilo.

El Sargento sacó la llave y al meterla a la cerradura la gran puerta cedió, dando paso a un túnel oscuro. Guiados por la única fuente de luz, proveniente de la linterna de Ssakay, caminaron un largo rato por el pasaje, dando vueltas y yendo cada vez más abajo.


Llegaron al final donde el camino terminaba un muro con un pequeño pasadizo que dejaba entrever destellos de luces. Uno a uno fueron pasando por el hueco e iban quedando asombrados por lo que veían.


Multiuso
Del estrecho y oscuro túnel, pasaron a una bóveda gigante, con interminables pasillos iluminados por luces azuladas y un techo transparente que dejaba ver el agua verde de lago sobre ellos. Por los pasillos estaban distribuidos filas y filas de cápsulas criogénicas, eran miles!

Las muchas historias que escucharon antes sobre esto, creyeron que se trataban solamente de leyendas urbanas. Pero la Gran Cámara Multicultural de Pirevai era real, ellos la estaban viendo.


Dentro de la infinidad de cápsulas estaban los multiclones, chicos y grandes, esperando a ser removidos de su letargo una vez más. Esta vez no solo para luchar por los intereses de un sector, o para influenciar con sus votos fantasmas alguna que otra elección política. Pirevai delegó el mando de su famosa granja de soldados como ayuda en la futura rebelión para liberar el Paraguay de sus invasores.

Mientras todos seguían observando con curiosidad Ssakay les interrumpió para explicarles que en el centro de la cámara se encontraba el artefacto capaz de reactivar los clones pero que estaba protegido por un feroz guardián.

Con cuidado los cuatro se dirigieron al lugar, entre todas las luces azuladas, en el centro de la bóveda resaltaba una potente luz blanca que iluminaba toda el área bajo ella, y hacía notar una enorme silueta humana sentada en un sillón.


Ashley
La intensa luz dificultaba la visión del grupo, pero vieron como la figura se levantó de un salto y les gritó con una voz profunda “Quietos, basuritas!”.

Todos se quedaron inmóviles mientras el guardián les soltaba un discurso: “Ustedes, seres inferiores, no deben estar molestando a su gran dios. Por intentar violar mi guardia ahora sufrirán las consecuencias.”, mientras encendía la motosierra que tenía en vez de la mano derecha y tomaba una escopeta con la otra mano.


Mientras el guardián hablaba, en voz baja Ssakay explicó al grupo que el custodio de la cámara se llamaba Ashley Mikhail y aunque tenía algunos poderes sobrehumanos, no era realmente un dios como él presumía. No podrían vencerlo de forma convencional, los ataques físicos no lo dañaban, el gran Mikhail tenía un solo punto débil: Su ego. Y es ahí donde deberían apuntar sus ataques.

En ese momento, Mikhail grita: “Trituraré sus cuerpos y haré cucharas con sus huesos!!” y dispara su escopeta. El grupo se dispersó intentando esquivar el tiro. Mikhail apunta y vuelve a disparar, esta vez acertando en el brazo a Chelowski, quien quedó tambaleando a consecuencia del impacto y del dolor. Buscando aprovechar su ventaja, el guardián se lanza hacia Chelowski para terminar su vida con la sierra.


Alti-baja Autoestima
“La tenés como un maní” gritó Ssakay al ver el inminente ataque. Todos se quedaron asombrados al ver como Mikhail se detenía por completo y miraba sus partes bajas. Un vapor extraño lo rodeó y su cuerpo entero reducía su tamaño. En ese momento todos entendieron lo que Ssakay les había explicado antes y comenzaron también a atacar el ego del guardián.

“Sos enorme pero seguís siendo un PT!” gritó Galleta.
“No es cierto, adoradme que soy mejor que ustedes.” Aumentó el vapor y esta vez la reducción de tamaño dejó a Mikhail con una estatura casi normal.


“No sabes nada de economía y no tenés poder sin los multiclones”, dijo Guarara.
“Pero, pero.. especular en el MM no lo hace cualquiera” Más vapor y Mikhail quedó tan débil que su sierra se soltó.

“Y encima sos feo” soltó Chelowski como una estocada mortal que dejó a Mikhail del tamaño de un ratón después de una explosión de vapor que lo dejó exhausto y tendido en el suelo.

Con el guardián derrotado, fueron hasta el sillón donde estaban los controles del sistema central y Ssakay inició el proceso de reactivación de los multiclones. El proceso tomaría algunos días para completarse, por lo que el Sargento ordenó a Chelowski que vuelva a CDE para tratarse la herida del brazo e informe de la situación al general Mita’i.


Guarara seguiría su camino a la capital para buscar a su hija en la EMP y Galleta se quedaría para custodiar la Gran Cámara y preparar al ejército de clones para la batalla.


Continuará...


guaragato