¿Qué le pasó a Guarara? [Parte 2]

Day 1,929, 17:01 Published in Paraguay Paraguay by Guarara



En la edición anterior, después de haber sido mordido por el Mono-rata de Sumatra, Guarara cayó al piso y estuvo clínicamente muerto por 2 días. Pero una de las misteriosas propiedades de esos animales era que podían devolver a la vida (o algo parecido) a quienes sufrían sus mordeduras.

¿Qué le pasó a Guarara? Parte 1


Parte 2
Ti bon Ange
Pasaron varios días hasta que, lentamente, Guarara volvió a incorporarse y ponerse de pie. No podría decirse que estaba completamente ‘vivo’, su cuerpo estaba presente pero su espíritu estaba apagado. Se puso a caminar sin rumbo y aún cuando trabajaba y entrenaba para subir su fuerza todos los días, Guarara no estaba realmente consciente de lo que sucedía a su alrededor.


Durante más de 2 meses se mantuvo en ese estado de semi-conciencia, hasta que una tarde mientras deambulaba por un bosque, escuchó a lo lejos una voz muy suave y femenina que lo llamaba. Se giró en dirección a la voz y fue acercándose hasta que pudo distinguir que se trataba de otro mítico animal, conocido como Lafloriguana.

Al cruzarse las miradas, el bicho verde y coqueto, comenzó a hablarle sin parar. No entendió mucho de lo que le estaba diciendo, pero comprendió claramente que su intención era convencerlo de escapar de las malditas tierras de Skull Island.


Así fue como, dentro de su limitado tiempo de lucidez, Guarara decidió seguir el consejo de Lafloriguana.

¿Ti bon qué?


Deus Ex Machina
La expedición se había marchado de la isla luego del ataque, dando por muerto a Guarara, llevándose el único barco que había en la isla. Motivo por el cual tendría que construir con sus propias manos una balsa con troncos para cruzar el mar que lo separaba del continente. Tarea que hubiese resultado imposible si no fuera por un ser cósmico que descendió en la playa como un meteoro junto a él, cuando se encontraba acumulando los pocos restos de materiales que había dejado la expedición.

Este ente de cabeza esférica y con pelo de carpincho nunca le había dicho su nombre, por qué estaba en ese lugar, ni por qué lo estaba ayudando, pero Guarara lo llamaba Zebollo y emprendieron el trabajo juntos, por razones que escapan a la comprensión de cualquier mente racional.


Así, Guarara y Zebollo trabajaron durante 6 días sin descanso. Terminaron de construir el improvisado bote y se lanzaron al mar, abandonando la isla.

Cuando estuvo seguro que la corriente no lo devolvería a la costa, físicamente agotado por el arduo trabajo y con el arrullo de la suave marea, Guarara se recostó y cayó profundamente dormido.


Diestra y Siniestra
Al despertar, ya no encontró a Zebollo, que desapareció tan misteriosamente como había llegado. Sin embargo, vio que alguien más estaba con él, aunque no en el bote. Una figura desde el agua estaba estirando una cuerda atada a los troncos y lo arrastraba a gran velocidad con dirección al este.

Se acercó arrastrándose al borde de la balsa y pudo distinguir entre la espuma producida por el movimiento, lo que parecía ser un pez. Una cola con aletas y escamas verdes, y la mitad superior del cuerpo era una figura esbelta de mujer, de rosto refinado y grácil, ojos azules y cabellera rubia. Era... era una sirena!

Cuando la rubia sirena se percató que Guarara estaba despierto, se detuvo. Se acercó a él, dijo que se llamaba Rowena y le explicó que lo encontró durmiendo y lo estaba ayudando a llegar a Skull Island para que pudiera descansar. Al oír esto Guarara se puso de pie de un salto y desesperado le pide que no lo devuelva a la isla, que él quería escapar de ese lugar.

Un instante después, otra figura da un salto desde lo profundo del mar, cayendo sobre Rowena y trenzandose en una pelea. Era otra sirena, muy parecida a Rowena, pero con los cabellos y los ojos de color negro.


En medio estirones de pelo, arañazos, coletazos y una intensa discusión entre la sirena rubia que quería llevar a Guarara al este, donde estaba la isla, y la sirena morena que quería llevarlo al oeste, donde se encontraba el continente, Guarara aprovechó que no le estaban prestando atención, tomó un palo del bote y dio un golpazo a Rowena en la cabeza, quien huyó atontada.

"Tenía razón, tenía razón", dijo la sirena morena mientras se acercaba a Guarara, le dijo que se llamaba Ligeia y que arrastraría el bote para ayudarlo a llegar al continente.


Continuará...


guaragato