Desmemorias de un Viejuno. Jugando a ser Empresario.

Day 1,890, 14:48 Published in Spain Spain by Ardacho
Ola hamijoz¡¡

En el artículo anterior mencionaba algunas cosas sobre la wellness, la salud de cada jugador, un aspecto muy importante del juego ya que, si la salud te llegaba a cero, tu jugador moría. Sí, vale, tenías la oportunidad de resucitar pero con consecuencias: tus habilidades, las skills, disminuían de valor y además perdías toda la moneda nacional que tuvieras, el gold no lo tocaban. Además, cuanto más alto fuera tu nivel de salud, más alta era tu productividad a la hora de trabajar. ¿Y dónde podía uno trabajar? Pues al igual que ahora, esxistían las empresas con sus diversos tipos de industrias. Algunas de esas industrias de aquellos tiempos han sobrevivido a nuestros días, pero otras han desaparecido y olvidadas por muchos. Vamos a ver cuáles eran y para qué servían.

Food. La comida, al igual que ahora, servía para incrementar tu salud. Pero había que comer, es decir, teníamos que daler al botón de "comer" y había que hacerlo todos los días porque todos los días tu salud bajaba un 5% automáticamente, aunque no hicieras nada. Dependiendo de la calidad de la comida que comprabas, tu salud subía más o menos. Pero sólo podías comer una vez al día, por lo que por este método solamente podías aumentar tu salud entre 1 y 5.

Gifts. Los regalos permitían incrementar tu salud hasta un máximo de 10 y también había regalos de diversa calidad. Pero la gracia estaba en que estos regalos no eran para consumo propio: tú los comprabas y se los regalabas a otro jugador para que le subiera su vitalidad. Era frecuente hacer intercambio de regalos entre dos jugadores, antes heramoz todoz hamijoz.

Moving Tickets. Los billetes servían para viajar, ya fuera a una región de tu país o al extranjero. Según la calidad del billete que empleabas para el viaje, tu salud podía disminuir o aumentar.

Weapons. Las armas, al igual que ahora, servían para hacer más o menos daño en las batallas (esto, otra vez, dependía de la calidad de las mismas). Quizás la única diferencia con la actualidad es que siempre peleabas con el arma de mayor calidad que tuvieras, no podías elegir.

Houses. Con las casas se incrementaba también tu salud dependiendo del nivel de la misma. Este "bonus" solamente servía si comías, en caso contrario daba igual que tuvieras una chabola que una mansión. Como dato curioso, los alcaldes de cada región tenían la potestad de poner un impuesto sobre las casas y tenías que pagarlo cada mes porque, de lo contrario, perdías la casa y no había plataforma de indignados que lo evitara.

Hospitals. Los hospitales sólo los podían comprar los alcaldes y servían para curar las heridas de los soldados de una región. No era lo mismo luchar en una región que tuviera un Hospital Q5 que hacerlo en una que no tuviera ninguno. Únicamente podías usarlos una vez por día siempre y cuando hubieras luchado en alguna batalla. Cabe destacar al jugador Lint que montó una especie de ONG con su empresa de Hospitales y que, una vez contruídos (y se tardaban muchos días en poder construir un hospital), los donaba a las regiones que lo necesitarán siempre bajo la tutela del gobierno de turno.


Preparada para un duro día de trabajillos

Bueno, pues a todo eso, un servidor decidió montarse su empresa para ver si se forraba. No lo he dicho, pero a las empresas les podías poner un nombre, tuneándolas al gusto de cada uno. ¿De qué sector sería mi empresa y que nombre iba a ponerle? Díficil elección, pero la inspiración me vino gracias a la Samantha. La Samantha siempre decía cosas como "uummm hola chicos, que calor hace hoy, no? ¿no estáis calientes como yo?" o "ooohhh sisisssiii, como me gusta comentar y otras cosas..." y eso me llevó a crear mi empresa de gifts: Escorts El Lupanar, que hacían que se te levantara... la wellness.

Creo recordar que fue gracias a Escorts El Lupanar que tuve mis primeros contactos con la primera encarnación de SombraX, al muy maldito no había modo de sacarlo del lupanar. Más tarde me animé a crear una segunda empresa, esta vez de armas, a la que llamé SexBomb pero no tuvo tanto éxito como la de regalos.


Los logos de mis dos empresas y de la OR que las gestionaba: Ardacho Inc.

Pero si pensáis que ahora es díficil llevar una empresa y que sea rentable, más lo era entonces. En aquellos tiempos teníamos el temible Estatuto del Trabajador, un monstruo que fue creciendo y creciendo. Como ya os habréis imaginado, detrás de este Estatuto estaba el rojerío, que no hacía más que buscarle problemas y poner trabas a los pobres empresarios. Resumiendo un poco: el trabajador podía hacer lo que quisiera y si se largaba de la empresa el empresario se quedaba con un palmo de narices. Pero en caso, contrario, si el empresario incumplía algún punto, pobre de él como no pagara la correspondiente indemnización. Había hasta un tablón de denuncias del Ministerio de Trabajo y varios hilos para informar de los despidos, quejas, etc etc.

Algunos jugadores, vista la clara indefensión a la que estaban sometidos los empresarios, intentaron crear una Patronal de Empresarios y, aunque la cosa no funcionó, sí que fue la primera toma de contacto de gente que militaba en partidos de derechas y que, más adelante en el tiempo, acabarían casi todos juntándose en un único partido.

Yo, por mi parte, cada vez que tenía un trabajador nuevo, le mandaba un mensaje con los links correspondientes al Estatuto y los hilos del Ministerio de Trabajo. Además, si un trabajador fichaba todos los días de la semana, le recompensaba con una paga extra equivalente al salario diario.