[MAd] Más Allá de los Recuerdos - Jornada 4 (R)

Day 3,542, 09:21 Published in Spain Spain by Shyvala 3.0
NOTA: Esta historia ya esta concluida, de hace bastante... Simplemente estoy re-publicando las partes nunca mostradas en eR para quien quiera leerla. Si quieres leer el principio, justo debajo del banner puedes clickar en la jornada pasada que quieras leer. Si quieres leerlo todo, en este artículo encontrarás un link de descarga.




- Se acerca una buena tormenta…

El capitán del navío se quedaba corto con esa expresión. La tormenta que se cernía frente a ellos no podía ser más que colosal, pues la espesura de esta producía una negrura mayor que la de sus últimas noches en la mar.

- Deberíamos cambiar el rumbo, ¿no cree señor Luwin?
- Todo lo contrario, debemos mantener el rumbo. El diario habla muy claro sobre esta tormenta… Avisad a todos a cubierta, debemos empezar a preparar el barco si no queremos morir todos aquí.

Los diarios hablaban de aquella tormenta. Una vasta tormenta arrasó a la flota y provocó bajas no solo en la tripulación, sino también en las tropas que ayudaron en la feroz lucha del hombre contra la naturaleza. La poca tripulación y los 10 insensatos que lo acompañaban no tardaron mucho en reunirse.

- Seré franco. Nos dirigimos de cabeza a una tormenta de las duras, más dura incluso de lo que vuestra imaginación sea capaz de recrear. La peor tormenta de vuestra vida, sin duda. Si queremos sobrevivir, debemos empezar a trabajar duro todos. Capitán…
- Piltrafas, vamos a empezar a movernos antes de que nos pillen esas nubes y vayamos a dormir con los peces al fondo del océano. Ahnk, Marco y vosotros cinco, id a vigilar la vela y revisado los cabos de babor; Morpork y el resto, os encargáis de los cabos de estribor y timón. ¡Os quiero ver trabajar YA!

La orden fue acatada al momento, y todos se dirigieron a los puestos asignados a prepararse para recibir la tormenta. Poco rato después de apretar todos los cabos, el barco entró en la cortina de lluvia, y el enfrentamiento contra lluvia, rayos y mareaje empezó.

La negra oscuridad se cernía sobre ellos, acatando órdenes emitidas a gritos y rotas por los sonoros truenos que acompañaban los rayos que iluminaban la embarcación. El caos parecía apoderarse por momentos, pero el atento capitán fue capaz de llevar la situación con una disciplina casi militar.
Nadie supo cuando pasó del día a la noche, y nadie supo cuando la noche pasó a ser día. Simplemente, sucedió. Tras horas y horas batallando contra la mar, la calma llegó y el cielo se abrió al poco, mostrando el más bello azul que unos ojos podían ver. Tan bello era el cielo que veían sus ojos que no se dieron cuenta hasta poco tiempo después que se vislumbraba una isla en el horizonte.
La peor parte había pasado ya, pero con tierra a la vista aún quedaba oportunidad para que el desconocido actuara. Según los diarios, esas islas estaban habitadas por fieros guerreros que no dudaban en atacar a todo aquel visitante. La orden que emitió Luwin fue clara: Preparar las armas ante un ataque al tocar tierra.

Pasaron pocas horas hasta que fueron capaces de tocar tierra, y para sorpresa de todos no hubo ataque alguno.

- Quizás no se han enterado de que estamos aquí…
- No es momento de bromas, Medusa… ¡Empezamos a desembarcar todo y a preparar el campamento base! Los arqueros se quedan montando guardia en el barco.
El campamento se montó rápidamente y durante las horas siguientes no hubo ataque alguno. Al caer la noche, todos se reunieron alrededor de la hoguera para recibir órdenes de Luwin.
- Señores, mañana empezamos una expedición. Buscamos un poblado, según los mapas al norte de nuestra posición. Nos dividiremos en dos grupos, uno por la costa y otro por la selva. Preparad vuestras armas y provisiones, no sabemos que nos encontraremos. Ahora, descansad.