Un bien público: la eCultura

Day 3,275, 09:28 Published in Spain Spain by anaximenes

Mis distintas obligaciones para con el Congreso y mi partido, me han mantenido alejado de mi querido periódico desde hace un tiempo. He de reconocer también que mi reciente cargo como Lord Comandante (Presidente de Partido) de la Guardia de la Noche hace que me lo piense dos veces a la hora de emitir una opinión sobre lo que ocurre en el juego, pues temo que algún malpensado, o tergiversador interesado, pueda confundir mi opinión personal con la de la Guardia. A ellos va dedicado el aviso, lo que se expresa a continuación no refleja el sentir ni del partido ni de los miembros de la Guardia de la Noche, sino sólo mi humilde opinión.

Uno de los rasgos diferenciadores de la sociedad eespañola frente al resto de eRepublik, quizás el más característico, es su riqueza ecultural. No es ningún secreto que muchos veteranos siguen aquí todavía por esa razón ya que no somos ninguna potencia económica ni militar y nuestro papel geopolítico, hoy por hoy, es más bien humilde. Nuestra ecultura es también la causa de que volviésemos a la evida muchos de los que estuvimos muertos largas temporadas.

Ya sea en todas las connotaciones que puede tener la palabra café, en las distintas religiones (aprovecho para enviar un saludo a los varnishistas, octopaulistas, seguidores de Roto2 y, si queda alguno, a los dioistas también) o en nuestra prensa, podemos ver que la sociedad eespañola es rica en entretenimiento, matices y pluralidad de manifestaciones. Desde los relatos hasta los chopeos, pasando por los más recientes gifs y videos o la antigua eradio que gozó recientemente de un efímero resurgir, los eespañoles nos hemos caracterizado siempre por nuestra ecultura.

No es de estrañar por tanto que existan iniciativas para incentivar la creación culutral tanto desde el Gobierno y el Congreso, los poderes públicos, como desde agrupaciones privadas o partidos políticos.

Y ahora os estaréis preguntando por qué un eabuelo como yo os da la paliza con una larga introducción sobre lo importante que es nuestra ecultura. Pues lo hago porque no me ha gustado ver recientemente como la shitstorm de siempre manchaba nuestro más preciado bien nacional.

Por mi forma de ser y de pensar tiendo a mosquearme cuando el Ministerio colabora con una entidad privada del tipo que sea o con una persona concreta a la hora de convocar un concurso. Yo soy de los que piensa que el que quiera colaborar con el Ministerio tiene opciones suficientes para donar y endosar y el que quiera tener su propio concurso tiene periódico propio donde montarlo, sin necesidad de utilizar el boletín de cultura como plataforma de promoción, algo que, en el fondo, no deja de ser un uso privado de un medio de comunicación del Gobierno y por tanto público.

No me gusta ver como se destina dinero privado a un concurso concreto cuyas bases y normas (e incluso la elección de los premiados o el pago de los premios) quedan condicionadas por esa entidad o persona privada que colabora. Yo creo que el Ministerio de Cultura debe limitarse a organizar concursos con el presupuesto que le asigne el Gobierno, procedente integramente de las arcas públicas o de donaciones anónimas y que aquel que quiera ayudar a que el Ministerio de Cultura sea un ministerio activo lo que tiene que hacer es o participar en él o exigir a su Gobierno que lo haga funcionar. Si lo que quiere es colaborar económicamente debe hacerlo de manera anónima y sin esperar ni que se acepten sus condiciones ni que se le mencione explicitamente en el boletín.

No hace falta decir que no veo bien que H.I.N.C.O no pagase en su momento los premios a los que se comprometió, porque no le gustaron los ganadores del concurso (ya lo sé Leogar, no te molestes en comentarlo, el ministerio no os comunicó quién ganó o fue imposible pagarles porque estaban baneados o muertos o porque plagian a Goya o bla bla bla), ni tampoco veo bien que el Ministerio de Il Divo no pagase a Leogar escudándose en una aparente necesidad de reparación que no corresponde, en ningún caso, al Ministro de Cultura llevar a cabo. Sin embargo, lo que me indignó sobremanera fue leer al CP (no es casualidad que publique este artículo tras las elecciones ya que quiero evitar influir con él en el voto de nadie) expresar, no desde su título de CP sino desde su título de mecenas privado de los premios de cultura que si se decidía al final pagar a Leogar él retiraría el dinero que puso para el premio.

Esto no puede ocurrir. Las rencillas personales y el eterno odio entre facciones no puede salpicar la ecultura que es patrimonio de todos. El Ministerio de Cultura tiene que financiarse con los presupuestos o con donaciones anónimas y organizar sus propios concursos sin ingerencias externas y el que asuma el cargo de Ministro de Cultura tiene que dejar a un lado sus afinidades y odios personales y ejercer su cargo al servicio de todos.

Esperemos que este artículo ayude a que sucesos tan vergonzantes para eEspaña no vuelvan a repetirse.