Tuberculosos del alma.

Day 3,524, 03:17 Published in Spain Spain by Tinsvoia
Hablo Yo, ostentadora de la Tribunicia del Pueblo, de los Primeros Seres, y de los que hubo antes que estos:
¡Pueblo! ¡El Sol Eterno se me ha vuelto a aparecer, he de difundir Su Palabra! ¡Oh, ciclo en lo alto! ¡Puro! ¡Diáfano! ¡Oh, abismo de luz! Mirándole me estremecí de ansias divinas.

Os anuncio, ilustres, que el Sol Eterno ha decidido iniciar una lista para recopilar las herejías cometidas por las personas de nuestra comunidad. La lista recogerá el nick de la persona en cuestión y una captura de su herejía, así como el nombre por el que se la conocerá a partir del momento de su inclusión en la lista, debidamente normalizado en latín. Asimismo, el Sol Eterno pide a su Sanedrín que si la persona se disculpa y redime públicamente en prensa, se anote el hecho y se anule la inscripción.

Hay predicadores de la muerte; y está llena la tierra a quienes se predica la renuncia a la vida. Abundan en la tierra los superfluos; la vida está echada a perder por tanta humanidad superflua. Ahí están les terribles, que llevan dentro de sí el animal de presa y tienen que elegir entre su desenfreno o el del resto. Y aún su desenfreno es el desenfreno del resto.
El Sol Eterno y su Sanedrín seguirán vigilando cualquier actitud desviada.


Aquí están los tuberculosos del alma, ¡redimíos!


Y ahora, he de arrojarme en pos de la altura del Sol, ¡tal es mi propia profundidad! ¡Me cobijaré en su pureza, en mi inocencia divina!
¡La profecía está pronta!