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El pájaro se mueve… Un caballo sano se acerca hacia mí… El vacío se hace presente en la zona, solo estamos nosotros dos… Al campo de batalla se ha vaciado al entrar en escena el cuervo… Solo el silencio se oye… Un salto, y estoy galopando mientras el cuervo se posa grácilmente en una zona aún verde…

Descabalgo y veo una forma que baja del cuervo, vestida a la forma de un caballero… Un caballero que se quita el yelmo… No es KueRVo

— ¿Quién ha osado usurpar la montura al Conde? — Digo al caballero sacando a Stauros de su vaina.
— El mismo que ha sido enviado por el Conde en tu busca, oh general shakta… Mi nombre es x7blue.sea, fiel sirviente y amigo del Conde del Cuervo… He sido enviado para acabar lo que KueRVo empezó… — Me tiende la mano. Me resisto a aceptársela, pero no puedo evitar que el código de la caballería me empuje.
— ¿Y porque no ha venido el mismo Conde a verme? ¿Porque en este justo instante de la batalla? — Demasiadas preguntas sin respuestas, seguro.
— El Conde se ha retirado de la vida pública, general… Yo mismo le transmití la información de esta batalla y de sus combatientes, tengo entendido que otro de sus fieles amigos está en la batalla…
— ¿Quién?
— Uno de sus oficiales, un tal Jervaj, oficial de infantería, Flanco izquierdo, también fue discípulo del Conde, al igual que muchos otros de los que tienes entre tus filas… pero a lo que he venido… Laertes es más fuerte que cualquiera de los enemigos a los que te has enfrentado por ahora… La batalla te está agotando, y por ese camino solo estás condenando a tus soldados, a una muerte segura… He venido a ofrecerte la ayuda del Conde en ese duelo contra Laertes al que estás condenado si no quieres que mueran todos…
— ¿Y cómo vas a ayudarme, si es un duelo contra Él, solo?
— Stauros es una gran espada, está imbuida de poder shakta, por sus enfrentamientos, al igual que tu arco… También puedes hacer magia… Pero te falta un arma superior… El Conde me ha confiado este pergamino para que vuestro combate sea más… Justo, digamos. Contiene tres palabras de un solo uso que te ayudaran en el combate. Nadie, ni el Conde mismo sabe su efecto…
— Tengo una pregunta, ¿Cuándo se producirá el combate?
Me siento fuerte, seguro de mí mismo. Al mismo tiempo, siento que están en peligro, que no puedo tardar en parar la batalla y proclamar que bajen las armas…

— Ahora mismo, si quieres. Sube al cuervo, se está haciendo de noche, es la hora magna, la hora de la magia, de la grandeza… Si has de hacer algo grande, que sea ahora…

Mi interlocutor sube al cuervo y le sigo, apretándome entre las plumas, tal y como hice con KueRVo, una vez hace mucho tiempo… El viento acaricia mi cara, la magia me infunde… El tótem vibra desde dentro de la bolsa…
— ¡Tíralo! Tira el tótem al vacío, está molestando al cuervo… — Me grita x7.

— ¿Cómo? Es la fuente de mi magia, no puedo luchar sin él… — Replico con el tótem en la mano…
— No es el tótem… ¿Aún no te has dado cuenta? Todos te lo han dicho, boitx, Blanca, todos… La magia eres tú, el tótem es un simple canalizador con vida propia. Si no lo tiras, caeremos nosotros…

No puedo… Este tótem ha compartido parte de mi vida, desde que derroté al general en el muro… Pero tampoco podemos caer…

— ¡Que lo tires o te tiro a ti del cuervo!

Cae… El tótem cae, y con él, chispas rojas que salen al rozar con el aire… Una ráfaga de hielo sale disparada desde la punta que gira y gira y gira… Una rama de árbol vuela… Ya no está el tótem en mi vista… Solo la Diosa sabe dónde ha caído, quien lo encontrará, quien hará uso de su magia…

— Aquí estamos. Es la tienda principal de Laertes, nadie nos ha visto llegar, pero entra, seguro que sabe que estás aquí… Yo me tengo que ir… KueRVo quiere desaparecer por siempre, y yo, sinceramente, le creo… —Se despide el caballero…
— A…
No me da tiempo a despedirme, el cuervo sube muy rápido, demasiado como para verlo…

Entro en la tienda, no veo nada más que un saco que me ponen en la cabeza, un saco con olor de patatas… Oigo voces…

— Así que aquí tenemos al valiente general shakta, pabman… — Una voz masculina, fuerte, y potente…
— Quítame esto de la cabeza, vil bellaco usurpador… — este soy yo, claramente
—Veo que no tienes modales, es lo que tiene aliarte con bárbaros… Quitadle el saco y dadle las armas. El duelo que me prometiste ha llegado…

Ahora sí que veo… Es Laertes el que tengo delante de mí. Un soldado me da a Stauros y el arco… El pergamino también está dentro de la bolsa. Estamos fuera, en un patio, seguro que la tienda era un simple pasillo hacia este lugar… La hierba es inexistente.

Desenvaino la espada y Laertes hace lo mismo con una hoja azul, muy oscura, seguramente hecha de lapislázuli… Stauros ya no es de ese azul intenso, claro, que tenía antes. Es un metal corriente…

— ¿Dónde está esa gran espada de que todos hablan? Seguro que la has vendido para poder comprar armas para tus soldados, es lo que tiene servir a un Reina pobre… — Habla sin parar Laertes… Debo concentrarme.
— Mejor que aliarme con mi enemigo natural, es. ¿Qué diría tu padre de esa alianza? — Respondo con ironía… En un vistazo general veo que mis compañeros, soldados, shaktas, sacerdotes, artesanos, están todos aquí, encadenados, esperando que un milagro pase…
— Calla! — Me responde Laertes con un mandoble lleno de ira, que por poco me corta la cabeza…

— ¿No quieres hablar de los Tautófagos?

Con esto empiezo una serie de golpes sutiles, con un simple movimiento de piernas, fácil, y corto, que para con rapidez… Intento iniciar otro más, uno más fuerte, pero mi cuerpo está paralizado…

— Yo también sé hacer magia… — Sonríe mi adversario.

Piensa pabman, piensa. El tótem no está, pero x7 te ha advertido, sí que sabes hacer magia… Algo que me descongele…

De repente, mis músculos responden… Un salto hacia atrás, sirve para esquivar la espada de Laertes… Stauros aun sirve, no tiene su color de magia, pero sirve…

Un salto hacia adelante, y Stauros se mueve… Somos uno, la espada y yo… Stauros baila con la espada negra… Recupera su color… Poco a poco, su tinte se vuelve azulado… Sigo bailando entre los filos, me muevo con rapidez, confundo mi identidad con Stauros…

— Shuis — Susurra Laertes…— Eso es lo que leído en el pergamino que tenías en tu bolsa… ¿Una palabra para matarme? No creo, estás paralizado, no muerto, aún…

No puedo hacer nada… Me va matar con la única palabra que podía matarle a él… Laertes levanta la espada, ninguno de los hechizos que tengo en mis fuerzas puede liberarme… La espada se clava en mi pecho… DOLOR… La primera herida seria que tengo… Aquí me despido…

Pero, de repente, Laertes cae… cae, y cae… Se retuerce en el suelo, mientras mi sangre cae también, por el agujero…

— ¿Así que esto es con lo que pretendías matarme? ¿Un suicidio? Me estoy muriendo… — Dice Laertes, entre sollozos… — Has ganado pabman, los dos estaremos muertos, pronto…

Caigo al suelo, ya no dura el efecto de la congelación… Pero también se acaba mi hora…

— ¡Soltad a mis soldados! — Así lo hacen los pocos hombres que no están tumbados junto a Laertes, llorándole. — Blanca, muchas gracias por dejarme dirigir este ejército. Jervaj, tú por comandarlo, tu secreto estará a salvo en mi tumba… boitx, serás una gran maga, en el futuro, estudia y tendrás tu recompensa… Mi tempo se acaba, no puedo daros las gracias a todos, ahora, pero…

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Muchas gracias a todos por leerme! A los que habéis terminado, aunque no hayáis sido protagonistas…

Por los sacerdotes… Schicksalstag, madridista1991, cachimberoCF, blanca y boitx…

Por los soldados… Wayfinarer 2.0, BruTaL7KilleR, Gazpachinn, Jervaj, vickman, Aleju, arribabajoizqui…

Por los Artesanos… Sandarius, Duxx, Fco Javier Fernandez, yus87, Zassar…

Y por los shaktas… Octienne y Antonio…


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Pabman11, Redactor de la Nevera y general póstumo de las tropas de la Diosa