NO TENGO NADA MÁS QUE OFRECER QUE SANGRE, ESFUERZO, LÁGRIMAS Y SUDOR.

Day 1,729, 13:49 Published in Chile Chile by RAUL II

Ante los variados acontecimientos que se ha sucedido en las últimas horas, no puedo más que citar algunas celebres frases que representan el sentir de nuestra eRepublica, y que mejor que las magnificas palabras de Wiston Churchill, quien supo llevar a un pueblo, un conjunto de naciones, a la humanidad en si, a luchar contra la tiranía de los bárbaros quienes con aspiraciones totalitarias como nuestros vecinos, quisieron borrar las fronteras a su favor.



“Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntáis:
¿Cuál es nuestra política?.
Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.

Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra aspiración?. Puedo responder con una palabra:

Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay existencia.
Estoy seguro de que no se tolerará que nuestra causa se malogre en medio de los hombres. En este tiempo me siento autorizado para reclamar la ayuda de todas las personas y decir: «Venid, pues, y vayamos juntos adelante con nuestras fuerzas unidas”



“Llegaremos hasta el final; lucharemos en Francia; lucharemos sobre los mares y océanos; lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire; defenderemos nuestra tierra, cualquiera que sea el coste; lucharemos en las playas; lucharemos sobre las pistas de aterrizaje; lucharemos en los campos y en las calles; lucharemos en las colinas; nunca nos rendiremos, e incluso si, cosa que por el momento no creo que suceda, esta tierra o una gran parte de ella fuera subyugada y estuviera hambrienta, entonces nuestro Imperio más allá de los mares, armado y protegido por la alianza, cargaría con el peso de la resistencia, hasta que, cuando sea la voluntad de Dios, el Nuevo Mundo, con todo su poder y su fuerza, avance al rescate y a la liberación del Viejo”.