La Verdad

Day 3,760, 08:21 Published in Spain Spain by Zumalakatxerri

Se me olvidaba la canción.


Hoy vengo a contaros la razón por la que no me presenté por segunda vez. Pensaréis que se debe a que no le guste como marioneta a mi titiritero, pero os equivocáis. La verdadera razón es el ciudadano buttertutter.

Empecé el gobierno nervioso, pendiente de que todo fuera bien. Justo después de arreglar el asunto de las ORGs, el ciudadano buttertutter se puso en contacto conmigo. No conservo este primer mensaje, pues no ví la necesidad de guardarlo. El ciudadano simplemente pedía una bajada de impuestos, las cuales habían aumentado considerablemente desde que llegó. Le expliqué que eso lo decidía el gobierno y que los impuestos no se habían cambiado desde hace meses.

Pensando que el asunto ya estaba zanjado, proseguí con mis quehaceres. A los tres días de mi primer contacto con el ciudadano buttertutter, recibí el siguiente mensaje.



Por lo que parece no se quedó satisfecho con mis respuestas, pues siguió escribiendome.



Ante tal acoso, a veces no le respondía. Tenía miedo de este liberal enfurecido.



Me empezó a señalar como gran culpable de su desgracia. Le intenté hacer comprender que no estábamos cambiando nada y que no tenía apoyos para cambiarlos. Pero fue inútil.



Intenté buscar una solución a sus problemas, averiguar a qué se refería. Pero me empezó a amenazar con quitarme su voto.



Cada mensaje que me enviaba era más amenazador que el anterior. Me amenazaba con no votarme si no lo arreglaba y me criticaba constantemente. No sabía qué hacer. Esto me llevo a aislarme en el Discord por miedo a que me viera conectado y decidiera mandarme más mensajes. No fue suficiente.



Me dio a entender que era miembro de algún lobby liberal que pretendía derrocar mi gobierno. Despreció mi trabajo y me sugirió que me exiliara, seguramente para ahorrarse el tener que pegarme.



Este último mensaje fue el más claro. Su furia y odio se dejan sentir en estas pocas palabras. Estaba arruinando España, y me retiraba o me derrocaban.

Por si no fuera poco, también escribió a mi titiritero y Ministro de Defensa Siddy.



Por este ciudadano, por amenazas a mi integridad física, por el acoso y daños psicológicos que sufrí, y sobre todo, por miedo a no tener su decisivo voto que decidía quien sería el presidente cada mes, me abstuve de volver a presentarme.