LA HISTORIA TERMINABLE

Day 1,011, 07:24 Published in Spain Spain by Lola Moreno



Queridos niños, el cuento que os traigo va sobre la amistad, sobre dos mujeres que se conocieron y congeniaron de tal forma que durante un tiempo eran confundidas la una con la otra. Una se llama Gloria, la otra Lola.

Gloria estaba en un momento un tanto difícil de su vida y aunque nunca había sido una persona solitaria ni tímida sí que necesitaba un cambio. Leyendo la prensa encontró un anuncio y se decidió a contestar. Pasaban los meses y no obtenía respuesta alguna. Pero una mañana, cuando abría su correo, encontró un mail de una persona a la que no conocía. Normalmente este tipo de misivas las cogía, hacía una pelota virtual con ellas y las mandaba directamente a la papelera pero... esta le llamó la atención. Se trataba de la respuesta que hacía tiempo había olvidado que esperaba. Una tal Lola se ponía en contacto con ella.

Lola era una chica sencilla, joven, demasiado joven, ingenua, sin experiencia en la vida, sin amigos aunque era alegre y sociable. Sin trabajo, sin ideas políticas, sin dinero, sin comida, sin un techo bajo el que vivir... A Gloria le dio pena y decidió darle una oportunidad.



Las dos mujeres empezaron a hablar de vez en cuando, no todos los días, solo cuando Gloria podía por que tenía una vida muy complicada, mucho trabajo y siempre estaba viajando. Mientras tanto, Lola decidió que ya era hora de espabilarse y de dejar de depender tanto de su única amiga. Tenía que conocer a más gente y como para entonces ella ya tenía empleo, qué mejor que comenzar ahí, en su entorno laboral. Su jefe parecía buena gente y siempre estaba dispuesto a aconsejarle y ayudarle cuando tenía algún problema. El podría ser un buen amigo y así fue. Además, ¿por qué no iba a poder hacer buenas migas el también con Gloria? Los tres se hicieron muy amigos.

Cada día que pasaba Lola tenía más influencia en la vida de su amiga. Era una persona a la que le gustaba relacionarse con gente y no le costó esfuerzo mejorar económica y socialmente, conocía a personas nuevas e interesantes que luego iba presentando a Gloria. Estaban tan unidas que incluso cuando Lola se enamoró de un chico a Gloria le pasó lo mismo con un amigo de este. La amistad entre ellas era fuerte y profunda, se llegaron a querer la una a la otra casi tanto como a ellas mismas. Parecía que siempre estarían juntas pero...



Había pasado mucho tiempo desde que se conocieron gracias a un anuncio en un periódico. Unos años demasiados intensos, pegadas la una a la otra y Lola empezó a sentirse cansada. No fue algo de la noche a la mañana, más bien fue poco a poco, tan lentamente que Gloria no se dio cuenta de que su amiga tenía cada vez las ojeras más marcadas, los ojos más hundidos y la piel más blanca. Una tarde en la que habían quedado para tomar café, Gloria llamó a la puerta del chalet donde vivía Lola y se asustó al verla tan mal. Fue como un flash, como si en ese momento se encendiera una bombilla que le permitiera ver con mayor claridad. La convenció para que fuera al hospital a hacerse un reconocimiento médico, ella la acompañaría, por supuesto.



Desde hace meses Lola agoniza, le cuesta respirar, muere lentamente metida en una cama, conectada a miles de cables por que Gloria todavía no se ha decido a desconectarla de esa máquina que la mantiene con vida. No tiene corazón para matar a una amiga con la que ha compartido mucho desde hace más de dos años, que en tiempo eRepublicano es toda una vida. Una amiga que le presentó a mucha gente interesante y también a muchas personas a las que ha olvidado por que no merecieron la pena. Una amiga arrugada, ajada, canosa y cansada por la edad y por una eVida tan llena de excesos, emociones y de buenos y malos momentos. Sabe que tiene que dejarla morir, pero es tremendamente doloroso hacerlo. Con Lola se van muchas cosas. Es consciente de que en algún momento no muy lejano pedirá a los médicos que la desconecten, mientras tanto sigue yendo a visitarla de forma diaria, le lee la prensa y le cuenta las cuatro novedades y cotilleos que hay en el país.

Probablemente un día de estos llegará y sin pensarlo dos veces ella misma apagará los monitores y desenchufará el cable. Entonces ya no volverá a ver a su amiga, Lola Moreno, pero le quedará todo lo que ha vivido con ella.



A mi esta historia me hace pensar en una cosa: la amistad entre dos personas es un regalo que te da la vida, un compañero de viaje que se une a ti en tu camino. Pero puede pasar que uno de los dos decida que ya no quiere continuar más y se quede en una de las paradas mientras el otro continúa caminando. Si eres el que sigue adelante puede que intentes arrastrar a la otra persona y probablemente te niegues a dejarla atrás. Pero así tu tampoco llegarás al final, no puedes cargar con peso doble. Lo mejor es que lo dejes a la sombra, cómodo y tu te lleves su recuerdo. No se por cuánto tiempo Gloria podrá cargar con el peso de Lola, pero me temo que no será por mucho.