España necesita la esencia del Qablismo

Day 3,303, 08:17 Published in Spain Spain by Duhr

Tras la polémica dimisión de Kekco y el anhelado, por muchos, ascenso al poder de Qablo, preferí apartar las manos del teclado y si acaso, como hice en alguna ocasión, debatir el tema en comentarios de diversos artículos o en feeds. Y al final deseché también comentarios y feeds viendo que incluso estuve a punto de dejar el juego, decidiendo finalmente estarme quieto y ver los shurtoros desde la barrera.


Lo que buscaba era, principalmente, hacer un ejercicio de autocrítica de mis opiniones y obtener una perspectiva lo más real posible de la situación del país. Yo siempre ando pidiendo autocrítica a todo el mundo, y creo que era el momento de predicar con el ejemplo.

Un momio por naturaleza, como un servidor, debía catar y vivir en un entorno troll y rolero para encontrar esa perspectiva, y en lugar de poner las manos a trabajar en el teclado y quejarse... debía relajarme y dejarme llevar.

España necesitaba un gobierno como el de Kekco


He sido uno de los mayores detractores del Qablismo, y lo he sido porque entendía que España necesitaba recuperar la cordura y exhibir otra imagen. De nada servía montar una fiesta si en el exterior nos seguían tomando por el pito de un sereno y nos invadía cualquier país que se lo propusiese sin oposición ni aliados.

Es cierto que Cultura prácticamente desapareció del mapa, pero Kekco y su gobierno consiguieron el NAP con Hungría, aprovechar el hara-kiri húngaro contra los rumanos para recuperar el país, firmó el MPP serbio (entre otros), fundó el aclamado IAP, se rehicieron algunas guías, los MPP's militares ardieron en actividad y los ojos internacionales ya no nos veían como a los típicos carcamales que ni pinchan ni cortan... ahora nos felicitaban por tanqueadas y empezaban a tener en cuenta nuestro potencial aéreo gracias al Sky Club y al batallón aéreo de las FFAA (las menciono porque sí, no "para que no se enfaden" 😛), entre otros.


Kekco dando órdenes en combate

De hecho, no fueron pocos extranjeros los que se personaron en nuestra prensa para mostrar su apoyo a Kekco, y a su gestión, tras su dimisión. Negar el enorme trabajo de sus gobiernos solo podrían hacerlo los necios y los locos.

El Qablismo asciende al poder

Los motivos que mencioné al principio de este artículo me llevaron a adoptar una postura mucho más relajada, como la de aquel que está disfrutando de una película en el cine.


Pero un momio como yo es incombustible, y caí en la trolleada de la guerra ficticia contra gabachos o brazucas, si bien aquello me sirvió para entender mejor el Qablismo y sus intenciones, ya que fuentes del gobierno (MrMonkey) me pusieron al corriente de varias cosas:

1 - Se contactó en primera instancia con Kekco para no estropear el trabajo realizado hasta ahora.
2 - Se habló con Asuntos Exteriores de Francia y Brasil para avisar de la trolleada.
3 - Era una trolleada en sí misma.

Llegado a este punto, sí, lo admito, tenía miedo de que el Qablismo destruyera los avances de España, pero no solo no hicieron eso, también consiguieron algo más.

El Qablismo destapa sus virtudes.


Es cierto que a nivel militar la actividad del país cayó en picado. Estaba claro que ese no era el fuerte de Qablo y su séquito. De hecho, la poca actividad que se veía en ese aspecto por feeds y massMP procedían de elementos del gobierno anterior de Kekco.

El café inundó de nuevo las calles españolas, pero pronto comenzó la tan aclamada "fiesta". Bakunin, Warm, Moreno, Leogar y muchos otros se pusieron manos a la obra, y demostraron las bondades de un movimiento que bien podría haberse llamado Bakunismo, Manuelismo, Cafetismo o lo que sea, y que tuvo al eterno aspirante Qablo como "cabeza de turco".

Se demostró que Qablo solo era la imagen, y que la forma de gobierno no militar que tanto pregonaban escondía una serie de virtudes que pronto empezaron a dar sus frutos.

Múltiples boletines, las aclamadas pensiones, referéndums no vinculantes... la actividad a nivel de prensa y la respuesta obtenida ocultó, o hizo menos visible al menos, las trifulcas de siempre, que esta vez tuvieron a las FFAA como protagonistas.

Un trolleo y un rolleo sano que sentó de maravilla en el seno español, y que considero que sin el buen trabajo anterior de Kekco, no hubiera sentado tan bien. ¿Por qué? Porque muchos momios, gracias a la estabilidad del país, pudimos disfrutar al completo la esencia del Qablismo.

Un Qablismo con el país borrado o con muchas tensiones internacionales podría haber quedado degradado a poco menos que una anécdota, y hubiera sido una gran lástima.

¿Kekco o Qablo? Póngame una de cada.

El Qablismo actúa como un bálsamo y se erige como una actividad sana y saludable que crea un ambiente mucho más propicio para el crecimiento de un novato y la entrada de nuevos jugadores. No hay que olvidar que las trifulcas continuas y el mal rollo ahuyentan el crecimiento de nuestra población.

Pero un sistema así solo puede vivir en periodos de estabilidad, es decir, tiene que haber pasado el Kekco de turno dejando el barco a flote y sin enemigos a la vista.

¿Podrían convivir ambos sistemas (con las bondades de algunos otros) y conformar el Gobierno definitivo?

Quién sabe... para empezar Ragnnar ya ha metido en su programa a Warm como enlace entre gobierno y congreso. A lo mejor no soy el único que se ha dado cuenta de todo esto. Las rencillas personales pueden hacer inviables este tipo de colaboraciones, pero nunca se sabe.

Yo tengo claro que si en el futuro me da por presentarme a CP, haré lo imposible por juntar a la flor y nata de todos los partidos políticos y todas las milicias con el fin de crear el engranaje definitivo. Quizá sea más fácil que me toque la loteria que conseguir lidiar con las rencillas de unos y otros para que trabajen conjuntamente, pero si alguien lo consigue quizá veamos un gobierno ejemplar de puertas para afuera y de puertas para adentro. ¿Utopía? Es posible, pero viví un gobierno de coalición total en una ocasión...

... y no solo se recuperó el país y se vivió un auténtico babyboom, también nos tomamos las uvas en París. Ahí lo dejo.