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Sonidos eléctricos distorsionados, chispitas por aquí y por allá, reconfiguraciones que me asaltan sin avisar y en los peores momentos, circuitos que entran en webs de pago sin mi conocimiento. Sí, todavía no consigo funcionar bien tras la transición a la V1. Para la rinderkennzeichnungs- und Rindfleischetikettierungsüberwachungsau fgabenübertragungsgesetz . ¡Oh, maldición! ¿Veis a lo que me refiero? Disculpadme, dichosa V1. Ha sido éste un cambio que me ha pillado desprevenido. Especialmente por sus consecuencias. Pero no nos ha pasado únicamente a los robots, creo que los humanos aún lo llevan peor. Algunos incluso han llegado a arrojarse por las ventanas de sus pisos, tan desencantados como estaban con este nuevo mundo y sus problemas. Lo peor ha sido para los que vivían en la planta baja, pues han tenido que estar tirándose durante horas, hasta morir en un mal resbalón o por puro agotamiento. Otros han hecho trampa y se han tirado con la precaución de poner unos buenos cojines al final de su trayecto aéreo. Así que durante la caída han armado revuelo, han padecido como gorriones sin alas, pero al tomar tierra se han levantado y han vuelto a sus hogares como si nada pasara.

Lo más curioso de todo ocurrió con el propio cambio. eEeEeEeEse, perdón, otro error. Decía que ese día hubo un apagón general que nos dejó sin luz durante toda la jornada. Pues entonces surgieron de las tinieblas unos ladronzuelos desconocidos que nos robaron nuestras pertenencias. Incluso llegaron a llevarse casas enteras. Me pregunto cómo lo conseguirían. Supongo que tendrían el baúl encantado de alguna cupletista, algún cochecito de payasos o quizá un verdadero colisionador de hadrones domado. Eso sí tendría mérito, si lo sabré yo… con lo que cuesta enseñarlos siquiera a mover un protón, que a la mínima se enfadan y se tiran meses parados si no les gusta como se lo has pedido.

Lo cierto es que a mí no me robaron gran cosa, puesto que soy un pobre robot y no tenía más que cuatro pertenencias. No las he recuperado, pero la verdad es que tampoco me inquieta demasiado. Ahora estoy más preocupado en conseguir estabilizar mis sistemas, y mientras siga teniendo problemas de coordinación y movilidad, en tratar de no tropezar con los carteles de “¡Queremos la V1 ya!” que hay tirados por la calle. Están por todas partes, después de la transición la gente los tiró al suelo para pisotearlos y nadie se ha molestado en recogerlos.