El Perro de Fuego.
Tinsvoia
Ante la desafortunada experiencia en el Gran Templo de la Representación Popular y la agonía política que respira este país, mi alma marcha libre en busca del Poder Representativo y decide viajar y ver mundo.
Así une es libre, puede volar hasta las más preciadas alturas y autorealizarse en profundidades que ni las más cristalinas aguas alcanzan a enseñar a los ojos de este desgarrado mundo.
Durante mi etapa de Representación Popular conocí al perro de fuego. Su aliento traía oro y lluvia de oro, ¡qué tiene que ver él con la ceniza y el humo caliente! Del Estado se desprendió la risa, ¡le repugna vomitar y salivar y escupir! El oro y la risa los saca del corazón de la tierra; el perro supo entonces que el corazón de la tierra es de oro, con lo que el perro de fuego, profiriendo un ¡guau!, ¡guau!, lleno de envidia por el Poder Paralelo, bajó a su caverna, con el rabo entre las piernas. El perro de fuego es un perro hipócrita al que le gusta hablar con un gran aparato de aullidos y humo.
Así hablaba Yo.
Créditos para Nietzsche, por cierto.
Comments
pero si esto es un shout, que hace en la prensa? eres un puto mago negro?
Who knows.
Pero entonces ¿quieres decir que el perro de fuego es el monstruo de la última pantalla?
Sí y no, ¿quizá? Desde luego es lo último que vi por aquí.
una traducción por favor.
Es una crítica (básicamente) a cómo funcionó el Congreso en el mes que estuve, había casi odio entre los representantes, no existían avances significativos y nos teníamos que encargar de un número absurdo de denuncias por faltas de respeto que no deberían ocurrir a ese nivel.
Yo nunca vi a nadie criticar al Congreso.
ahhh lo de costumbre, me he ido 3 años y era igual