El Motín del café

Day 968, 05:54 Published in Spain Spain by Pechorin
Una noche de verano, rondando el célebre día 1000, tuvo lugar en Asturias el denominado Motín del café, en el que se lanzó al mar todo un cargamento de café. Fue un acto de protesta de los ciudadanos eSpañoles contra el Gobierno de turno y es considerado un precedente del proceso de renovación política ciudadana.


Siete ministerios mudos por lo menos cada mes
café,café,café el saco de café


Las subidas de impuestos aplicadas por el Gobierno a lo largo de dicho verano hicieron que los eSpañoles se disgustaran por el trato dado al Congreso y a la ciudadanía en general. A pesar de eso, lo que más alteró los ánimos de la población fue que se decidió subir los impuestos a todos los productos excepto a uno, el café.

Los ciudadanos sospechaban que la exención de impuestos para el café era simplemente otra artimaña del Gobierno para contentar a los burócratas y saimazeros irredentos.

Ante la presión popular el Gobierno subió los impuestos relativos al café pero sospechosamente el consumo de este producto bajó hasta límites increibles. Un ambiente de suspicacia general embargo a los ciudadanos que acabaron por descubrir que el café era traído de contrabando y no pagaba por tanto impuestos como todos los demás productos.


Desde que no "hay" café la cosa está que arde

El gobierno dependía fuertemente del café de contrabando que le era proporcionado por reconocidos y reputados ciudadanos. Dichos ciudadanos confabulaban constantemente y tenían un plan maestro: generar en los guardianes de las llaves de la tesorería estatal un exagerado estado de confianza en el prójimo mediante la ingesta masiva de café. De ese modo, entre sorbo y sorbo poder sacar buen provecho de los impuestos recaudados.

Se produjeron protestas en Madrid, Cataluña, Valle de México y otras grandes regiones, pero fueron las protestas de Asturias las que más impacto tuvieron. Entre tragos de sidra y vivas a la libertad, estibadores, ciudadanos y harvesters varios, se reunieron en asambleas para debatir. Nunca se habían leído tantos periódicos como entonces.

Una noche despejada, se puso en marcha el movimiento. Antes de que se desembarcarse el café, un grupo de patriotas revolucionarios se disfrazaron de momios y de trolls, dejaron la gran asamblea de protesta y se dirigieron al muelle, donde estaban el carguero Repuestos Mecánicos Manolito y los recién llegados Bogota y Mezcla Especial. Rápida y eficientemente, armados con hachas Q3 y cuchillos Q1, amedrentaron a los marineros y subieron sacos de café de la bodega a la cubierta. Abrieron los sacos y arrojaron el café por la borda.


El carguero Repuestos Mecánicos Manolito navega hacia Asturias sin sospechar nada

Al amanecer, 80 toneladas de café de un valor estimado de 500 gold fueron vertidas a las aguas del puerto de Asturias. El café se mezcló en las aguas cantábricas y durante semanas afectó a la vida marítima local, especialmente a los pulpos.

El Gobierno cerró el puerto de Asturias como represalia y declaró el estado de excepción, instaurando otras leyes conocidas como Aquí no hay lugar para las quejas (Actas Restrictivas) también llamadas Hacemos lo que queremos que para eso nos han votado (Actas Aclarativas) o Mira que cierro el grifo (Actas Coercitivas). Sin embargo, otros grupos de patriotas fueron inspirados para llevar a cabo actos similares, como la quema del carguero Mi Coche Tuneao Ruge Como Ninguno.

El motín del café de Asturias, con el tiempo, demostró ser una de las varias causas que condujeron a una renovación de la política eSpañola, a un mayor respeto y entendimiento entre Gobierno y Congreso y a una mayor transparencia informativa. Al menos, este motín y la reacción que lo siguió sirvieron para consolidar el apoyo a los movimientos patrióticos quienes, a fin de cuentas, tuvieron éxito en la recuperación del debate en la vida pública.


Época de celebraciones, época de sidras

En cuanto al consumo del café, muchos ciudadanos, en Asturias y otros lugares del país, juraron no tomar dicha bebida como señal de protesta, prefiriendo tomar sidra, cerveza o licorazos varios. No obstante, el Gobierno jamás renunció a la ingesta masiva de café ni al patrocinio de Saimaza en sus boletines.


*En recuerdo del célebre Motín del té de Boston de 1773.