Crónica eZombi-electoral con Cruel Aniversario

Day 1,829, 12:15 Published in Spain Spain by Espaugyl





Soy Corresponsal de Guerra a mi pesar, sí, porque eso de la velocidad que cogen las balas y esas cosas no es algo que me guste especialmente. Mucho he visto y vivido, y casi de todo he hecho para sobrevivir y dejar a deber en este eMundo. He dejado cuentas etílicas sin pagar en varios continentes, he corrido delante de mis enemigos en infinidad de países y he visto desde homínidos crueles y viseros que ahora son amigos a ePresidentes de excelentes campañas electorales y mejores piernas para correr con su medalla, pero en estos días he descubierto cosas que no me esperaba, cosas que me han helado la sangre, cosas terribles sobre maldad monetaria y oscuros animales, en todos los sentidos, oscuros animales de nula responsabilidad y amplio poder de hacer ver lo contrario… pero desvarío, comencemos por el principio.

Me encontraba recién levantado, en amarronados calzoncillos con solera, bien temprano, con el sol en la vertical, rebuscando Esp entre los cojines del sofá como cada mañana, por ver si las monedas que se habían colado sin mi permiso por los recovecos se habían reproducido en cautividad. Decepcionado por sólo encontrar pelusas que casi sabían hablar y otros indefinidos cultivos orgánicos que preferí ignorar, oí unos gritos de novatos que llamaron mi atención.

No soy yo de esos buenos samaritanos que ayudan a riesgo de vivir menos, que este eMundo está lleno de peligros y de cabrones, con perdón, pero la curiosidad es algo innata en mí y si la satisfago desde el disimulo de una ventana que alguna vez estuvo limpia pues mucho mejor, que cuanto menos se ve al observador más se puede observar sin sufrir lo mismo que el observado, que en este caso no era uno sino muchos y muy novatos, corriendo todos despavoridos entre gritos extraños… algo así como: "¡Con lengua no, con lengua no!".



Novatos corriendo en pleno ataque de pánico… o había noticia o mejor correr con ellos en dirección contraria al peligro.


El grito me hizo rememorar grandes episodios lantánicos de mi eVida, todos ellos acabados en Urgencias por el impacto de objetos con aristas, pero sé que cuando Lantanique me grita esas cosas y me golpea es porque reprime absurdamente sus más salvajes sentimientos horizontales hacia mí. No quise ponerme romántico con estas remembranzas, porque cuando mi sexapil se siente enamorado luego es difícil ponerse los pantalones, por lo que tuve la precaución de aplicarme unos cubitos de hielo en las ingles para aminorar la crecida de recuerdos amorosos y me dispuse a adelantar a la manada desbocada de novatos en pleno ataque de pánico para averiguar lo que pasaba, que ni loco iba a averiguarlo yendo en la dirección de la que venían.

Una vez que con una certera piedra pude parar al más rezagado, comencé mi labor periodística e interrogué a la criatura enseñándole la piedra cada vez que volvía a mirarme ojipláticamente y entraba en trance ante el pánico que le provocaba lo sucedido.

-¡Se lo juro, hay eZombis!- me aseguró el novatillo haciéndome pensar que no tenía aún muy claro de qué iba este eMundo y que quizás venía de otro.

-Que no jovenzuelo- le intenté explicar- que el jalogüín ya pasó gracias a eDios, que eran tontos muy tontos copiando costumbres antiespañolas y foráneas, que bajo esos harapos había sólo gente confusa de escasas raíces patrias.

-¡Que le digo que hay eZombis! Muchos eran normales hasta hace poco, tenían ideas propias y sabían quién era de fiar y quién no, pero una especie de grajo habla con ellos y les hace ver que su plumaje es blanco y no negro, que nunca ha abandonado los proyectos que ha comenzado, que nunca dimitió el primero de eMinistro en un nefasto eGobierno, ni que mintió como un bellaco mientras estuvo en él… y lo peor… lo peor… es que ahora quiere ser ePresidente.



Respetables eciudadanos de eEspaña tras ser zombificados por su oscuro líder buscando novatos para ser besados en la campaña electoral en ciernes


-Pues no le votes- contesté con naturalidad.

-Pero es que hace programas electorales con excelentes gráficos y diseño y… ¡hasta música!

-¡Coño! ¡Pues ahí lo tienes! ¿Acaso no sabes que hay una regla de oro en este eMundo? Cuanto mejores gráficos y diseño de chorradas que saltan a la vista, peor gobierno y antes saldrá corriendo con la medalla. Pero… ¿por eso corrías y gritabas ”con lengua no”?- pregunté aún confuso.

-No, no era por eso, con no votar es suficiente, pero está de campaña electoral, de chat en chat, con artículos pretendiendo dar una imagen divertida que no cuela, confundiendo gatos japoneses con gatos chinos y… besando a niños y abrazando a ancianos, es decir, besando a novatos y zombificando a viejunos desprevenidos. Y ya ha besado con lengua a media docena de novatos… déjeme seguir corriendo por eDios.


No fui capaz de retenerlo por más tiempo, y no porque me compadeciera de él, sino porque yo mismo salí corriendo despavorido horrorizado por lo que contaba, que aunque soy de los que piensan que correr casi supersónicamente y una piedra en el bolsillo dan mucha seguridad, rompí a sudar en pleno y fresco otoño al pensar que semejante peligro estaba cerca.

Pero mi carrera acabó pronto, que el día sólo acababa de empezar, no siendo más de las 14:00 horas, y ya prometía. De golpe frené estupefacto cuando vi lo que me pareció un romántico más con ideas extrañas sobre la seducción, un amateur en estas lides con mucho que aprender de un maestro, pero su gusto era deplorable, pues lo mismo intentaba enamorar a bellas jugadoras de talla 34 como a rudos jugadores de accesos faciales de pus como granos de café, y siempre con la misma y recurrente táctica de abrir la gabardina y mostrarse en su esplendor… con escaso éxito.



Tácticas románticas hay muchas, pero esta no era lo que parecía…


-Joven, así no conseguirá nada- le advertí mientras afortunadamente aún me daba la espalda.- Si no discrimina entre jugadoras y jugadores probablemente lo tomarán por un habitual Admin invertido, y le comento que si hace esto en un lugar público y de fácil escape nunca llegará a consumar su amor, le recomiendo callejones oscuros, cuerdas y…- no pude seguir, en aquel momento el individuo se giró dejándome paralizado por el terror.

-Grracias por sus consejos Herr Espau- Gyl, perro se confunde, el amorr lo dejo parra cuando chocopunteo en mis amadas mazmorras en la sede centrral de la GestapoeRepublik- se dirigió a mí un aparentemente apenado Herr Hans, aunque sí le noté cierta lascivia en su mirada.

-Perdone caballero, creo que se confunde, mi nombre es Nakked, un fiero tigre que no sé cómo he sido domado por quien me decía de todo, algo me han echado en la bebida sin duda, es por eso que voy a un médico a que me hagan un lavado de estómago con wiski y brandi de Jerez, mano de santo, no le digo más- improvisé mientras intentaba poner en funcionamiento mis innatas condiciones de velocista en dirección contraria al peligro.

-No es necesarrrio que siga interrprretando, Herr Espau-Gyl, hoy mi misión es otrra, comprreme algo- me dijo abriéndose la gabardina y obligándome a mirar con terror y luego con alivio… aunque mi cartera vacía sufrió un atávico espasmo de cuando alguna vez contuvo Esp.

-Esto… ¿es para el viaje de fin de curso?- improvisé mientras miraba nervioso en todas direcciones buscando una ruta de escape, que un Admin es siempre un Admin.



Herr Hans y sus tácticas comerciales de la GestapoeRepublik. Al parecer cada vez cuesta más llenarle el depósito al Rolls Royce del AdminFuhrer Halesius


-Estamos en Crrisis, hay que aprrovecharr los aniverrsarrios, onomásticas, Navidad y cualquierr excusa, no sea malo conmigo, con la de chocopuntos que le he prroporrcionado, cómprreme algo, el amado AdminFuhrer Halesius hace semanas que no ha podido comprrarse otro yate.

-Por supuesto, para qué están las víctimas si no- dije al tiempo que hacía como para coger mi paupérrima cartera aprovechando para agarrar la piedra que aún tenía en el bolsillo, tirarla hacia el lugar donde se unen las piernas de un Admin y huir acongojado por los teutónicos aullidos de agónico dolor pudendo que aquel traicionero e invertido daba mientras prometía hacerme no se qué con algo al rojo por dónde ni quise oír.



Desde El Bar, donde he encontrado refugio astutamente escondido bajo un taburete y rodeándome de botellines de cerveza previamente vaciados por uno mismo, se despide este Corresponsal de Guerra esperando al menos que el día mejore si pasa por aquí una beldad felina lantánica de rizado pelo a la que, para no descubrirme, sólo le rozaré sus torneadas piernas sin decir que soy yo… y no precisamente con la mano.


Espaugyl