Crónica de un Docente, Sabrosas Alumnas y el Sempiterno Peligro Admin

Day 1,815, 11:02 Published in Spain Spain by Espaugyl





Para quienes aún no lo sepan, vivir de lo que da ser Corresponsal de Guerra suele ser bastante difícil, azarosamente rocambolesco o casi imposible, por no decir imposible del todo, por lo que para poder llenar la despensa y, sobre todo, el mueble bar, debo ser ingenioso a la par que discreto, ya que no todo el mundo llega a comprender mi afición a registrar los cadáveres tras las batallas y/o llevarme sus botas cuando están en buen estado… de los dientes de oro y piercings testiculares mejor ni hablamos.



A veces sigo a algún soldado de brillante sonrisa hasta que por fin el enemigo tiene buena puntería, momento en el que acudo a “socorrerlo” con mis alicates… muchas veces mi Crónica viene con prima aurífica


Os cuento esto porque hace ya algún tiempo decidí, en busca de remuneración y bebidas, colaborar con un proyecto periodístico inconcluso, como todos los que aborda el oscuro pájaro promotor, tras lo cual lo continué por mi cuenta con agradables resultados. No soy de dejar cosas a medias, de hecho suelen dejarme a mí a medias cuando mi concepto de las feromonas se confunde en la fina línea de los olores corporales, límite que no suelen tener bien definido las féminas a las que me acerco, por lo que, como digo, para no dejar el curso a medias, abrí mi propia academia de periodismo, la “Academia Espaugyl para Srtas de Buen Ver y Algunos Alumnos” donde doy primacía, en mi habitual comportamiento caballeresco, hacia ellas y a mi sexapil.

Esta Academia ha sido fuente de muchas alegrías para este docente, porque emolumentos lo que se dice emolumentos pues ninguno, pero al menos es un regalo para la vista y para mis partes pudendas a pesar de estar firmemente encerradas en su prisión amarronada y acartonada calzoncilleril. A decir verdad los alumnos no me terminan de molestar, a veces son útiles para traer café o borrar la pizarra, pero si alguno pretende ponerse en primera fila y desplazar a alguna de mis alumnas con sus bonitos uniformes obligatorios y carentes de botones casi hasta el final del esternón… será expulsado y no por la puerta precisamente.

Eso sí, adoro las tutorías porque, para quien no lo sepa, mi apartamento y la Academia es la misma cosa, por lo que los alumnos los suelo sentar junto a la puerta del cuarto de baño… perdón, tras la puerta del cuarto de baño, y a mis alumnas las sitúo donde más alegren la vista y lo que no es la vista, siendo el despacho para las tutorías mi dormitorio, con una elegante y plegable mesa de playa junto a la cama, cama que uso cual señorial sillón, de una comodidad absoluta, pues entre las sábanas aún hay mullidas pelusas ombligales de inquilinos anteriores.



Uniforme Oficial de la Academia que nunca ha terminado de estar establecido a pesar de mi insistencia… aunque a veces me alegran la tarde con alguna prenda. Los alumnos como si vienen con un mono azul de trabajo y un chaquetón bien gordo.


Pues estaba en una de mis tutorías, esperando por si alguna alumna traspasaba el umbral con cualquier duda (dudas que siempre intento aclarar queriendo sentar a la inocente colegiala en mis rodillas para mejor comprensión... pero siempre se quedan de pie y cerca de la puerta las muy desconfiadas), cuando quien entró por la puerta me congeló el alma y me dejó la libido casi debajo de la cama buscando refugio.

-¿Se puede entrrar Herr Prrofesorr?- preguntó melosamente un engendro que no tendré más remedio que olvidar con muchas muchas muchas sesiones de intoxicación etílica.

-¡He dicho que si se puede, Herr Espau Gyl!- repitió en un tono más que conocido el teutónico Admin de la GestapoeRepublik que avanzaba decidido hacia mí desestabilizándose a cada paso por culpa de los tacones.

-Se confunde usted, bella alumna- disimulé como si no hubiese reconocido a Herr Hans bajo su particular adaptación del uniforme escolar de mi Academia- Mi nombre es Grajo, del Proyecto 3 de Copas y ya me iba de este lugar para comenzar un ministerio y dimitir el primero, y se lo puedo explicar en tres idiomas, dos dialectos y en silbo gomero si hace falta.



Herr Hans haciéndose pasar por una de mis alumnas o viniendo de una reunión de Admins, no lo sé


-No me engañarrá con su verrbo fácil, Herr Espau Gyl, sé quien es y lo que prretende- me dijo mirándome a los ojos al tiempo que se sentaba en mis rodillas para no dejarme escapar… creo.

-Le juro por mis whiskys que mis pretensiones con sanas, higiénicas y saludables, que si tengo alumnas lantánicas, floridianas, de la realeza navarra, elficas o cañaillas (signifique eso lo que signifique en este eMundo) no es culpa mía, seguro que todo se ha debido a un malentendido cultural, en esta Academia decir “quítese un botón más” no significa lo mismo que en otros lugares.

-Herr Espau Gyl, no sé de lo que me habla ni me interresa, vengo a adverrtirle y no a detenerrlo… soy un sentimental- me dijo mientras me corría un sudor frío por mis ingles al ver como se retocaba el carmín de los labios con un espejito.- Su sexto tema del currso sobre nosotros los Admins ya cirrcula, no podemos perrmitirr su difusión, si alguien hace uso de él… vendrré a porr usted y en los calabozos… sólo le dirré que no le apetecerrá sentarrse en una temporrada.

Ni pude replicar ni me dio tiempo, porque tal como llegó y me dijo aquello tan sonriente, con su aliento tan cerca de mi cara y su saliva volando hacia mis ojos tal como pronunciaba la bella lengua de Cervantes, se levantó y se fue. Aún con mis gónadas intentando usurpar el lugar de mis amígdalas me asomé por la ventana por si lo veía vigilando mi casa, pero sólo vi como Herr Hans se paraba ante mi casa, se volvía, sonreía y desaparecía entre carcajadas al amparo de una misteriosa niebla a su alrededor… tampoco descarté que hubiese desaparecido por una alcantarilla sin tapa junto a la que se encontraba, que suele ser el medio habitual de transporte de la raza Admin.



Esto para los Admins es el equivalente a una entrada del metro para los que somos algo más humanos


Todo aquello me hizo reflexionar. Después del sexto y último tema la Academia pasaría a mejor vida, bastante tengo como Corresponsal de Guerra para encima tener tras de mí otra vez a la invertida GestapoeRepublik con sus Admins de desviados apetitos… lo cual me hizo recordar que mi sexapil seguía ahí, dormidito, y hacía algún tiempo que Lantanique me enviaba evidentes señales de deseo con su extraña lógica inversa, es decir, con mayor desprecio e indiferencia de lo habitual, y si mi vida estaba en peligro y no tenía hacia donde correr mejor darle una oportunidad a esa beldad felina a la que tanto he hecho sufrir por no poseerla.


Desde mi casa-Academia, rebuscando el número de teléfono de Lantanique bajo un montón casi sólido de semialmidonados calzoncillos amarronados, se despide este Corresponsal de Guerra que quiere dar horizontalidad desinteresadamente antes de que una temporada de calabozo lo haga estar de pie varias semanas.


Espaugyl