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En el capítulo anterior, Inaya decide presentarse a las elecciones al Congreso tras darle tantas vueltas, pero aun sigue con dudas de que hacer, de si presentarse o no...

1º Parte: ¿Inaya al Congreso v2.0?



Me encontraba bajo el puente de Arakawa pasando el rato, jugando a hacer barquitos y ponerlos en el río:

- ¿Llegarán mis barquitos al mar? Esto parece una carrera política, como la mía, cuando llegué a eRepublik empecé por lo más bajo, afiliada de un partido, pronto me hice con el liderazgo de aquel pequeño partido, lo que viene a ser el principio del camino hacia ese gran mar, ser congresista... podríamos decir que actualmente para mí es ese mar, si este pequeño barco puede llegar, ¡yo también puedo hacerlo!





Me levanté de allí cuando empecé a escuchar tiros, eran las campanas que utilizaba Pol para llamarnos a misa, como buenos Haruhistas que somos todos, vamos a misa al menos una vez por semana, y depende de con qué resaca se levante ese día Pol, duran más o menos.

Me acerqué y allí estaban todos, esperando de pie frente a Pol, parece que hoy se ha despertado de buen humor, así que no nos dará mucha chapa. Me uní a ellos y a los 5 minutos, Pol se preparó y empezó la misa.





Sí, a Pol le había dado por disparar al aire para hacer las misas, se basaba en decir “Poneros, estamos aquí reunidos para... tarratatatatata tatatata tatatata tatatata tatatata [...] tatata tatatata tatatata... Que Haruhi os proteja, amén.”

Antes de irme de allí, Sir Robin me paró:

- Sabemos que sigues con dudas, entra en la Santa Sede Haruhista y te encontrarás una pequeña sorpresa en el tablón de anuncios.

Entré dentro de la Santa Sede y me dirigí hacia el tablón. Habían colocado las listas del congreso, donde teníamos que presentarnos, mi nombre estaba el primero, ¡me habían concedido Asturias! Esta vez salía sí o sí, ¡me presentaba en la joya de eEspaña! Tenía que agradecérselo como fuera, así que me fui a pescar.





Le llené la casa de pescado para agradecérselo, así tendría para pegarse un buen festín con mi regalo, tenía que darle las gracias como fuera por lo que había hecho por mí. Una vez dejé todo el pescado en su cocina me marché, aunque a las horas le escuché gritar desde su casa por la ventana:

- ¡Aquí huele a pescado! ¡Huele terrible! ¡Pero qué es esto! Maldita Inaya me has llenado la casa de pescado, vuelvo a estar en deuda contigo porque para ti esto es un regalo, ¡maldita sea! ¡Jamás dejaré de estar en deuda contigo!





Como de costumbre, le cafeteé y me puse a hablar sola:

- Si es que siempre exagera... En un rato seguro que empezará con sus típicas agonizaciones por el asma, este hombre siempre está igual... ¿Cómo no iba a agradecerle la plaza del congreso? Algo tenía que hacer, ¿no? Bueno, el caso es que ahora lo tengo más fácil, es más difícil que fracase, ahora si que lo tengo decidido, me presento, renovaré un poco la sangre del congreso, intentaré de todo esto hacer una experiencia divertida, apoyaré al resto de mis compañeros ¡y lucharemos por hacer más divertido el congreso!





¡VOTA A INAYA, VOTA MORADO, VOTA AL PON!