¿Dejar un comentario? Cuando el no-poder te consume por dentro

Day 1,056, 09:17 Published in Spain Spain by dsfsfe

           

Deja un rato los Ñax porque hoy toca escribir y les trae un tema que se ha convertido en un problema y que le consume por dentro cada vez que comenta.

Recordemos…

El anterior artículo fue la presentación de otro periódico digital más en este Nuevo Mundo.

La idea fue bastante aceptada por la gente aunque no vi ese proyecto viable. Ahora mismo tenemos otros dos periódicos digitales que se enfrentan publicación tras publicación a la aceptación por parte de los lectores. ¿Lo conseguirán?

VRxxx

No, no se puede hablar de la vida real y menos de la mía por lo que he visto. Comentarios como No nos interesa tu vida son los que me animan a continuar con esta sección. Como iba diciendo he aprovechado este puente para viciarme en el photoshop y a Ñaxear por ahí. Todavía me queda hoy y mañana para viciarme.

1.- La difícil labor del comentario

Siendo un escritor pro-comentarista, cuando escribo un artículo siempre voy actualizando por ver qué me ha dicho la gente. Me encanta leer comentarios trabajando y poder contestarlos. Aunque también me gusta que la gente se moleste en decir ¡Votado! no me produce tanta satisfacción. Pero claro, parecerá un poco egoísta que uno vaya reclamando comentarios trabajados y que luego vaya comentando los otros artículos de la forma que él no quiere.
Es aquí cuando aparece esta desazón.

2.- Leyendo otros periódicos

Esta desazón es increíble cómo puede llegar a afectarte. Estás leyendo un artículo cuando resulta que llegas al final y cuando vas a comentar recuerdas como quieres que sean los comentarios en tus artículos. Lo vas intentando una vez y otra pero siempre acabas borrándolo. No te salen las palabras pero tampoco quieres escribir una tontería.

Es igual cómo intentes disimularlo. No te servirá escribir un jajajaja delante de un votado. Al final será lo mismo. Es aquí cuando te planteas la pregunta: ¿Vale la pena comentar?



Esta pregunta es muy difícil de contestar. Yo mismo tampoco lo sé. Aunque quiera buenos comentarios en mis artículos –que tampoco soy quién para decir si son buenos o malos- no ver ni uno me produce una decepción de gran calibre.

Muchas veces he acabado borrando todos los posibles comentarios y cerrando los artículos sin haber comentado. No sabes qué prefiere el otro escritor pero sí sabes lo que quieres tú.

Tú decides no comentar un ¡Votado! porque en tu periódico no querías un comentario así. Pero, ¿Y si el escritor del artículo que intentas comentar sí lo quiere? Es una decisión muy difícil que debes tomar cada vez que acabas de leer un artículo. ¿No escribirlo sería egoísta? ¿De quién es culpa que los artículos no se comenten? ¿Que haya comentarios es sinónimo de que el artículo es bueno? ¿Por qué la gente no comenta? Son preguntas que en este Nuevo Mundo no tienen respuesta.

¿Solucionar este problema? La respuesta a estas preguntas reside en nuestro interior. Nadie puede decirte cómo debes comentar porque esto debes saberlo tú.

3.- El furor de la temática periodística

Uno de los otros factores que intervienen en este problema es el furor de la temática periodística.

Muchos de los escritores ya sabemos desde hace tiempo qué pasa con la temática de los periódicos en eRepublik. Tenemos varios enemigos si escogemos una “mala” temática. En parte es culpa de la aceptación. De aceptación no hay mucha y menos si se trata de una temática poco útil. En eR está claro que triunfan más las noticias que aportan datos, secretos, misterios, etc. Muchas veces si te apartas un poco de los temas exitosos suelen atacarte diciendo que hablas de la VR.

         

Para ver qué temas causan más furor entre las personalidades o ciudadanía eRepublikana sólo debemos fijarnos en los comentarios. Hay artículos de opinión que despiertan debates –y conversaciones- entre los comentaristas. E igual con los temas que he dicho antes. Sin embargo, cuando les pones delante de los ojos un artículo con una temática nueva, desconocida o sencillamente apartada de la eRealidad, te contestan con ¡Votado!, o algo por el estilo. Quizá lo hacen porque tampoco lo entienden o no saben a qué bien el tema.

Lo peor es cuando te reportan por spam diciendo que hablas de la vida real. ¿Hablar de filosofía es hablar de la vida real? Muchos en eRepublik te dirán que sí, y con muchos otros temas. ¿Qué debemos hacer entonces? ¿Escribir un montón de artículos hablando de lo mismo para que la gente repita sus comentarios en todos, o buscar en lo más profundo de las mentes lectoras arriesgándote a no causar furor?

Cuando tú eres uno de esos escritores que escribes sobre temas que no causan furor ya estás un poco mentalizado de que puedes recibir críticas o pocos comentarios. Es por eso que te afecta aún más el problema del que estamos hablando. Por eso también siempre intentas currarte un buen comentario y que no te salga nada a la hora de la verdad te produce otra vez ese mal estar.

      

4.- Conclusión

No puedo. No puedo decirte cómo debes comentar. No puedo decirte que si sólo tienes un ¡Votado! no comentes. Pero ahora mismo te diría que comentaras. Sí, comenta. Quizá no le guste lo que escribas pero creo que ahora mismo es lo mejor. Quizá al final de diez comentarios sólo uno te diga algo “trabajado”, pero quizá esos comentarios sean una señal de que se han leído el artículo y así quizá animen al escritor a seguir escribiendo.

Nota del escritor:

El quinto punto en realidad era un artículo del periódico La Renaixença pero creo que pega más dentro de este artículo ya que lo complementa. Seguramente La Renaixença quede cerrado por siempre pero os animo a que no dejéis morir a los otros periódicos digitales. Quizá ahora mismo no tengan mucha repercusión pero es que nadie ha dicho que sea fácil.