"Historias de Batalla : Zona Central"

Day 1,709, 22:09 Published in Chile Thailand by Nufth
Capítulo 1: Son bellos los huemules ¿no?

Era Grácil y Tranquilo el aire que se respiraba en Valparaíso, Después de tanta guerra mis camaradas y yo necesitábamos un buen descanso, volví a mirar mi reloj, una joya sacada de algún botín de guerra, era ya tarde y tenía que reunirme con mis camaradas en un Antro local, pues son muy amigos de las tan deliciosas bebidas alcohólicas. El Antro ya había sido completamente reservado por nuestra Comandante, Dinero no le faltaba para tal acto, mientras pasaba por la puerta principal lo primero que vi fue a mis compañeros de armas cantando y bebiendo casi al unísono, me uno a ellos tomando asiento en una de las sillas disponibles al lado de una persona a quien consideraba casi un padre, vestía un uniforme extraño, como la mayoría de los miembros del alto mando, le llamaban Jote, Abusador de su poder, pero su nombre era Pinitus , ni más ni menos.


Ver a uno de mis superiores tomar como si fuera la última cantimplora…

Cuando una estimado moza me sirvió el adorado elixir ancestral, me uní a una de las conversaciones que hablaban los más veteranos de Imperio:
- ¿Recuerdas como el ebrio de mierda casi nos manda a morir a Zona Central la primera vez? – hablaba un malhumorado y misógino veterano.
- ¿Quién es el ebrio de mierda? – pregunté-
- Nuestro estimado presidente, compañero- respondió un camarada entre carcajadas del resto.
- ¿Qué pasó en Zona Central la primera vez? Tengo entendido que no hubo muchos problemas.
- ¡Mentiras! Esto ocurrió exactamente así… -

“ Luego que nuestra Comandante se presentara en su correspondiente coche militar blindado, nos informó a nosotros, las divisiones 3 y 4, que debíamos marchar desde Zona Sur a Zona Central, obviamente armados hasta los dientes, pero mi compañero de la división 3, hincha acérrimo de la Universidad de chile pregunta ¿Hay posibilidad de ganar, Daanitha? , a lo que nuestra Comandante respondió Quizá sí, Quizá no, todo depende de cómo nos reciban los che y sus aliados , eso significaba una sola cosa: íbamos directo a un matadero. Listos los preparativos nos alistamos con los demás miembro de las otras unidades, recuerdo a algunos Valhalla, otros de de UMR y otros de tantas UM que podría seguir nombrando por un buen rato… todos listos y dispuestos, según la información que teníamos la victoria era posible… muy posible, no preguntábamos nada más, nos seguimos por esa fe ciega que tienen los soldados por recuperar su nación, quería nuevamente ver esos ciervos correr por la pradera… digo huemules, mientras cada uno subía a su respectivo medio de transporte ya sea aéreo o terrestre para el ataque, me maravillaba viendo la vanguardia del ejército chileno, la gigantesca mole de División 1 y 2, productos de una masiva campaña de reclutamiento que dio resultados fructíferos, marchaban como parte de las tropas de choque directo a la batalla, se decía que en sus divisiones siempre ganaban, no podíamos decir lo mismo en nuestras propias divisiones, Ya crecerán y conquistaremos todo se decía muy a menudo en el campamento. Solo escuchaba como el trasporte hollaba el camino… cuando comenzó el fuego de los argentinos… el conductor era un demonio al volante pero esquivaba los disparos con gran precisión, mientras nosotros hacíamos lo nuestro disparando cuando podíamos… cuando llegamos a territorio urbano, todo era un puto caos, el fuego de las ametralladoras argentinas nos diezmó rápidamente… los pocos que seguíamos suficientemente preparados y con munición hacíamos lo que podíamos ante tan arrolladora fuerza defensora, muchos se preguntaban ¿Los tanques extranjeros, la ayuda aliada donde está? , en Europa Claramente estaba. Finalmente se acercaba el momento álgido de la batalla en el cual logramos un pequeño avance a sangre y acero, pero aún así no fue suficiente, a pesar que nuestra división acorazada había luchado con tenacidad los argentinos habían logrado repelernos, entre tanto fail y tanque gastado, alguien se le ocurrió la gran idea de un “retirada estratégica” la cual no era más que una mera retirada, en fin, nuestro boleto a salir de ese infierno. Nos retiramos lo más rápido que pudimos, mientras las divisiones inferiores ganaban nosotros perdíamos, algo fallaba en nuestra estrategia, pero luego nos vengaríamos, en ese momento nos retiramos a zona más amistosa, buscando los bosques sureños…”


Nos esperaba para una nueva victoria