Sobre la derogación del Congreso Outgame

Day 1,554, 14:47 Published in Spain Spain by Warmnuel Palitos El Adjetivo

Bien, como supongo que no demasiada gente que no se pase asiduamente por el Foro Unificado de eEspaña tendrá conocimiento de lo que se cuece por allí, me gustaría informaros de que desde tiempo inmemoriales, en este juego el Congreso siempre se ha alojado en su propio subforo dentro del mismo, y allí se han debatido alianzas, cambios de impuestos, declaraciones de guerra y paz… vamos, aquellas cosas que el juego tiene previstas como funciones del Congreso; sin embargo, aparte de esa labor, el Congreso Outgame siempre ha servido para elaborar otro tipo de leyes, en ocasiones relacionadas con el devenir del juego, aunque no directamente, si bien en la mayoría de los casos estas leyes o bien eran inaplicables o bien eran inútiles.

Después de esta breve introducción, paso a relataros lo que venía a ser la intención por la cual he decidido escribir este artículo. Desde hace algunos meses, y como explico en este artículo, la actividad de ese Congreso Outgame del que hablamos se ha visto limitada casi exclusivamente a las funciones que la Cámara cumple ingame, con el aliciente de que el debate no existía y en gran parte de las ocasiones se seguían las directrices del Gobierno. En otras palabras: el Congreso se ha convertido, prácticamente, en una marioneta del Gobierno. Pues bien, este mes, con la llegada de un grupo de gente al que podríamos considerar bastante “digno”, a muchos se nos antojaba que tal vez se podría hacer algo para hacer remontar esta demacrada institución. Ciertamente, la legislatura empezó superando en tres días la suma de toda la actividad de los tres meses anteriores; cosa que, por otra parte, muchos de los congresistas allí reunidos esperábamos. Sin embargo, a los pocos días ese movimiento se fue diluyendo, hasta que todo quedó más o menos parecido a meses anteriores.


                  No sé a qué me recuerda…

Estando las cosas así, uno de los congresistas, harto de la situación, ha decidido presentar a debate la Ley de Derogación del Congreso Outgame, basando sus argumentos principales en lo comentado más arriba. El debate ha sido interesante, recomiendo su lectura (cabe apuntar que el Congreso seguiría siendo utilizado para debatir las propuestas ingame). Aquí está la votación.

Ahora bien, a pesar del deplorable estado del Congreso, ¿es viable eliminarlo del mapa de un plumazo?

Los días anteriores a esta propuesta de Justrell, se había estado debatiendo precisamente sobre el futuro de la Cámara, pero esta vez en los Pasillos del Congreso (de acceso limitado a los congresistas y miembros del Gobierno). Muchos de los participantes coincidíamos en que no podía seguirse así; el modelo sobre el que se asentaba el Congreso había dejado de funcionar tiempo atrás, y se hacía evidente que de proseguir por ese camino se llegaría a una situación insostenible. Una estructura que data de la V1 es absoluta y completamente ineficaz e inadecuada para los tiempos que corren; un anacronismo de tiempos en los que las posibilidades que ofrecía el juego eran mayores y la actividad superaba a la actual. La necesidad de renovar completamente todo lo relacionado con la institución legisladora era (y es) un punto de acuerdo entre los congresistas que ocupan sus sillones a día de hoy. Sin embargo, esta propuesta tal radical y crítica ha levantado un movimiento pro-Congreso que no se veía desde hace tiempo.

El problema de base del Congreso Outgame ha sido que durante un largo tiempo las leyes que eran debatidas y aprobadas apenas tenían relación real con las funciones que un órgano legislativo habría de cumplir, y en un alto porcentaje de las ocasiones éstas eran además inútiles y absolutamente inaplicables en el ámbito ingame del juego. Probablemente, las últimas leyes que realmente cumplían su cometido provenían de la V1 de eRepublik, relacionadas sobre todo con los bienes públicos y asuntos de parecida materia (qué casualidad que desde el fin de esa versión ninguna ley haya servido para nada). El resto de legislación surgida a partir de ese punto parecía provenir más bien de una aparente necesidad de legislar por parte de los congresistas que una necesidad real y social de ello; esta situación bien podría derivarse de una confusión en las funciones que el Congreso ha de llevar a cabo: se pasa de ser una simple herramienta para reconocer los problemas y necesidades de la sociedad e intentar solucionarlos mediante leyes y/o medidas plausibles y útiles, así como de ejercer un control de las labores del Gobierno (para eso reside el poder de la moción de censura en la Cámara, no para afrontar rencillas personales entre las distintas facciones de los opositores a un Gobierno); a pensar que "somos congresistas y tenemos que hacer leyes". Dos conceptos sin duda bien distintos. Es probable que el Congreso tampoco haya sido capaz de reconocer y analizar los dilemas a los que la comunidad se veía sometida, pero todo se inclina más bien hacia el desconocimiento de las funciones que han de cumplirse al tener una parcela de poder en la Alta Cámara.

            
        Confundirse y pensar que se es una cosa distinta a la que realmente somos.

La culpa de esto podemos buscarla en muchos sitios. Partidos políticos, ciudadanos individuales, el propio devenir del juego… Un tema que trataré de abordar en otro artículo. Lo que es obvio es que el Congreso y la gente que se ha encargado de él no han sido capaces de adaptarse a los tiempos que corren.

Ahora bien, una decisión tan drástica como la de eliminar el Congreso Outgame hay que tomarla con extrema precaución, y teniendo muy en cuenta las consecuencias. Si bien las razones que se dan a favor de dicha propuesta son ciertas, los cambios deberían ir orientados hacia otro lugar. Los motivos por los que el Congreso Outgame fue creado tenían su razón de ser: alguien debe ocuparse de ponerle límites al Gobierno, de encauzar su labor hacia objetivos provechosos. Sin la existencia de esta institución, nada podría realmente, por ejemplo, asegurar el mantenimiento de los diferentes ministerios, o recordar a las Fuerzas Armadas que son una entidad completa y absolutamente dependiente del Estado, y por ende, del Gobierno y el Congreso. Nadie con autoridad sobre el Gobierno controlaría en qué se emplea el dinero que proviene de los impuestos de los ciudadanos (recordemos que la estructura del Congreso está anticuada, por lo que la Comisión de Transparencia Económica tampoco servía en la actualidad; de ahí la escasa demanda por pertenecer a la misma). No podría justificarse una moción de censura basándose en ningún criterio de falta de desarrollo de las labores, pues esas labores no estarían controladas ni marcadas; podría decirse que una moción de censura sólo sería válida en caso de flagrante emergencia.

              
        La destrucción del Congreso podría acarrear el derrumbe de la sociedad española.

Que el Congreso necesita una modernización, renovación y ajuste a lo que pide la sociedad es innegable. Pero si derruimos un edificio tan complejo, puede que nunca seamos capaces de volverlo a levantar. ¿Qué pasos hay que seguir a partir de ahora? ¿Cuáles son las reformas que habría que empezar a encarar desde este mismo momento? El cambio ha de producirse en el fondo y no en la forma; un cambio de Reglamento poco podría hacer: las personas que llegan al Congreso seguirían siendo como son a pesar de ello. Puede que sea un comienzo, pero algo más hay que hacer…

Permítaseme citar una frase de Arcadia en la que se ve reflejada una reflexión que viene al pelo y que debería constituir los cimientos sobre los que se asiente aquello que vaya a ocurrir a partir de ahora:

“Parece mentira que tengamos que encerrarnos en este juego también en las reglas que nosotros mismos dictamos y no de las ideas iniciales por las que reglas se hicieron.”

           

Y recordad, el secreto para llegar a ser Media Mogul se esconde "bijaaiiin teh muuuusgoo".

           

              
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