Un Nuevo Hogar

Day 2,915, 10:54 Published in Spain Cuba by Billy S.

Una floja luz ilumina la redacción de mi querido diario. Pluma en mano me dispongo a redactar - ¿pero qué vas a redactar? - me pregunto. Das vueltas y vueltas en tu cabeza, pensando que escribir. Yo siempre lo he dicho, escribir es bueno, aunque no escribas nada interesante, aunque escribas desastrosamente mal. Te desahoga, te da libertad, puedes expresarte y opinar, sin importarte mucho lo que piensan los demás de ti, o de tus dichosos escritos. Si tú crees que tus escritos pueden influir, pueden hacer cambiar de opinión a las personas, aunque solo sean dos, o una, es suficiente. Justo en el momento en que dejas de pensar eso, escribir no te sirve para nada. Lo mismo pasa con tus ideologías. Justo en el momento en que dejas de creer en ellas, se acabó, no intentes volver atrás, ya no podrás creer en ellas nunca más.
Siempre te critican, siempre hay alguien intentando crear dudas en tu cabeza. Pero eso no pasará, uno lo sabe, uno cree que esto es lo correcto. A uno siempre le dicen lo mismo, la misma pregunta - ¿porqué eres así? – Y yo les digo que no quiero gloria ni riquezas, no quiero cartas de promesas hundidas en el mar, no quiero ni palacios ni princesas, no quiero llantos, ni quiero tristezas. Empecemos a caminar. Caminemos, eso es lo que debemos hacer, nunca huir, caminemos juntos, todos juntos. No perdamos nuestra esencia. Luchemos por lo que amamos.

Esa palabra, amor, que tantas veces duele, amor en lo que creemos. Pasión y lucha. Pasión y lucha pueden provocar un escenario único. Caen palacios, gritamos justicia a los cuatro vientos, y sabes que en la plaza lo puedes hacer. Que desde allí puedes alzar una tragedia para todos aquellos que te critican. Arrancas las costuras del poder, luchas por cambiar las cosas. Disfrazados van los de arriba, una vez muerta la democracia, esos aparentan lo que no son. Palabras blancas, vuelven a mentir, quieren envenenarte la gloria, pero no ven que se pierden en su propio trono. Lo sabemos, los amos de ayer son los mismos de hoy. Pero nosotros somos la brisa del presente. La gente que sueña con la gran explosión. Resistiendo embestidas sin ser derribados. Vamos lentos, pero vamos lejos. Paso a paso, quilómetro a quilómetro.