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Faltaban pocos minutos para que los primeros rayos de sol iluminasen el patio del Castillo Negro, y la mayoría de insensatos que conoció ayer ya estaban delante de la armería. Todos, excepto uno…

- Buenos días. Veo que ya estáis casi todos… ¿Dónde está Charly expres?
- Yo se lo diré: El muy astuto tenía planeado irse con usted para desertar, pero al descubrir que se planteaba quedar aquí una pequeña temporada huyó por la noche. No se preocupe, ya han salido varios hermanos para “convencerlo” de que vuelva… -La cara de ese joven era desconocida para Luwin- Por cierto, mi nombre es Fenoglioteam. No soy tan diestro con la espada como mi hermano Jony, pero más de uno se lamentaría de estar ante mi… Si no tiene inconveniente, me gustaría acompañarlo en su viaje.
- Una lástima lo de Charly… En fin, siempre he pensado que diez era un buen número para empezar… Entrad dentro, utilizaremos la entrada a las ratoneras de la herrería para buscar los preciados libros.

Una vez dentro, era el momento de explicarles los planes:
- Escuchad, supongo que lleváis encima los mapas que os dejaron en vuestras estancias. En él hay cinco caminos marcados, vosotros iréis por esos cinco. Yo iré por un sexto, debo comprobar un par de cosas… ¿Ya sabéis por qué camino ir cada uno?
- Claro que sí, milord. Lo hemos estado discutiendo antes de su llegada, y lo hemos decidido de esta manera:
“Tanto Miguel como Jony tomarán el primer camino. Por el segundo, irán Pirotecnic y Fenoglioteam, mientras que por el tercero iremos Uklonil y servidora, Medusa. Por el cuarto irán Gazpachinn y Eclank, y para finalizar el quinto será revisado por Ragnnar y Pabs”

- Perfecto pues, adelante. Recordad que buscamos unos libros con la palabra “Shakta” y una especie de tótem dibujado. Si los encontráis, traerlos de vuelta. Y recordad, cuando se os acaben cuatro de las diez velas que lleváis, volved. No queremos que se pierda nadie por el camino…

Mientras observaba cómo iban entrando camino a las ratoneras, no paraba de repasar mentalmente el camino que le llevó en aquella ocasión a esa sala. La sala donde empezó su pesadilla. Donde descubrió quien era en realidad, y no la mentira que había vivido hasta el momento. Fue el último en entrar, inmerso en sus mejores y, a su vez, más dolorosos recuerdos…

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- Venga, tira hacia adelante, que a este ritmo vamos a ser los últimos en salir… ¿O acaso tienes miedo de estar aquí abajo, señorito del sur?
- No digas tonterías, Jony! La verdad, me alegro de ir con un capa negra… Por cierto, ¿por que te metiste en la Guardia?
- Maté a varias putas en Desembarco del Rey. Aquella sensación de matar… Dios, cuánto la echo de menos…
- ¿D-D-De verdad?
-¡¡¡JAJAJAJA!!! ¡Claro que no! Me pillaron robando la flor de una joven dama… Lástima que fuese la esposa de un señor menor. Fue un crimen, sí, pero juro por el Guerrero que disfruté como nadie de ese crimen…
- Por los Siete… Oye, ¿esto no será la sala que buscábamos?

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- ...jajajaja... -Las risas llegaron como un suave susurro recorriendo lo largo del túnel.
- Seguro que ese era Jony con su chiste del asesino. Lo siento por tu pobre amigo, seguro que se cagó de miedo.
- Miguel no es mi amigo. Nunca sería amigo de un antiguo ladrón que se hace pasar por aventurero.
- Cuidado con lo que dices, Pirotecnic. Deberías saber que hay ciudades fuera de los siete reinos donde los ladrones tienen gremio, incluso mucho más importante que de otras profesiones.
- Seguro… No intente dárselas de erudito, señor Fenoglioteam. ¿Cuál fue su crimen? ¿Robar, violar o asesinar?
- Viajar. Soy natural de Braavos, para su información. Y sí, se dice que al sur de Sothoryos existen ciudades con tal gremio. La más importante de ellas dicen que tiene un hedor tan peculiar que, solamente oliendo, podrías encontrar el camino hacia ella. Ankh Morpork, o algo así…
- Disculpe, pues. No sabía su origen… Ruego que acepte mis disculpas más sinceras, y mis oraciones hacía la vieja para que me llene de sabiduría y no volver a cometer error semejante al…
- Mejor calla un poco y empieza a buscar. Ya hace un rato que estamos entre esta montaña de libros y nos queda poco tiempo.

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- Oye, ¿seguro que este era el camino?
- Claro que sí, Uklonil… No podemos equivocarnos leyendo un mapa tan simple.
- No se… hace un buen rato que la mayoría de libros que vemos o están medio roídos por las ratas o se vuelven polvo al tocarlos…
- Y nos queda muy poca vela ya. Creo que deberíamos volver.
- Pero Medusa, no hemos encontrado nada de lo que buscamos…
- Mejor mantener la vida y disculparse, que perdernos por aquí y hacer perder el tiempo al resto.

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- ...
- Oye, ¿qué miras tanto?
- No quiero ofenderte, pero… Sabes, tu cabeza me recuerda a una fruta de mi tierra natal.
- ¿En serio? ¿A qué fruta?
- A una piña.
- Pues, la verdad, me gustaría verla… No suele llegar mucha fruta del sur a Villatopo.
- Cuando acabemos con todo esto, te invitaré a mi hogar. Está en Altojardín, aunque creo que ya lo sabes…
- Muchas gracias, Eclank. Por cierto, ¿ese no és el libro que buscamos?

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- Por todos los dioses, ¿seguro que no está por aquí el dichoso libro?
- Ya le he dicho que no, Ragnnar… Pero creo haber encontrado algo parecido.
- Por dios, Pabs, ¿qué es eso?
- Un libro. Si bien no dice la palabra Shakta, creo que habla sobre una Diosa fría… Y parece valiosos.
- Ese ojo de ladronzuelo no engaña, ¿verdad? Bueno, mejor eso que nada. Volvamos ya. Las ratoneras a oscuras no son nada amigables…

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Cuando salieron, ya los esperaba fuera. Casi todos llegaron a la vez, aunque las caras no eran iguales para todos. La decepción se leía en los rostros de Uklonil y Medusa, mientras que la alegría de obtener un buen botín se mostraba en Pabs y Ragnnar.

- ¿Habéis encontrado los libros?
- Creo que sí… Estaban en el primer, segundo y cuarto camino. ¿Son estos, verdad?
- Pues sí… ¿Y en el tercero y el quinto?
- En el quinto había este libro, señor.
- ¡La Diosa del frío! Hacía mucho que no veía un ejemplar de este libro. La mayoría fueron quemados por herejía, y los que quedan valen mucho dinero. Le habéis hecho un buen regalo a la Guardia… En cuanto al tercer camino…-El rostro de Luwin se encontró ante la vergüenza del fracaso de Medusa- Bueno, el tercero como mi camino: Sin respuestas a mis preguntas. No os preocupéis, habéis demostrado más valor que muchos capas negras al entrar en las ratoneras.

“Os recomendaría ir a descansar. Esta es la última noche que pasamos en el Castillo Negro. Mañana nos dirigimos a GuardiaOriente de Mar para continuar nuestro viaje. Recoged vuestros objetos y dejad las pieles extra que os dejaron, si tenéis frío en el camino os podéis abrigar con lo que llevemos. Nos vemos mañana...”

Mientras los veía alejarse hacia sus aposentos, no pudo evitar dejar escapar una leve sonrisa. En sus manos tenía por fin los cuatro tomos que necesitaba. Las piezas del puzzle estaban completas, y la pesadilla de sus ancestros llegaría pronto a su fin…