De caída.

Day 2,482, 02:23 Published in Spain Spain by Irreductibles

Camino hacia delante, concentrado en mis propios pensamientos y aislado del resto del mundo y del entorno que me rodea.

Sigo por el mismo angosto camino en este día de diciembre. Me subo la cremallera de la chaqueta, hace frío.

Sigo pensando. La estela dorada cae al abismo por cazadores busca recompensas, las guerras se libran sin motivo ni razón, se nos controla diariamente camuflándolo todo de democracia, escribimos en papel para ser recordados como maestros en el arte de atemorizar, etc.

Mis pensamientos se relacionan peligrosamente con un juego que me distraía antaño, eRepublik, pero nada más lejos de la realidad, o quizá sí, no cabe dentro de mis cavilaciones.

Se pone a llover ténuemente aunque la copiosa maleza de los árboles en el bosque me protege y resguarda de la mayoría de la munición de las nubes.

Cierro los ojos, tal vez porque ya tengo memorizado el camino y no necesito ver, pero más probablemente porque necesito más concentración y determinación. Sigo olvidando mi entorno, siendo con esto prácticamente inconsciente de mi situación.

No sé cuánto tiempo paso en este estado de inhibición pero poco a poco voy abriendo los ojos y volviendo a sentir y a percibir mí alrededor.

El agua me llega hasta la garganta, y prácticamente no puedo moverme para reflotar. No sé cómo he llegado hasta aquí pero igualmente no soy capaz de reaccionar, mis músculos no obedecen mis órdenes, es como si ya no los controlará, como si sirvieran a otro yo mismo que les exige y manipula para desobedecer mis instintos más básicos.

Intento mover los brazos, piernas e incluso la cabeza para conseguir el más mínimo impulso pero me es imposible. Caigo y caigo hasta el fondo de la inmensa masa de agua que me rodea, perdiéndome en una profunda e implacable oscuridad.

Mantengo la respiración y la boca cerrada durante unos segundos hasta que estos, como entidades independientes a mí se revelan. Suelto todo el aire que conforma la última baza de vida en mi cuerpo y mi boca se abre por completo dejando entrar toda el agua que mi indefenso cuerpo puede ingerir hasta inflar mis pulmones como globos y destruirme rápidamente por dentro.

Sigo cayendo en la oscuridad mientras mis ojos se van apagando y fundiéndose con toda esta parafernalia cercana al gótico más cruel.

Dejo de luchar y me relajo dando por perdida mi lucha, conformándome con la situación y precipitando su fin. Dejo que mi alma, mis sentimientos y todo lo que me representa se me escape a raudales.

Quedo sumido en la más profunda nada. Nada y nada más que nada durante nada más que un tiempo eterno. En medio de esta anda escucho el agua, el sonido de una gota de agua golpear sobre una gran y plana superficie.

Tengo la sensación de la conciencia de mí mismo pero no como entidad física, sino como un algo, un sentimiento, un ente, pero no soy capaz de tomar las riendas de nada, pues simplemente soy nada y soy algo en este conjunto rodeado y parcelado por luz y oscuridad , dolor y placer, que se contraponen llevándome a el nivel neutro de la nada en el que me encuentro.

De repente veo un bosque, no se desde dónde pero lo veo. Estoy sobre él, flotando, estando sin estar. Soy como una cámara inexistente filmando el paisaje. Veo a un hombre caminar por un sendero, le veo abstraído y prácticamente inconsciente. Se pone a llover. Un lluvia suave en principio pero que poco a poco se convierte en un rugido ensordecedor proveniente del cielo. El agua cae sin freno sobre el bosque pero el hombre no se inmuta.

Sigue caminando pacientemente hasta que llega a un lago pero no se para. Sigue caminando entrando en el agua a la misma velocidad que seguía anteriormente.

Tiene la vista perdida, como si no se diera cuenta de su propio suicidio. El agua le empieza a cubrir el cuerpo, le alcanza las rodillas, la cadera, hasta que llega a la garganta. El hombre reacciona, intenta moverse pero no alcanza a conseguirlo pues inmediatamente después permanece inmóvil y se hunde por completo en el lago.

Me acerco involuntariamente hacia al lago, hacia la misma posición en la que se ha hundido el cuerpo. Me meto en las aguas y me hundo a gran velocidad, como si la presión y densidad del agua no me afectaran. Encuentro el cuerpo inerte sobre el lecho de la enorme masa de agua. Me veo y me reconozco ahí mismo. Escucho el agua caer en forma de gotas de lluvia sobre la superficie del lago como el sonido de algo cuando golpea sobre una gran y plana superficie.

Lo entiendo todo pero es demasiado tarde, ya no soy nada y aun así no he acabado mi camino. Atravieso el cadáver y me meto dentro de la tierra, sigo cayendo sin parar y cada vez con mayor atracción. Es todo monótono, oscuridad y silencio.

El suelo que atravieso empieza a volverse más dorado y menos duro. Se va volviendo líquido y candente. Cruzo por completo toda la capa a la que considero como tierra y llego al centro de todo. No veo nada, simplemente hay luz por todas partes.

Sigo cayendo hasta que de pronto paro en seco y me quedo sin luz, todo se para. Muchos focos lo alumbran todo de repente. Mi ente, mi sentimiento, mi algo está dentro de una enorme estructura cilíndrica de metal. Dentro de la estructura hay centenares y centenares de entes, no los veo pues no existen, nada existe aquí, no somos nada pero aún tenemos algo.

Siento que todos tienen nombres ridículos (eR v.2, Suna, CoD3, etc). Solo reconozco al primero de estos, me suena próximo y familiar.

Escucho una potente voz desde fuera del cilindro, pero aún siendo potente queda reducida a un simple susurro por su lejanía. Percibo unas palabras que no entiendo y que no se pueden aplicar a mí, (Delete).

De pronto los focos se apagan, todo se mueve como una batidora y al instante no queda nada.

Nada ha habido ni existido. No queda registro alguno de nada, pues nunca hubo nada, simplemente una ilusión que a si mismo se autodestruía hasta el mismo canibalismo psicológico.




No, no hay pics, si, es retorcido, si, lo escribí a las 5 de la madrugada, no, no estaba en las mejores facultades mentales.