Y Llegué

Day 2,065, 13:41 Published in Spain Spain by Piratax Tax


Aaaaaaaaaaaaayyyyyyyy!!!
Pero qué golpe me he metido!


Me miré la mano temiendo verla ensangrentada, pero nada. Mi cabeza seguía intacta y en su sitio. Cómo se puede ser tan torpe!
No ví aquel vació. Ocurrió en 1 segundo. No sé de dónde salió aquel agujero; yo tan solo quería dar un paseo y airear mis ideas. Caí y caí en la nada y me encontré aquí tirada, en medio de este camino que me lleva a ninguna parte.

Eh! Un momento! ¿Qué es eso? ¿Qué dice ese cartel?

Me acerqué un poco más porque no conseguí centrar la vista después de aquel golpazo. (Menudo chichón me estaba saliendo en toda la coronilla).



Bienvenido a … a….eRepublik????? Pero eso qué es? Un pollo sin cabeza???!!!!
No daba crédito! Un cartel a un supuesto pueblo-ciudad-país me recibía con la imagen de un pollo sin cabeza! Decidí seguir avanzando. El camino estaba marcado y finalmente parecía que sí que llevaba a alguna parte. Parecía que el golpe que había recibido buscaba la misma finalidad que el pobre pollo. Suerte que yo conservé todas las partes de mi cuerpo.

Llegué a lo que parecía ser la plaza del pueblo, o lo que fuera! Miré a mi alrededor y vi a bastante gente, para mi sorpresa. Parece ser que, aunque perdida, no estaba en ningún lugar incivilizado, que ya era mucho después de cómo había llegado hasta allí. Algunos me saludaban. Yo, un poco tímida, no me atrevía a hablar mucho, pero poco a poco fui preguntando a aquellos con los que me cruzaba. Algunos parecían uniformados y otros un poco hippies. Pensé que aquello tampoco se diferenciaba tanto de mi ciudad originaria.

eCantabria. Eso ponía en el cartel de lo que parecía el Ayuntamiento del lugar.

Mis tripas empezaron a rugir y busqué alguna tienda para comprar algo pero me di cuenta que resultaría inútil. ¿Qué moneda usaban aquí? Pregunté a un buen hombre y me ofreció unas monedas a cambio de arar unos campos. De buen grado lo hice y pude comprar un buen bocata y una cerveza caliente en la única taberna que vi (luego me daría cuenta de las muchas que poblaban el pueblo-ciudad; eso tampoco cambiaba mucho de mi mundo, menos mal!).



Me sentía un poco extraña en el lugar. Pero iba pasando el día y me invadía la sensación de aceptación. La gente era amable, me daban indicaciones, me pagaban alguna ronda… bien, la verdad es que estaba cómoda. Todo aquello me daba un buen feeling y me pude dormir con una sonrisa en los labios.

Sentí que se me abría un nuevo mundo, una nueva vida, una nueva oportunidad.