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¡Muy buenas noches a todos!

Mucho tiempo ha pasado desde aquel día en que mi último artículo vio la luz. Sucedió en el día 1.962,hace más de 3.200 días, cuando un sencillo ciudadano procuraba hacerse un hueco en los medios de la época con un periódico libre e independiente, patriota, como es este bien llamado periódico "Los Viejos Tercios".
https://www.erepublik.com/es/article/nueva-cabecera-2240033/1/20

Pasó el tiempo y la vida se impuso a mi eVida, y así, poco a poco, fui alejándome del periódico, de las batallas, de las empresas... del juego. eRepublik, donde tantas horas invertí y donde tanta ilusión puse, era para mi ya un ligero recuerdo de buenos tiempos pasados que pensaba que no iban a regresar.

Pero, azares del destino, hace unos días, buceando por la tienda de mi teléfono móvil, descubrí ese singular icono que tanto ha marcado nuestras vidas y me decidía apretar el botón.


Desde ese instante y hasta hoy ha pasado poco tiempo, pero he de reconocer que ha sido muy intenso y repleto de contradictorias sensaciones.

Por un lado, la alegría e ilusión al ir tecleando mi viejo usuario y contraseña, al ver aparecer ante mí mis viejas estadísticas y habilidades, mi fuerza, mis medallas, mis almacenes... Me uní a un Partido, ingresé en una Milicia y me dispuse a revivir mis empresas... Pero, por otro lado, descubrí que esto ya no es como lo recordaba.

Pinché en mi lista de viejos amigos y comprobé con enorme pena cómo la gran mayoría forman parte del pasado, del abandono y del olvido. Quedan algunos, eso sí, con los que el reencuentro está siendo entrañable, pero siento que este juego se ha quedado un poco vacío.


¡He vuelto! Pero sólo encuentro guías caducadas, trasnochadas y muy alejadas de la realidad, campos de batallas tristemente vacíos y empresas cerradas y sin visos de abrir sus puertas, al menos de momento.

Pero soy optimista, porque aunque todo el mundo conoce el dicho que da título a mi artículo de hoy (Segundas partes nunca fueron buenas)tengo esperanza en vosotros, los supervivientes de entonces y los nuevos (pocos, por lo que veo) de estos últimos tiempos. Y estoy convencido de que, entre todos, haremos una España grande y fuerte otra vez.

Perdonad por el tocho sentimentaloide, pero el cuerpo me lo pedía, y quién sabe, a lo mejor vosotros también lo estabais esperando...

Esperando que sea el primero de muchos, cierro este artículo.

¡VIVA ESPAÑA!