Reivindicación: Una historia de Collas, y Judíos.

Day 2,022, 18:58 Published in Bolivia Spain by Treinta Monedas

La redacción del presente artículo está inspirada en los incidentes ocurridos hace poco en el canal oficial del IRC de eBolivia y por prevenir la reincidencia en pleitos de índole racista, que aunque no se han extralimitado, es sano cortar de raíz y evitar cualquier proyección y potenciación que pudieran estos tener.

Quien conoce Bolivia sabe de la presencia de estos grupos de gente (Collas, Marranos y demás Judíos).

El rótulo de Collas muchas veces se ha otorgado con desprecio a los originarios del Oriente Boliviano, pero no corresponde que se haga así ni que se reste dignidad a la gente a quienes por su origen les corresponde adherirse al colectivo bajo esta identidad. Colla es una palabra que debe usarse sin aversión para hacer referencia a la persona originaria del Collado Boliviano.

También durante la Segunda Guerra Mundial, Bolivia fue el primer país de este lado del globo en abrirle las puertas a los judíos que huían de Europa y de la guerra que atentaba principalmente contra ellos. Se reconoce en Cochabamba la presencia del colectivo judío más grande en Bolivia y esto ha dado lugar ha cantidad de chistes y prejuicios respecto de algunas singularidades del pueblo cochabambino heredadas en gran parte de la idiosincrasia judía.

Marranos son los judíos que fueron forzados a negar su Judaísmo ante la persecución contra ellos. Se sabe que en busca de mejores condiciones los marranos en Europa escogieron aventurarse en la empresa de conquistar el Nuevo Mundo. En Bolivia destacó la presencia de estos en el Oriente Boliviano. Pero de esos "marranos" los que llegaron acá tenían la piel blanca por mestizaje, no queriendo decir que todos los judíos marranos sean de piel blanca. En la repatriación, cuando en un día Israel volvió a ser una nación y se convocó a todo judío a retornar, a causa del mestizaje inevitable que los judíos atravesaron se vio como habían judíos de toda lengua y nación. Un grupo destacable eran los judíos negros de Etiopía.

El artículo en ningún sentido pretende ser peyorativo contra nadie y menos racista, solo poner en consideración la historia de grupos étnicos dignos de analogía, y corresponde que haga esta aclaración antes de que quien continúe leyendo sea alborotado en sus vísceras.

Los parámetros sociales bajo los cuales se aborda el tema de la belleza física son muy etnocentricos y el sincretismo al que Hollywood y demás agentes externos con sus estímulos nos han expuesto se ha hecho propicio a muchas injusticias, como que se menosprecie en este sentido a una cantidad de grupos étnicos. A continuación vamos a desarrollar el artículo como si comulgáramos con estos parámetros, los cuales no necesariamente reflejan la manera de pensar del autor de estas lineas (misma que se reservará para no desesperanzar a ninguna dama :rotocafe: )

Dentro de la bolsa de los injustamente rotulados de "feos" se ha metido también a los Collas. Por otro lado, al Oriente Boliviano, los rasgos de herencia europea han concedido a sus habitantes la amalgama de la belleza latina originada en el bello mestizaje que les ha tocado. Esto podría bien ser también el resultado en occidente de no ser por ciertos factores que de la idiosincrasia de este pueblo Colla se impusieron frente a todo sincretismo y mestizaje.

Pero si consideramos el origen semita de los judíos, ellos no tienen un rasgo físico del cual vanagloriarse precisamente, es más, está escrito respecto a ellos sobre su debilidad, necedad y el menosprecio que se les tuvo históricamente porque justamente eran los atributos que el Dios de los judíos había buscado para Su Pueblo, para que el crédito por toda la gloria de ellos como nación se atribuyese a Su Dios y a lo que había instituido para ellos y no a mérito humano ni idiosincrasia alguna.

No en ánimo de ofender, pero si entramos en más detalle sobre historia racial, la sangre más sucia y contaminada es la de los judíos, y esto lo respaldo con los escritos de Flavio Josefo, historiador judío, quien registra el canibalismo en el que tuvo que caer este pueblo para evitar su extinción cuando Roma sitió Jerusalen. La necedad judía fue tal que ahí dentro no se encontraban solo los habitantes de Jerusalén, sino que estaban los judíos de todo Israel, quienes ante el latente y anunciado enfrentamiento contra los romanos creyeron que las impenetrables murallas de Jerusalén serían su salvación.

De como se vería afectado el pueblo judío genéticamente, ante la práctica del canibalismo, otras prácticas y el foco de enfermedades que significó el sitio de Jerusalén, solo se salvaron los judíos convertidos al cristianismo, quienes, contrariamente a lo que hizo la gran mayoría de judíos, anunciado el hostigamiento romano, huyeron a Antioquía. No se desconoce tampoco a lo que fue expuesto el pueblo judío durante el Holocausto Nazi.

¿Por qué contrastar estos grupos étnicos? Pues Collas y Judíos son dignos de analogía tanto en su historia como en su idiosincrasia dando lugar a infinidad de reflexiones. Ambos con sus respectivas diásporas. Estaría de sobra explicar el origen de la diáspora judía, y de la diáspora colla nos remitiremos a mencionar que se origina en una necesidad económica y de mejores oportunidades. Abordemos la idiosincrasia y los usos y costumbres de ambos grupos étnicos para sostener este argumento:

Acumular bienes, comerciar y en menor medida trabajar la tierra son actividades muy reconocidas como típicas en la actividad económica de ambos grupos étnicos. Por simple asociación de palabras, si se pide describir en conceptos concretos a judíos o collas se obtiene palabras como: negociante, vendedor, comerciante, mercader respecto de la actividad económica de los judíos. Luego, ¿qué se obtiene si pido la misma asociación para Collas? Bien, aquí corresponde la extensión del término a los llamados Collas de mar. Primera pregunta, para ser aseverada por nuestros lectores argentinos: Si quieres encontrar un peruano o un boliviano, ¿a dónde vas? Respuesta: Al mercado. Si, en La Paz el paceño (Colla) está comerciando hasta con el aire, pareciera absurdo pero envasan el contenido de lo que exhalaron sus pulmones en bolsas plásticas y le ponen precio de venta. ¿Y quienes estarían haciendo de similar manera en mercados alrededor de todo latinoamérica? Respuesta: Peruanos (Collas). Entonces, tanto judíos como collas son gente trabajadora y competentes vendedores, gente que se mueve al ritmo de los billetes y las monedas.

Mientras que en películas como "El violinista en el tejado" o "El mercader de Venecia" se puede ver esta idiosincrasia y la tan fuertemente arraigada cultura judía que permitió la prevalecencia de este pueblo contra viento y marea, unos comunes denominadores que señalan el temperamento de los judíos son la terquedad, el orgullo, algo de soberbia y un distinguible rencor. Esta descripción le queda de igual manera a la idiosincrasia del cochabambino, y recalquemos, la idiosincrasia del cochabambino tiene de herencia la del judío. Pero esto no acaba acá, el clima político boliviano ha dado a relucir con cantidad de sucesos que de la misma manera, la persona de occidente, el colla, es terco, orgulloso, soberbio y rencoroso. También en eR se dijo cantidad de veces que los ePeruanos eran tercos, soberbios, orgullosos y rencorosos. Y ha sido una gran hazaña para ellos tratar con quiebres que parecían irreconciliables, y de sobra estaría exponer trapitos al sol de lo que ha sido la eVida de algunos colectivos eBolivianos en este sentido. También el cine ha dado a relucir la idiosincrasia boliviana en películas como "¿Quién mató a la llamita blanca?"

Esto no acaba ahí, no, tanto judíos como collas vivieron el dilema de la "tierra prometida" y el éxodo que demanda este dilema. Son gente que en un tiempo, si bien cuenta con un amado epicentro de su cultura, como ningún otro grupo bate records de migratoriedad, no entiende de fronteras y se atribuye hogar donde sea que pisa la planta de sus pies, avasallando con esta su idiosincrasia y sus usos y costumbres, aunque se puede decir que esto es muy característico en los pueblos de origen semita. De esta manera han provocado a celos a lo largo de la historia a cantidad de gente y han suscitado nacionalismos y xenofobia entre los pueblos anfitriones a lo largo y ancho del globo. Se puede aquí hacer referencia a las injusticias que han sufrido por esto: los judíos tienen una historia de marginación social, de ser relegados a servicios de menor calidad junto con los negros en más de un país. Los collas son retenidos en las fronteras y afrentados con denigración social con hechos como el ser fumigados dentro del transporte en el cual atraviesan una frontera. A ambos, collas y judíos, les ha tocado escuchar contra ellos un sinnúmero de peyorativos.

Ambos pueblos tienen un fuerte apego a sus ceremonias y tradiciones, reflejado esto en acontecimientos culturales, incluso, en el caso de los collas, avasallando por sobre la rutina de los países anfitriones. Esto provoca a celos a xenófobos y nacionalistas en todo lugar, además del hecho de que al ser gente trabajadora, dejan con menos oportunidades laborales a la gente oriunda del lugar donde se han asentado. Es gente que ha sido impetuosa, propositiva e invasora.

Pero esta generalización no quiere ser aprehendida por todos ellos, muchos se consideran más cosmopolitanos y ya afectados por el sincretismo de la globalización y aunque en lo cultural rehúsan llevar su identidad étnica como un estandarte, no dejan de ser de un temperamento heredado y marcado notoriamente por la terquedad, el orgullo y muchas veces el rencor.

En el caso de muchos judíos, ha tenido lugar el quiebre en esta idiosincrasia frente a la eclosión de nacionalismos ante las minorías sociales que eran los judíos dispersos en el mundo y frente a la demanda del integracionismo y la transformación cosmopolitana periarticularmente presente en la diáspora judía. En parte repitiendo la historia del cautiverio babilónico de este pueblo con una revolución cultural sincréticamente pautada, esto, como contraparte del sionismo y el judaísmo, es también fruto derivado de las consecuencias del holocausto nazi y la marginación social que marcaron el sentir de este pueblo en el siglo pasado, significando para las nuevas generaciones de judíos la devaluación de sus orígenes aramico-religiosos y una ausencia de fe comulgando con el ateísmo.

De los primeros, collas y judíos, se suele observar sociedades de interacción endogámica o una marcada dificultad para dar apertura a la incorporación de foráneos en sus círculos sociales, o aún de estos individualmente que tiendan a la dificultad para integrarse a otros grupos. Entre las minorías de migrantes que conformaron, esta particularidad marcó a ambos pueblos en sus respectivas diásporas y sus respectivos momentos.

Los collas en su diáspora también han proliferado por todo el mundo, de ahí que entre muchos cochabambinos ya corre el dicho de que Armstrong llegó a la luna a darse cuenta que ya había una bandera antes que la estadounidense: un trapito blanco anunciando la venta de chicha colla.

Lo que más se puede destacar de ambos pueblos es que son de dura cerviz, son pueblos que no se dejaron mantener sometidos. Dos razas cuyas profecías les prometieron días en que se erguirían con mayor gloria que la que hubieran tenido.

Sin duda puedo hacer una analogía aún más extensa entre estos dos pueblos, mencionando la "Entrada del Gran Poder", "la mita", el "sucot", los "kibbutz", las cosmovisiones, proyecciones de ambos pueblos, etc. Pero el tiempo que me demanda un artículo más extenso no merece ser gastado en eRepublik.