Paraguay sin líderes

Day 2,395, 12:05 Published in Paraguay Paraguay by Guarara



Plásticos Rectangulares
Lentamente y con pasos pesados avanza el sujeto en medio de una calle con poca iluminación, su mente ocupada lo hace parecer distraído y sin rumbo, pero él sabe bien adonde se dirige. En la zona norte de la ciudad, muy cercana a los barrios bajos inundados, se encuentra el edificio donde lo están esperando.

El silencio de la noche recién llegada amplifica el sonido de sus pisadas que retumban secas entre los edificios de la cuadra, se detiene un momento observando las edificaciones pensando en cómo alguna vez quedó deslumbrado por la pulcritud, sobriedad y majestuosidad que ostentan todas las construcciones del Nuevo Mundo. Una leve sonrisa se le escapa, pero su mente rápidamente le recuerda la desilusión que tuvo al descubrir los cimientos de todas y cada una de las ciudades. Mugrosos y frágiles soportes de plásticos rectangulares sostenían a estos gigantes inertes que servían como base a toda la sociedad que germinaba en ellas. Una sociedad que voluntariamente entregaba parte de su riqueza para sostener a este monstruo sediento de dinero.


Pensar en todo eso lo irritaba. Pero aun conociendo la oscura verdad que el Nuevo Mundo ostentaba sin disimulo, él mismo no podía cortar lazos y alejarse para siempre para intentar comenzar una nueva vida en otro lugar. Creía y tenía la esperanza puesta en las buenas intenciones de la gente que lo rodeaban día a día.

Por eso, esta noche, caminaba con destino a una sesión de peroratas que esperaba pudieran serenar su mente apabullada. Encendió un cigarrillo y continúo con su marcha pesada.


El Dinosaurio
Sin perder tiempo entró al edificio y subió al quinto piso donde lo esperaba su amigo. Tan viejo como él mismo, se hacía llamar El Dinosaurio. Uno de los más cercanos a la época de fundación de la nación que los acogía, que aún estaba vivo.

Como cada encuentro, recordaban los momentos más relevantes de la historia de la cual formaron parte. En algunas ocasiones siendo parte influyente de la misma y otras siendo simples observadores.
La rotura del esquema político del partido único y formación de partidos independientes. El ascenso del primer CP externo a ese esquema. La formación y rotura de alianzas con países vecinos. El ejército nacional potenciado al máximo de su poder y posterior caída ante invasores. Amores y traiciones. Nacimientos y muertes. Surgimientos y llanuras.


En todos estos acontecimientos encontraban un factor común. Se iniciaba una época de prosperidad cuando se establecía un líder claro, que bajo su manto iba formando sucesores dignos. Ya sea por afinidad a su desempeño o por disparidad a su forma de gobierno. Y terminaba abruptamente cuando no quedaba ningún sucesor apto, a consecuencia de la desidia o del propio desinterés, para dar continuidad a los logros obtenidos.


Paraguay Sin Líderes
Después de pasar cada uno un tiempo en estado de hibernación, moviendo el dedo dos veces al día para no atrofiar sus facultades físicas, volvían a resurgir como integrantes de esta sociedad. Solamente para presenciar una vez más el maldito ciclo. Apogeo y expansión sin precedentes a manos de grandes nuevos líderes, dejando las expectativas de toda la comunidad en lo más alto. Y nuevamente, ver el término abrupto de la idoneidad y ver el ocaso cubrir las más altas esferas del gobierno.

Pero ambos piensan que no es culpa de los ejecutivos de turno, es culpa de los verdaderos líderes que por no saber constituir su legado de forma sólida. No dudan de las buenas intenciones de los que asumen un puesto de poder, pero sin la experiencia o aptitudes necesarias, significa un gran retroceso para la nación.

Despreocupados de hacer una línea de seguimiento y preparación de futuros líderes, los dinosaurios devoran a sus crías y liquidan cualquier asomo de continuidad de su legado. Dejando librado al azar el surgimiento de líderes que nacen de vez en cuando inspirados por la estela de buenas intenciones de los grandes líderes que se fueron.


“Vos y yo somos los culpables.”, afirma El Dinosaurio. Falsos líderes, manipuladores de hilos, lenguas ácidas y sarcásticas mancillan las mentes jóvenes, seduciéndolas con falso poder e ilusiones.

Ven el futuro de su nación en manos de un patrón azaroso y caótico. El 5 de cada mes se juega una lotería que tiene como premio estar en la cima del Nuevo Mundo si ganan, pero si pierden caen todos a un vórtice que disminuye la capacidad de redacción y de pienso.

El Dinosaurio se levanta, se para al borde del balcón y pide a su compañero que se acerque y observe el panorama con él. El caos y el desorden que ve en la ciudad alteran el semblante de nuestro sujeto, queda consternado y pregunta si existe un objetivo para realizar esa observación penosa.

Efectivamente, El Dinosaurio señala un pequeño edificio, que a diferencia del polvo y desprolijidad que mostraba el resto de las construcciones, estaba pulcro, sobrio y majestuoso. Tal y como recordaba los edificios en su tiempo novel.

El Dinosaurio responde con una tranquilidad contagiosa con su voz profunda y una expresión de genuina esperanza: "Allí dentro, mi querido amigo... están creciendo una rosa y un ángel."




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