Opinión. Federación Hispana: La unión hace la fuerza

Day 261, 06:46 Published in Spain Spain by Juan Rico

La reacción de los partidos de oposición, pertenecientes todos a la ideología de izquierda, a la Federación propuesta por los presidentes de eMéxico, Alfonso, y de eEspaña, MVerslayer, no se ha hecho esperar. Una reacción populista y ridícula, en la que no han faltado gritos de “golpe de estado” pero se ha echado de menos el ya trillado epíteto de “fascista”, tan común entre los adeptos de la ideología fasciprogre.
Estos políticos de profesión, imbuidos en sus mentalidades pacifistas y civilistas desconocen el significado del adagio “la Unión hace la fuerza”.
La Federación Hispana que se propone desde ambos gobiernos está encaminada a la fortaleza de unas naciones que, rodeadas de vecinos belicosos, y con unas economías vacilantes, no pueden sino encontrar la prosperidad en esta unión, que no es una relación metrópoli-colonia, como dice la oposición mexicana en una parodia de argumento, sino una relación entre pares, entre pueblos hermanos que es lo que somos.
Lo más lógico en este momento es instar a ambos dignatarios a que los rasgos que adquiera esta federación estén trazados en dos ejes principales: economía libre y ejército cohesionado.
Para alcanzar la primera es imperativo que en España se incentive la inversión en México, y no ceñirse a la promoción de la inmigración que hasta ahora se ha llevado a cabo. Si hay libre circulación de capitales, y se puede formar una empresa en México, debe hacerse, especialmente en los sectores básicos de la economía, fundamento de una sociedad estable y dinámica, que pueda sustentar un desarrollo posterior en otros sectores. En pocas palabras: no empezar la casa por el tejado.
Esas inversiones deben acompañarse en la nación de ultramar por una política fiscal lo más laxa posible, que justifique el sustento del ejército mexicano y las políticas sociales que las circunstancias requieran, pero que no comprometan por ello la iniciativa española. Esa libertad de circulación de bienes y personas debe ser recíproca, permitiendo así que un mexicano encuentre la oportunidad de desarrollar un negocio, o trabajar en España si ese es su deseo.
En cuanto al ejército, no soy particularmente belicista, pero tras tantas guerras infructuosas, es necesario conocer el mundo que nos rodea: un mundo aún salvaje en el plano de las relaciones internacionales. La Federación debe mantener un ejercito cohesionado entre ambos países, capaz de defendernos de agresiones externas, y llegado el caso, de emprender acciones punitivas contra las naciones agresoras.
El ejército, ya lo hemos defendido antes en las páginas de El Veterano de Madrid, debe ser un elemento de sensibilización al servicio, del que emana la buena praxis política en última instancia. Saber servir es, por ende lo que debe determinar los requisitos de acceso a las instancias más altas de Gobierno, por eso defenderemos que, si se llegan a materializar, se puedan presentar únicamente personas que hayan servido a sus banderas, sin importar la graduación castrense que hayan alcanzado.
Ojalá esta unión se sobreponga a las patéticas críticas políticas y pueda llevarse a cabo. Ambas naciones tienen mucho que ganar.