Nuevas Fronteras (Tortura 3)

Day 1,899, 08:46 Published in Spain Spain by pabman11


El castillo está en funcionamiento. La capilla, en ruinas, está siendo reparada por los artesanos. Me voy hacia el castillo, Blanca me ha dicho que fue un centro cultural en el pasado, y seguro que encuentro algún libro que nos ayude esta guerra…

Alguien se acerca corriendo detrás de mí… Uno de los artesanos, con su túnica y las herramientas. Tritius, creo que es su nombre…

— Señor, los sacerdotes y los artesanos estamos de acuerdo en solicitar financiación para unas esculturas en honor de la Diosa…
—Tritius, tengo entendido que eres muy hábil con las manos… Tengo aquí unos libros que necesitan restauración, ¿te gustaría encargarte de llevar la restauración de los manuscritos?
— Seria un honor señor, pero mi propósito inicial era…
— Pues no se hable más, voy a buscarlos, los examino, y vienes a por ellos…
— Pero…
— Si, yo mismo me encargaré de enviar una misiva a la ciudad para que las traigan, las esculturas

Me voy hacia adentro de la fortaleza, los intrincados pasillos, las antorchas que enciendo a medida que entro… Vacío, todo vacío… Una única sala contiene algo, es el despacho, la sala de reuniones del señor… Esta todo en desuso… Solo una estantería contiene algo que no es polvo… Cuatro libros. Verde, azul, rojo y negro… Estos son los colores de las cubiertas de cada libro. Cojo uno, el verde mismo… Hay diferentes dibujos, pero no se ve nada bien, esta todo difuso, alguna página rota… Esta inservible, al igual que los otros… Estos son los que Tritius debe llevarse…

— pabman! — Dice un caballero que entra… Es Jervaj, creo —Un caballero negro ronda por los campos del exterior del castillo… Parece que le busca, señor.
— ¿Eso crees? Ahora iré a hablar con él. Busca a Alceo y a Blanca, son las personas en las que más confío de aquí.
— Por supuesto, señor. Les diré que le esperen fuera.

Bueno, mejor dejo los libros cuando salga en el taller de los artesanos… Lo cojo y vuelvo a seguir mi camino por los pasillos… Mi caballo me espera fuera, atado. Stauros brilla en la armería, dentro de su caja. El arco; mejor no me lo llevo, no creo que necesite matarle desde lejos… Blanca y Alceo están fuera de la armería, subidos a sus monturas, y con gesto de nerviosismo…

El caballero negro está cerca del inicio de los campos de hortalizas, sobre su caballo, también negro. Su armadura resalta en contacto con el sol. Lleva una espada desenvainada, pero no está preparado para el ataque. Nos acercamos a él con nuestras armas. Blanca, con su túnica blanca y una especie de daga, y Alceo, con la misma armadura que yo y su escudo protegiendo el flanco derecho del zaino.

— No os recomiendo que me ataquéis. Aún. —Dice el caballero… — Tengo información que os interesa.
— Habla, bellaco, estas en las tierras de la Reina. — Digo alzando aún más la espada.
— Vengo en representación del Duque de las tierras Meridionales… Las condiciones para él han cambiado. Su lealtad hacia la persona de la dinastía de Navarra ha caído hasta lo más bajo de las profundidades del infierno.
— ¿Cómo? ¿Cómo se atreve el canalla a desafiarme? — Grita Blanca intentando abalanzarse sobre el mensajero.
— Déjale que acabe Blanca, creo que aún no ha terminado. — Le reprimo la daga antes de que le corte el cuello.
— Será mejor. El Duque, o como se llama ahora, Laertes el Tautófago… —
Nuestra cara debe ser la que esperaba el mensajero, porque añade — Si, se ha aliado con los Tautófagos, señores de la guerra que recompensan mejor la fidelidad… Y se me olvidaba, viene hacia aquí con un ejército para liberar el castillo de vos, “Notre Dame” — dice con la sonrisa en los labios…

Su última sonrisa. La daga de Blanca se clava en su cuello, apagando su vida en segundos ante la mirada atónita de Alceo, quien, sin decir nada, se va galopando hacia el interior del Castillo, seguramente para organizar las defensas.

— Entonces Blanca, tu que has luchado contra ellos, ¿como ves esta invasión próxima?
— Si no fueras el hombre que derroto a los shaktas, diría que debemos huir; pero como eres un shakta, creo que las fuerzas están equilibradas, pero solo si avanzamos en la reconstrucción del castillo…
— Pues vete con los tuyos y espera órdenes.
— Si, milord

El cuerpo del Mensajero se queda ahi, en el suelo, chorreando sangre, mientras su caballo huye por el bosque...
pabman11, General Shakta y Líder de la Nevera