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Tiempo… mucho tiempo ha pasado desde la ultima vez que escribí.

Desde que me fui de la cuidad, he estado solo. Caminando por los bosques y montañas, alejándome de las ciudades y otras áreas peligrosas.




Un solitario, solo un simple espectador ante la catástrofe que me rodeaba.
Después de las cosas que he visto…




Las cosas que la gente ha tenido que hacer para sobrevivir, han superado incluso, el apego a la familia…


Adiós hija mía…


Había decidido estar solo, las cosas son más fáciles así. O eso creía…




Mis planes cambiaron después de entrar en el bosque. Pase días a las afueras de este, para asegurarme de que no había zombies en su interior… pero nunca se puede estar completamente seguro. Y esta era la ocasión.

El camino por el bosque era el único que me quedaba, ya que era el más rápido y me estaba quedando sin provisiones.

Poco anduve antes de verme casi completamente rodeado de zombies.

No tenía ni la fuerza ni las balas para enfrentarme a tal cantidad de ellos, así que solo corrí… corrí con todas mis fuerzas, sin parar. Tratando de dejarlos atrás. Hasta que llegue a un puente. Estaba rodeado… pero no me iban a vencer sin pelear.

Abrí fuego con todo lo que tenia, pero cada vez llegaban mas… lo inevitable ocurrió. Me quede sin munición. Me senté en medio del puente a esperar lo que venia y cerré los ojos…





Quien lo creería. En medio de la nada, un grupo de sobrevivientes, fuertemente armados y que estaban en el lugar adecuado, en el momento correcto…

Después de la sorpresa se me acercaron, con cautela… les mostré que no había sido mordido y me dejaron viajar con ellos.




Compartimos nuestras historias de sobrevivencia en el camino. Al terminar de presentarnos y ya confiando en mi. Me contaron de una forma para acabar con esto… con todo.

Existía en un área del antiguo ejercito un sistema de defensa, de misiles balísticos del tipo que lleva armas toxicas. Y en el grupo, se encontraba un científico que afirmaba haber encontrado una forma para matar a los zombies.

El “virus” consistía en…



…



…


…solo teníamos que entrar.

Nos acercamos a un pequeño poblado, para reabastecernos de comida, armas y otras cosas que nos fueran útiles.
A pesar de mi negativa, el grupo se separó para buscar más rápido…
Lo inevitable ocurriría… uno de los grupos mas pequeños fue atacado por zombies.
Aunque la situación fue rápidamente controlada. Uno de los hombres fue mordido.


Nooo! Es mi padre!! Por favor!!
Has lo que tienes que hacer niña…


Luego de este… desafortunado incidente, reanudamos la marcha hacia el complejo militar.
El grupo tenía un plan de entrada… pero los planes solo duran hasta que se ponen en acción.

No tengo el tiempo ni las ganas para ver como caen uno a uno tratando de llevar a cabo un plan estúpido… si quieres que las cosas se hagan, tienes que hacerlas tu mismo…










Al llegar al centro de control principal, me encontré con un sobreviviente.
Un técnico de mantenimiento… quien sabe cuanto tiempo lleva ahí, solo. Estaba en un mal estado mental, la soledad y el hecho de estar rodeado de zombies le habían destruido la mente.
Logre sacarle algo de información acerca de los misiles, lo suficiente para corroborar lo que me habían dicho antes.

Me puse a revisar el lugar, descuidando mi arma… pasó lo que tenia que pasar.




Nada sorprendente en realidad…

Luego de asegurar el área y fortificar las entradas, el científico se puso a trabajar en los misiles. Para nuestra fortuna, la mayoría de los sistemas de seguridad seguían en funcionamiento gracias a los generadores de la estación.

Los días transcurrieron con relativa calma. Hacíamos un par de rondas por las afueras del lugar, además de vigilar con las cámaras de seguridad.

El día en que los misiles fueron armados, hubo una celebración… celebrábamos el fin de estos días de horror, el fin del infierno en la tierra. Faltaban horas del lanzamiento cuando se activaron las alarmas perimetrales




Nos ordenamos en posiciones de defensivas y tratamos de prepararnos para lo que venía… no lo logramos.

Los zombies se contaban en miles, rebasaron las barricadas casi sin esfuerzo y golpeaban las puertas para entrar donde estábamos.

Disparamos con todo lo que teníamos, pero no lográbamos hacerlos retroceder.
Su número incluso parecía ir en aumento. Poco a poco, las posiciones fueron cayendo.

Una niña se me acercó corriendo y me tomo de la pierna. La tomé en mis brazos y me la lleve de ahí, buscando un lugar algo mas seguro.




Le grite al científico que activara los misiles y que saliera de ahí corriendo. Solo alcanzo a hacer lo primero antes de que los zombies entraran a la sala de control.

Tenía que salir de ahí, el lugar estaba por caer y los misiles al despegar quemarían gran parte del terreno circundante.

Corrí con la niña en mis brazos, disparando a los zombies que se me acercaban. La pequeña me alertaba de los que se acercaban por detrás para poder dispararles.
De la nada se abre una puerta frente a mí, golpeándome en la cara. Caí al suelo y vi como una mujer era destrozada por los zombies. Rápidamente tome mi arma y dispare a los zombies.
En medio de la conmoción, la niña se me soltó de los brazos y al levantarse corrió a otro lado fuera de mi vista… Al rato la volví a ver.




Al llegar al escape, noté que todos los vehículos estaban aun ahí. Parece que nadie más había logrado llegar con vida.
Subí a una de ellas y me aleje lo más que pude… justo a tiempo.




Las cartas estaban echadas… ahora solo tenia que refugiarme por unos días y esperar que el virus inteligente hiciera su trabajo.

No se cuantos habrán sobrevivido… ni siquiera podría dar un estimado.

Esta es una oportunidad para comenzar de nuevo, para hacer las cosas mejor. No debe desperdiciarse… o los millones que murieron lo habrán hecho en vano.

Y esperando que este, sea un futuro mejor… me despido.



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