LaAvutardaReloaded: Renacimiento

Day 1,398, 03:23 Published in Spain Australia by Avutardo


Cita del día: Yonki que retorna, camello que gana



Cuadrilla: Dícese del equipo que redacta la colección de palabras que tiene ante su atenta mirada.
Rafita: Becario todoterreno, cuyas opiniones e ideas son tomadas siempre en consideración. O a broma. Tiramos una moneda para decidirlo. Cara es a broma, y cruz tiramos otra vez.
I+D : Departamento de investigación y desarrollo, compuesto por entre taitantos y bastantes yonkis. Gente maja, creo.
Yordan: Corresponsal anglomormón, aficionado al periodismo de investigación y de riesgo.
Misifuz: Gato de la redacsión. Fagocitó al resto de la camada sin querer, mientras bostezaba encima de la estufa. Ahora maulla en reverb. Es monísimo.
Yo: Pronombre personal de primer orden. Vamos, el primero de la lista.



Bienvenidos, mis queridos drugos, amantes de la verdad mal redactada. La redacsión bulle de actividad cual macarrones en agua hirviente. O no. No estoy metafórico, sino eufórico: la trascensión resultó ser un éxito, y mi paso por la VR ha sido catastrófico.
Asín que he desidido reencarnarme de nuevo en el eMundo. Por joder. Más detalles en la opinión, como es costumbre.

¿Qué?

Ah, claro, que no tiene ni repajolera idea de quien es el menda lerenda. Lógico. La anterior revistucha no la leían ni las multis de Sergeikorsakoff, que Varnish lo tenga en su gloria, o trabajando como un zombi en factorias y sin derecho a sueldo.

Pues le explico, mi alegre membrillo: soy uno que pone gilichorreces en el peryódico. A veces incluso cuadran con lo que pasa en el eMundo. Si buscaba algo diferente o útil, la ha pifiado.

No, cállese, ¡cállese!. No es un blog, ni traeré cosas de la VR. Es mi eVloj de mi eVida. Despreocúpese. Y si es un talibán ortográfico, váyase al cuen-no, porque es buena costumbre endesgraciar el idioma en esta redacsión.

¿No entiende aun que carallo es esto? Pues lea y sufra. Y en los comentarios, escriba una palabra al azar, para que la incluyamos en la próxima edición.



Nos están invadiendo los USAnos.

¿Qué? Llevo apenas tres días vivo, y en modo 2click. O equivalente, que ahora hay clicks a cascoporro. Fue nacer y hacerme poliautónomo. Solo sé que hay yankis por las calles y que se les puede ahostiar. No puedo decir nada del gobierno, ni de las alianzas ni de los partidos, no sé si por desconocimiento o por ausencia de los interfectos.

Como mucho puedo decir que los viejunos son los que manejan el país, pero eso tiene de noticia fresca lo que yo de fuente fidedigna.


Le paso la conexión a Yordan Michigan Chongnington Ahandermore, el corresponsal anglomormón. ¡Hola Yordan! ¡Se te vé fresco tras el parón!

Yordan: Houla Sergay, euh... digo Avutardou… ¿buat de faquin ayam jiar otra ves? Yu dijiste de irnous al carajou forever an never
Avutardo: Psé, pero esta es una forma tan buena como cualquier otra de llamar la atención y soltar logorrea
Yordan: Y que lou digas. Bat ai nou conousco a nadie a quien entrevistar. An Platou y las señouritas esas tan majas nou estan
Avutardo: Connio, cierto es. Lo mismo han acusado a Halesios de sexista y gerontofílico. En el fondo se lo merecía. Que solo hubiera viejos y macizorras era discriminatorio. Esos soldados tan cachitas quedan mucho menhó. Ardo en deseos carnales de que empiecen a poner fotos de cabras y jamsters.
Yordan: Nou creou que sea buena idea desir esas cousas en la primera edisioun
Avutardo: P’al caso… esto no lo va a leer nadie. ¡Nadie! ¡Estaremos siempre solos! ¡Forever alouns!
Yordan: Está Rafita y lous younkis de I+D. An Misifus, nou oulvides a Misifus
Avutardo: No podría. El maldito felino se ha merendado todo el cableado eléctrico de la Redacsión. O eso dice. Por la sonrisa y el paté de higado supercaro que se estaba comiendo, me temo que ha revendido el cobre como raw.
Yordan: Parese mentira lou que sabe el animal. ¿Crees que alguien se remember de nousoutrous?
Avutardo: De hacerlo, sería grave. Pero entonces pondrán palabras en los comentarios. Palabras que incluir en tochos logorreicos. ¡Tochos logorreicos, Yordan! ¡¡¡TOCHOS LO-GO-RREI-COS!!!
Yordan: Maldito faquin yonki… devoulvemous la counexióun
Avutardo: Arf.



Esta es mi segunda encarnación en el eMundo. No, cohones, no soy una multi, sino un retornado, un caminante entre realidades, un yonki de internés, un cacho de mongolo. ¿mesentiende? Ok, entonces, ¡avancemos!

En mi forma astral, me sentía falto de ocio chorra. Y entonces decidí que sería buena idea reencarnizarme en el viejo eMundo, en la piel de un periodisto pedigüeño, escribiendo gilimemeces, y manteniéndome al margen de la matanza, la especulación en el mercado monetario y el click múltiple, razones principales que me llevaron al otro lado. Imaginé una encarnación idiota, imaginé que probaría suerte escribiendo y sin trabajar, únicamente pediría panes por caridad a aquellos que quisieren leerme, como una suerte de apuesta contra mi mismo.

Pero claro, el Fail en mi grande es.

Lo primero que me ocurre cuando adquiero mi cuerpo es que me regalan tres jodidos campos de trigo y una factoria de pan. Por si acaso fuera a pasar hambre. Al cuerno mis planes de ser un pedigüeño.

Tras el susto inicial, y una jornada agotadora de 4 clics, me encuentro herramientas tiradas por ahí. Recojo un martillo y me quedo mirándolo. Un martillo rojo. ¿Porqué todos los malditos martillos son rojos? Hay estudios sobre los martillos rojos, en serio. Es un tema apasionante, tanto que decidí meterme en casa a estudiarlos.

Pero claro, entre mis multiples curros y mi casa, había yanquis y un letrero flotante que rezaba:
“Mátalos, sube de rango y encontrarás cosas”
¿Qué cosas? Dije para mis adentros.
“Cosas nazis” respondió el letrero rezante.

Asín que maté a varios fantasmas yankis, y me encuentro que sueltan cachos de piezas de un bazoca.

El maiz suelta martillos. Los cadáveres, gatillos. El eMundo empieza a parecérseme demasiado a un RPG. Mato a un par de fantasmones USAnos con la esperanza de encontrar dos pociones de maná y una Vengadora Sagrada. Los jodíos no sueltan ni gold. Decido romper un barril y liarme a palos con un seto, por si tuviese más suerte y hallase al menos una armadura y un anillo.

Me quedo sin barril y sin seto. También me quedo más relajado.

Entro en casa, ignorando una montaña de cartas que me prometen diversión a raudales si me afilio a un partido político. Me doy cuenta de que mi casa ya no es casa, sino que es un Town Center. Busco el botón para crear aldeanos y el de subir a la siguiente edad, para poder empezar a crear Lanzapiedras y fornicarme a los malditos vikingos. No los encuentro (ni los botones ni a los vikingos), pero igualmente me dejo un pastizal en subir el Town Center de categoría.

Hasta ese momento ni me había dado cuenta de la devaluación monetaria. Se despierta mi lado jew y me asomo a la bolsa. Por suerte, un cartel de “Reservado el derecho de admisión” me expulsa de ahí, como se expulsa un pedo en un ascensor: delicada e implacablemente.

Por fin me centro y decido ir al único sitio al que quería ir desde el principio: a la jodida Redacsión. Otro cartel rezante me espeta:
“Eres demasiado mierder, vuelve cuando tengas nivel 9”.

Diez minutos después vuelvo con mi martillo rojo y me lío a hostias con el cartel hasta que me deja pasar, tanto requisito y tanta hostia. Joderya, copón.

Entro en la nueva Redacsión, e inmediatamente la fortifico tapiando todas las ventanas. Tengo miedo de los multiples tipos de Raw, y desconfío de los carteles que me ofrecen granjas de ciervos. Los cuernos se ganan, no se compran. Improviso un megáfono con mis papeles, e invoco a la vieja cuadrilla.

Misifuz aparece el primero. Está tan gordo que ni maulla, el muy gato. Le rasco detrás de la oreja como premio por comerse a un cartel que ofrecía descuentos por comprar barritas energéticas, y me responde con un ronroneo amable.

Los siguientes son los chumachos de I+D. No acuden a mi llamada, sino al olor de los suministros que pido. Tengo que renunciar a un 50% de la mandanga para que entren en razón y se pongan de mi lado.

Yordan brota del propio suelo como si de un champiñón se tratase. Menos mal que él si sabe como entrar en escena de forma lógica. Se lo agradezco masajeándole el cráneo con el martillo.

El que más tarda es Rafita. Vamos, que aún no ha llegado. Me preocupo sinceramente por su salud. No puedo evitar un fuerte malestar por desconocer su suerte. ¿Quién le puede maltratar mejor que yo? Nadie, sin duda. He de encontrarle. Rafita, si lees esto, vuelve.

Y eso, más o menos, es el resumen de cómo es renacer tras varios meses sin saber nada del eMundo. Le recomiendo la experiencia.