La reforma de los servicios secretos

Day 295, 13:53 Published in Spain Spain by Charrito

Recientemente, se ha debatido en el congreso una propuesta de reforma del CAI (Centro de Análisis e Información). El núcleo de dicha propuesta se encontraba orientado fundamentalmente hacia un cambio en la adscripción del CAI, que pasaría a depender del Ministerio de Exteriores y de la Presidencia.

El actual director del CAI, Kartalon, se ha declarado opuesto a esta reforma, señalando que supondría un aumento de la burocracia que redundaría en un peor funcionamiento general de la organización. Tras el debate entre sus señorías, éste se ha cerrado sin proceder a la votación de la propuesta.

Desde la redacción del Heraldo, pensamos que la reforma propuesta es insuficiente. El CAI, en su momento, se creó fundamentalmente como una herramienta de recopilación y análisis de información que, citando a Kartalon, pudiera servir de "ojos y oídos" al gobierno. Esto es absolutamente necesario, pero insuficiente. Disponer de una información amplia, filtrada y analizada, es vital para ejercer una buena acción de gobierno y diplomacia en el convulso panorama internacional en el que nos encontramos.

Pero eEspaña, una de las superpotencias de eRepublik, necesita unos servicios secretos que además de servir de canalizadores de información, tengan capacidad operativa para realizar las acciones que sean necesarias, en el lugar que sea, en defensa de los intereses de eEspaña.

Nuestro país tiene numerosos enemigos. Enemigos que, llegado el momento, no dudarán en emplear todas las armas necesarias para atacarnos. Nadie puede ser tan ingenuo hoy en día para pensar que las guerras se libran sólo en los campos de batalla, o que es necesaria una declaración de guerra para efectuar un ataque devastador.

No hablamos de algo idealista, de algo puro, de lo que es “bueno”. Hablamos de la guerra, que, llegados a ella (cosa que no debería ocurrir), debe ser ganada a toda costa. Existen dos aspectos que son fundamentales en la guerra moderna en eRepublik aparte de, cómo es lógico, disponer de un ejército fuerte y bien entrenado. En primer lugar, resulta absolutamente primordial disponer de los medios necesarios para, llegado el caso, inclinar la balanza de la opinión pública internacional hacia nuestros intereses mediante la propaganda, la información (y por qué no, la desinformación) e incluso la intoxicación. Nuestros enemigos han empleado estas tácticas con notable éxito en la guerra (y la postguerra) de eMéxico, ante nuestra incapacidad para responder con las mismas armas.

El otro aspecto fundamental es el económico. La reciente crisis en eEspaña nos ha enseñado una gran lección: elementos extranjeros (empresas, colectivos enemigos) han sido capaces de llevar a la ruina a numerosas empresas de nuestro país. Debemos ser capaces, si es necesario, de hacer lo mismo a potencias enemigas. Es necesario disponer de recursos económicos y materiales (empresas encubiertas, agentes) que potencialmente puedan luchar en esta guerra sin cañones ni fusiles.

La guerra es algo sucio. La guerra moderna tiene lugar en muchos campos de batalla. Por el bien de los intereses de eEspaña, debemos estar preparados para, Dio no lo quiera, combatir en todos ellos, con balas y sin ellas. Y para ello, aunque no nos guste la idea, necesitamos una CIA, no un CAI.