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Españolitos de a pié
alabarderos activos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién aplicó el correctivo?

No lo aplicó la nada,
ni Reconquista, ni el GOLD,
sino la gente armada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al arma dura,
y a los paisanos unidos,
los tres dieron la hermosura
de territorios resurgidos.

Levántate, españolito,
dijeron al pie del viento.
Y el español soltó un grito
guerrillero de cemento.

Españolitos de a pié
alabarderos activos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién aplicó el correctivo?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la de su candidato
que se mofó de vuestra pasión,
que os pisoteó un rato
y se aprovechó de la situación.

Regiones que vuestro afán
consagró día a día
eran principio de un GOLD
que sólo Himan tenía.

¡Cuántos siglos de grandeza,
de sueños e ilusiones,
se convirtieron en proeza,
y ahora os tocan los cohones!

Españolitos de a pié
alabarderos activos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién aplicó el correctivo?

España, levántate brava
contra el partido opresor,
no vayas a ser esclava
en busca de su esplendor.

Dentro de la claridad
de la historia y la razón,
ve mañana a votar
lo que te dicte tu corazón.


Alfonso.