La del no ser V

Day 1,946, 07:51 Published in Spain Spain by pabman11



Bienvenidos al continente…



Jervaj cabalga al frente de la caballería, abriendo paso, como día tras día… Seguro de si mismo, sobre todo ahora que sabe que va a conseguir su más ansiada arma… Inmerso en sus pensamientos, le despierta un sonido desde el bosque que tiene a su izquierda…

Un caballo pequeño, tal vez una yegua, salta desde el bosque, cruzándose en su camino con una amazona a su lomo… Se coloca al lado de Jervaj, que sigue sorprendido…

— ¿Quién es el comandante de todo esto? — Dice enérgica la amazona sacando una espada corta de la espalda…
— Estás hablando con él… Jervaj, capitán de las tropas de Nuestra Señora de Aiwent, la Reina Blanca de la casa de Navarra. ¿Por qué quieres saber quién es el comandante?
— Llevo bastante tiempo formándome para tomar parte de un ejército así algún día… Hace poco oí de vuestra derrota en el desierto y decidí que era mi momento… ¿Con quién debo hablar para alistarme?
— ¿Una mujer en el ejército? Perdona, no es usual, y menos presentándote así… Ve a la parte final de la compañía y busca a la Reina o a alguien de su calibre, cuantas más espadas tengamos, mejor… Pero deberás pasar su prueba…

La chica espolea su montura en dirección contraria a la marcha… “Vaya por la Diosa… Lo que hay que ver en el camino…” Piensa Jervaj mientras la ve marchar…




La Reina ha bajado del carruaje, necesita andar… Camina despacio al lado de Alceo, que le habla de cosas inaudibles… “Asuntos de Estado… No sé siquiera si soy una Reina…” Piensa…

— Déjame Alceo, por favor, después me ocuparé de todo eso. Necesito pensar…
— Mi Reina, por supuesto, pero le recuerdo que ser Reina implica todo esto…
— ¿Y quién te ha dicho que yo quiera seguir siendo Reina? Después sellaré todos esos documentos… — Le espeta con cierta violencia Blanca…

Alceo se aleja, papeles en mano, hacia la parte trasera de la compañía, donde anda la infantería…

La Reina se queda sola, al lado del carruaje, perdida en sus pensamientos… Cuando de repente, un caballo se presenta en la escena a toda velocidad… Blanca se asusta, sacando instintivamente la daga que lleva en el tobillo a modo de defensa…
— ¡Quita de en medio! — Le grita la amazona a Blanca. — Estoy buscando a alguien responsable de todo esto, quiero alistarme.
— ¿sabes con quien estás hablando, insolente? Soy Blanca de Navarra, descendiente de la noble casa de Navarra, parientes de los legendarios siete reyes de Más Allá del Mar…
— Ah, vale… Mi nombre es Lis, hija de Nadie… Fui armada en los bosques cercanos a Aiwent por un viejo guerrero de vuestra casa. Hace poco supe de vuestra derrota… Quiero alistarme.
— Pues deberás pasar mi prueba antes… — Se dirige al conductor del carruaje. — Paramos a descansar, avisad a los de delante… — Vuelve la mirada otra vez hacia Lis, poniendo en posición de combate su daga… — Baja de tu montura, y demuéstrame lo que sabes hacer…

Lis baja de la yegua y saca un daga del tobillo, una daga igual que la de Blanca, solo que menos decorada…

Blanca ataca primero, empieza rodear a Lis, con la daga en la mano derecha… Hace un ademán de clavar la daga en el estómago de Lis, pero es una intentona pobre, de tanteo… Como era de esperar, la de los bosques contraataca, con una ágil finta y consigue cortar un trozo de tela de la parte baja del vestido, que se queda enganchada en el hierro… Alarmada por este acercamiento, la Reina se aleja un paso, dando distancia, y lanza el cuchillo de plata en dirección al brazo de Lis, que deja caer también su daga…

— Así que sabes luchar con la daga… Pasemos a la espada. — Dice Blanca a una malhumorada Lis, mientras saca una espada del carruaje… Lis hace lo propio sacando la suya de la espalda…

La multitud les rodea. Jervaj, que acaba de llegar, ha estado a punto de parar el combate, pero Alceo se lo la ha impedido, cogiéndole de la camisa, para evitar que se meta en un acto de prueba… Boitx, con la mirada perdida en el infinito, susurra… Todos los demás parece que no les sorprende…

— Que bien que maneja la daga midons… — Sonríe con ironía Lis.
— Es una de las condiciones para reinar, saber luchar, no siempre estarán los guardaespaldas cerca… —Dicho esto, Blanca vuelve a tomar la iniciativa con un elegante movimiento alrededor de la cabeza de Lis, desbordando parte de su defensa, pero un simple movimiento de la espada consigue evitar que ruede su cabeza.

Lis contraataca, igual que antes, directa, oponiéndose al aire, y ´tirando rápidamente la espada curva de Blanca al suelo. La espada de Lis está a solo un centímetro del corazón de Blanca…

— Lis, hija de Nadie, bienvenida al Reino de Navarra… — Anuncia Blanca, y Lis quita su espada, guardándola en su cinto…




Pabman11, Redactor de Desde La Nevera y dueño de sus destinos