Juan S. Andraka - Un mexicano más

Day 1,765, 20:54 Published in Mexico Chile by Victor Alonso de la Cruz
Juan Sánchez Andraka
(Chilapa de Álvarez, Guerrero, 1941
Novela




Un mexicano más (1966)
Fragmento

Capitulo 10
Se inicio un nuevo año escolar. Era septiembre.
El primer día nos reunimos en el patio para recibir las indicaciones del Director.
El cielo nos enviaba una ligera llovizna.
El Director se acerco al micrófono. Nos hablo de responsabilidad, de estudio, de trabajo.
Nos dijo que en la vida sólo triunfan los hombres y mujeres que están preparados para afrontar problemas.
Que la dignidad jamas debe perderse, aun a costa de la existencia.
Que la verdad era mas sagrada.
Que los hombres honestos y probos son los únicos merecedores de admiración y respeto.
Que los vividores, los inescrupulosos, los deshonestos solo merecen el repudio social.
Después se lamento del aspecto de nuestro edificio.
- Nuestra escuela -dijo- necesita ser pintada. La van a pintar ustedes.
"Díganle a sus padres que atiendan al llamado que la Secretaria de Educación Publica les hace a través del radio y la televisión para lograr escuelas mejor acondicionadas. Con pequeñas cooperaciones y nuestro trabajo lograremos que nuestra casa, supere esta situación lamentable..."
Nos comprometimos a pintarla en una semana. Lo haríamos por grupos. En las tardes...

Veíamos la televisión.
Mi mamá, sentada junto a mi, me rascaba cariñosamente la cabeza.
Yo, boquiabierto, admiraba el heroísmo y la virilidad del protagonista del programa. Era "La ley del Revolver".
Terminó.
Vinieron los comerciales.
"Tequila Sausa, fuente de alegría..."
"El que tiene Castillo, lo tiene todo..."
"Corona familiar, signo de distinción..."
"Sea superior. Tome Superior..."
Por fin.
"Mejores escuelas harán de nuestros hijos mejores mexicanos. Restaure la escuela más próxima a su corazón..."
Aproveche.
- Mamá, el Director dijo que te pidiera un donativo para pintar la secundaria. Me lo darás, ¿verdad?
- Claro, no faltaba más. Ya sabes que por ti estoy dispuesta a realizar todos los sacrificios...
Antes de la semana fijada nuestro edificio quedó pintado. Realmente se veía hermoso: la fachada era azul, los salones verdes.
Se respiraba mejor, como si la pintura purificara el aire.
¿Ahora sí, seríamos mejores... ¡Lo habían dicho en televisión!
Continuaron las clases, los dictados, los elogios al Director, a las autoridades municipales, los regaños, los consejos...
Todo igual...
Sólo cambio la pintura, pero era suficiente: ¡Teníamos una escuela mejor!