Invencible

Day 2,761, 11:15 Published in Argentina Argentina by Malencarado


Fue por agotamiento que terminé dejándome caer.
No por tus balas.
Ni siquiera pienses que ya me has vencido.


No hay una sola fuerza en este mundo que pueda lograrlo. Ni siquiera tú, que ni puedes pretender ser una fuerza; sólo un soldado, un mortal como uno más, con tu casco y tu chaleco y con tus botas, con tus armas poderosas, y tu escudo inexpugnable.

¿Cuántas veces crees que he estado en el combate? en las trincheras de tierra, tras barreras de sacos de arena, y en el frente abierto de las grandes guerras. Aquellas, las que realmente importaban. Las que podían amainar el ímpetu más infranqueable, al coraje indoblegable, invencible.


Ví caer cientos de hombres a mi lado, los amigos, los de andadas, y los que de nada contaban. Y supe separar la sangre de mis enemigos de la mía propia. Supe mantener al margen sus ataques, respondiendo con severidad y presteza al asestar los míos. Supe en cada tiempo, cada día de combate, que el final no llegaría para mí ese día.

Puede ser que hoy me haya equivocado.

Es probable que pensaras, al verme caer tendido, que éste era mi fin.
-- ¡Ni siquiera lo sueñes! --

Sólo caigo porque estoy cansado. Y esto que corre aquí a mi lado no es mi sangre. Ni lo creas. Esto es sólo mi sudor enardecido por el fragor del combate; que se ha puesto rojo por el sol, y se ha espesado por la tierra que yace debajo de mí, que hoy me recibe en gozo, por haberla defendido con mi honor y con mi gran cesta de sueños, inacabados todos, incumplidos.


Es posible que creyeras que con tus disparos ibas a lograr que me supiera vencido y me sintiera derrotado. Pero no lo has alcanzado.
Ni siquiera este dolor punzante al costado derecho ni la ausencia ya inminente del oxígeno en mis venas ya drenadas, podrían apartar mi mente de una sola idea persistente:
¡aún no me has vencido!

Esta forma de cerrar mis ojos, aún abiertos, es para evitar el sol que me fatiga.
Esta extraña distensión final de mis músculos, y este soltar de cuello y de los brazos, son tan sólo un gesto involuntario de liberación, por el cansancio.

Puede que esté muerto ya, es verdad... ¡pero no han sido tus disparos!

Simplemente estoy tomándome un descanso.