Es hora de sacar las guillotinas a las plazas

Day 2,754, 04:37 • Published in Spain Spain • by Zakk Bloodworth

Hemos tenido una semana de prensa bastante teñida de negro donde han sido revelados sentimientos de pesimismo, desilusión e injusticia por parte de varios colectivos ciudadanos. Parece que es un hecho, que exista gente cabreada con el panorama actual. Es cierto que son tiempos difíciles y que eRepublik no acompaña mucho, que el llevar tanto tiempo sucumbiendo al poder de terceros termina por pasar factura y esas cosas. Pero soy de los que piensan que lo que realmente nos ha hecho brillar en otro tiempo ha sido el aspecto social, la condición palpable de que eramos un conjunto comunitario.

Ahora mismo nos encontramos en un país terriblemente fragmentado, una situación bastante grave que no creo que solucionemos recuperando Murcia. Ni siquiera España en su totalidad. Porque incluso en el mejor de los casos, esas hazañas serían lapidadas por un nuevo gobierno. Ya lo hemos vivido en varias ocasiones. Nuestros representantes políticos se empeñan en partirse la cara contra un muro de piedra, mes tras mes, cuando el futuro descansa ahora más que nunca en los nuevos ciudadanos, a quienes habría que tener muy en cuenta porque son el futuro y la esperanza de esta situación.


Y en este sentido, la gestión de nuestros representantes políticos ha sido especialmente pésima, porque no se debería consentir que un presidente tachara de multicuenta al primer usuario nuevo que se encuentra con ganas de participar, porque es repugnante disponer de un MoD que desprecia e insulta a cada ciudadano que se atreve a criticarlo, porque más que un ministro parece un striper que aprovecha la mínima oportunidad para enseñar pezones y hacer gala de su cuerpazo del delito y del pecadito. Un showman, en definitiva.

Han repetido y seguirán repitiendo, personajes en nuestros gobiernos que han estado desprestigiando el buen hacer de todo un equipo presidencial. Han repetido y seguirán repitiendo, legislatura tras legislatura, porque son considerados la opción menos mala, cuando siguen fomentando la existencia de representantes con una mentalidad obtusa y marcada por el desencanto.

Somos primera potencia mundial de palmeros, gente aburrida de todo, gente que disfruta llamando visero al que se deja la piel por este país, al que tacha de ignorante al primero que se atreve a escribir, que trata de momio a quienes intentamos hacer un ejercicio humilde de nuestras responsabilidades, que escupen el trabajo de la poca gente que en algún momento tuvo la oportunidad de enderezar esta nación. Los patriotas son los otros, los que vacían las arcas y se ríen en nuestra puta cara, los que se han montado verdaderos cortijos de poder. Esos son los que marcan la dirección, son la tendencia, lo admirable.

Lo fácil es marchar y criticar desde una situación más cómoda. Tampoco quiero olvidarme de ellos. Lo jodido es seguir ensuciándose las manos de mierda por empujar el engranaje que tiene parada la sociedad española. Lo admirable es que todavía haya gente nueva que con valentía en la mano publica contenido en sus periódicos. Hay que tener huevos, teniendo a las hienas con hambre.
Lo admirable es la contribución de personajes como Avutardo que siguen remando pese a las circunstancias. Gracias, muchas gracias por quienes pudiendo, optan por seguir con nosotros.


Damas y caballeros, la ciudadanía es responsable de su desidia, y hasta ahora hemos sido nuestra propia condena. Es hora de sacar la guillotina a las plazas y arrebatar las instituciones a quienes hacen mal uso de ellas. Hoy toca votar. Yo solo espero que, gobierne quien gobierne, no sea solo el voto lo que ofrezca la ciudadanía, porque sin un pueblo comprometido y unido, ni la gestión del más humilde merecerá la pena.

He perdido la esperanza por las caras de siempre, reaccionarios que escupen bilis porque creen que ya lo han inventado todo y por estar aburridos, consideran que nadie más está en derecho de divertirse. Vosotros, la mayoría social silenciosa, los nuevos, los momios cafeteros, los veteranos desencantados, los emigrantes hastiados. No os dejéis contagiar y ánimo, porque este país necesita una inversión a largo plazo.