En este país...

Day 1,426, 15:01 Published in Spain Spain by Pove


Si lee el artículo es solo bajo su responsabilidad. Puede o no gustarle, pero es solo opinión, no se queje, gracias.




En este país lo más fácil es criticar y lo que más nos gusta es aparentar saber. Somos muy dados al defecto ajeno y poco proclives a ver el nuestro. Pues oye, hoy me siento español. Me apunto.



Recuerdo que cuando surgió la medalla de mercenario, pocos fueron los que se resistieron al impulso de conseguir al menos una para completar el perfil. Sin embargo, algunos la vimos como una posible fuente de gold, trabajosa pero más accesible para los que no somos tanques. Pues bien, en mi afán por intentar alcanzar la meta última de este juego, y eso es tener más gold que nadie para poder gastar más que el resto, pero no queriendo usar dinero real, quise insistir en lograr más medallas de mercenario.

¿Qué pasó? Se me criticó, a mi y a muchos otros como yo. De pronto todos eramos unos mercenarios sucios que no querían a su país. Todos eramos la escoria que ponía por delante los intereses económicos propios antes que los de sus hermanos patrios y la nación misma. (Por supuesto, había gente que decía esas cosas en broma, o eso creo/espero, esto va por quienes hablaban en serio)

Sin embargo… Ahora veo que el barco se ha hundido, los mercenarios esos tan sucios hemos luchado por achicar agua y ninguno de los que criticaba ha salido ahora para decir: “buen trabajo, no pudo ser”. Ahora veo que de pronto, todo el mundo corre a conservar sus intereses económicos en algún país aliado con buenos bonus. Que sí, que eso no impide que se luche por España si se quiere, pero… Tampoco a mi me impide luchar por mi país el sacarme la medalla de mercenario poco a poco.

En este país nos falta cohesión, nos falta coherencia, nos falta comprensión, nos falta compañerismo, nos faltan muchos “cos” y nos sobran muchos individualismos. Todos vamos cada vez más a lo nuestro, aunque sin duda el juego invita a ello… Lo que hacemos nosotros está genial y lo que haga el resto apesta. Ya ni cuando nos conquistan tiramos de aquel espíritu patrio que tanto nos gustaba, o al menos no es ni la mitad de lo que recuerdo de veces anteriores.

Tenemos que hacérnoslo mirar.