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Dejando, por el momento, a un lado las crónicas zopilotescas, y entrando a una crónica y a un periodismo un poco más ortodoxo, les dejo la campaña en Oaxaca.

Mañana nublada, el ejercito colombiano y sus aliados han tomado el control de gran parte del país y su próximo objetivo es la región oaxaqueña.
El ejercito mexicano lo sabe y ya a tomado sus precauciones, el campo de batalla está listo.
El primer tiro suena, el enemigo fue quien disparó primero, los batallones hostiles se acercan y los mexicanos dispuestos ya para la batalla comienzan a defender sus tierras.
Los colombianos vienen con poca ayuda esta vez, así que para el ejercito nacional no es difícil mantenerlos al margen, el día transcurre sin mayor novedad, los mexicanos se están llevando la batalla y, ya para el anochecer, los colombianos lanzan el llamado de auxilio.

Casi al instante, tropas aliadas colombianas desembarcan en la costa y comienzan a luchar, los mexicanos eran superados en número, pero nunca bajaron la cabeza.
Al estar en desventaja, se fue perdiendo terreno, cada vez el enemigo se acercaba más a la victoria, pero no contaban con un grupo de jóvenes que, en un pequeño fuerte, planeaban su ataque maestro.
A la voz de ¡fuego! estos valientes se lanzaron con todo lo que tenían en contra del invasor, la victoria en aquella escaramuza favoreció a los mexicanos.

La noche se hacía vieja, el enemigo cada vez ganaba más terreno, en las primeras horas de la mañana una nueva ofensiva de parte del ejercito nacional se organizo, y cuando parecía que la región estaba perdida, los jóvenes y los super soldados se volvieron a unir, no estaba siendo este monumental esfuerzo suficiente contra las numerosas fuerzas enemigas, los mexicanos exhaustos y con pocas municiones resistieron, entonces, cornetas militares sonaron! No eran mexicanos quienes las tocaban, tampoco provenían del ejercito colombiano, los aliados mexicanos venían a apoyar!.
El ejercito invasor no lo podía creer, una victoria y una región que parecían seguras se les venian encima, mexicanos y aliados dieron todo lo que tenían y lograron hacer retroceder a los invasores, fue una batalla épica y las palabras no alcanzan para describir la adrenalina en los corazones de los soldados mexicanos que veían con júbilo y orgullo a sus enemigos correr.
Una vez más, las armas nacionales se habían cubierto de gloria.


Comodines:
1.Se ha ganado una batalla, mas no la guerra, no debemos confiarnos o el tiro nos puede salir por la culata. Felicitaciones a todos por esta gran victoria y un gran agradecimiento a nuestros aliados.
2.Es cuestión de horas para las elecciones de congreso, es por eso que atravez de este periódico anuncio mi candidatura en la región Northeast of México. No les prometo un cambio radical en México, tampoco despensas ni golds para todos, lo que puedo asegurarles es que cada día cumpliré cabalmente con mis obligaciones y trabajaré siempre representando los intereses de mi enación.
3.Por todo lo que vi durante la campaña en Oaxaca, reitero lo dicho en el articulo anterior. La Élite Somos Todos!.