El Mejor plan para fin de año.

Day 2,598, 07:29 Published in Spain Spain by Barriga Verde

Ivan siempre había sido como los niños glotones que gustan más del postre que del primer plato, o de los lectores impacientes que con sentimiento de culpabilidad ojean a hurtadillas el final de una novela, por eso cuando su vecina Laura, divorciada y sin hijos, esa misma mañana llamó a la puerta para invitarlo a cenar y a tomar las uvas los dos solos empezó a fantasear sobre esa misma noche. Aún siendo 10 años mayor, todos los colegas de Ivan se la comían con la mirada si tenían la suerte de cruzarse en el ascensor o en el portal, y después comentaban profusamente cualquier detalle de como iba vestida o si les había saludado con más o menos efusividad.



Ey tios! Paso esta noche de fiesta, tengo otros planes” escribió por whatssap. Al momento la pantalla del móvil se iluminó y varios mensajes aparecieron; “cómo! En fin de año?”, “Anda ya nos trolleas”, “Pues yo había pillado drogas para todos”, contestaron tres de sus amigos. Ivan respondió: “lo siento tios, Laura, mi vecina, la que esta to buenorra, me ha invitado a cenar esta noche con ella”, no hubo más mensajes, todos entendieron que Ivan tenía el mejor plan para fin de año de todos los que conocían.



El día pasó deprisa, se acercó por la mañana al mercado a comprar una botella de vino y unas ostras que había leído que eran afrodisíacas, y toda la tarde se la pasó entre el baño y el dormitorio, ducharse, afeitarse, volverse a duchar de lo nervioso que estaba, elegir la ropa que llevar, probársela y escoger otra, y ya eran casi las nueve, se puso a prisa los únicos vaqueros que no se había probado, eligió una camisa negra y se puso su cazadora de piel favorita.. “listo, allá vamos", pensó para él.

Recorrió con inseguridad los 10 pasos que separaba su puerta de la de su vecina, toco al timbre, Laura abrió, y sin dejarle decir nada Ivan casi gritó: “buenas noches no sabía que traer así que opté por esto”. Laura lo miró con una sonrisa pícara y respondíó: “¿ostras? Tú además de cenar que esperas de esta noche?. Ivan se sonrojó un poco y le dijo muy torpemente lo guapa que estaba.



Laura llevaba un vestido negro tan ceñido que a Ivan hubiera sentido la piel de laura con solo rozar la tela, el corte por encima de las rodillas le daban un aspecto juvenil y mostraban unas piernas bien contorneadas y caderas de artista de Holiwood de los 50, un ligero escote que más que disimular incitaba daba paso a un cuello sin adornos, largo, blanco, esbelto y a unos carnosos labios pintados de rojo, único maquillaje que resultaba evidente en la ligera palidez del rostro de Laura alumbrado por unos profundos ojos negros.



Sentados a la mesa, Ivan sin a penas probar bocado, deleitado con la conversación de Laura, llena de dobles sentidos, insinuaciones y gestos ligeramente provocativos acertó a coger una ostra y llevársela a la boca, bebió un poco de vino, se levantó besó a Laura y le dijo que tenía otro tipo de hambre...



La primera gota de sudor abría camino por la dermis ardiente y tersa. Salada y húmeda aliviaba a duras penas la tensión de cada uno de los músculos de sus cuerpos; producto del esfuerzo hercúleo, desacompasado, frenéticamente lento, colmado de voluntad y a la vez involuntario que ocupaba cada función, cada reflejo del ser que era, que había sido hasta minutos antes, quizás horas, y que ahora era controlado por el deseo de alcanzar el placer intenso de la liberación del dolor causado por las ostras en mal estado que los llevó a ambos a pasar la noche en el hospital.



Feliz noche a todos, y recordar, no comais ostras


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