EL EMBAUCADOR Y LA LIANTA (II)

Day 2,389, 08:50 Published in Spain Spain by Lantanique
El Embaucador y la Lianta (I)



-Dí un número entre el 1 y el 22
-El 3

El Embaucador revela la primera carta, la referida al pasado. Es el Mundo, el arcano XXI.



- ¿Ves esa mujer, rodeada de los cuatro símbolos elementales, el equilibrio de colores del naipe? Simboliza la realización plena. Hiciste todo lo que debías hacer, incluido dejar descendencia. Sé que no te extraña que su número esté relacionado con el tres.

-El 3, el 33, el 133… sí, tienen su significado.
Cuando yo llegué aquí eran otros tiempos. Viví lo que algunos llamaron la V1 y la V2. Entonces no todo era trabajar, entrenar y luchar, también vivías para conocer a otros ciudadanos con los que intercambiabas información y diversión. Crecí a través de los otros. El ciudadano organizaba la vida y se desarrollaba según su experiencia y la de los demás. Ibas aprendiendo día a día de forma autodidacta. Ahora los que llegan son como autómatas y necesitan orientación en cada paso que dan. O eso, o dejarse morir de aburrimiento. No hay más.

Yo no hice lo que debía hacer. Me dejé llevar por el cambio a la V2 cuando podía haberme dejado morir antes de ese traspaso. Pero me sentía querida, muchos me admiraban y yo, arrogante y presumida, me dejaba querer. Quería que me quisieran. Quizás lo necesitaba. Todos lo necesitamos. Nunca aspiré a más poder que el del aprecio por mi persona. Nunca me presenté a presidencia del país, sabiendo, como saben algunos de los que se presentan que sólo los apoyan porque en realidad son meros testaferros.

Día de Elecciones

Nadie podrá decir nunca que aproveché mi condición de mujer para obtener beneficios.



Por supuesto, yo también admiraba a unos cuantos y no los quería perder. Pero con el tiempo a todos los perdí.
Así que, Embaucador, no me digas que llegué a una realización plena. Mírame. No hay más que mirar mi medallero. Mírame.

http://youtu.be/VVwNYjTth_U

No me mira. El Embaucador parece más interesado en ese naipe que acaricia lentamente con la yema de su dedo. Un dedo que se me figura frío y delicado y por un momento percibo la sensación que provocaría un tacto así en mi piel, en mi cara, en la planta de mis pies, subiendo hacia mis muslos o dejándose caer lánguidamente sobre mi espalda.

-Dejé descendencia, sí. Un eHijo que aún pulula por ahí pero que ya no recuerda que yo lo devolví a este eMundo tras un error que cometió en el pasado. No sé qué le ha visto a esta vida para querer volver. El otro ha sido más inteligente, aunque no me ha gustado saber que ha emuerto y menos que vengas tú a anunciármelo. ¿Matarlo a él ha sido la manera que has encontrado para acercarte a mí?
Tengo una ehija. Si lo que vienes a buscar es datos sobre ella te diré que mataste a su ehermano. La dejé a su cuidado así que si no sabes tú quién es, yo no te lo diré.
Dejé descendencia y dejé relatos en los que hablé de todo aquello que marcó mi eVida y de todos aquellos que también la marcaron. No me ecasé con ninguno, aunque lo habría hecho si alguno me lo hubiera pedido.

Embaucador, ¿Leíste alguno de mis relatos? ¿Alguna vez te sentiste eEnamorado?

http://youtu.be/IzoPJ4AyRwo

La mirada del Embaucador es borrosa. Entorna sus ojos. No sé si lo hace para distraerme mientras piensa su respuesta o si es que necesita enfocar mejor porque el humo ha viciado el ambiente y no encuentra la respuesta.

- Confundes lo que debías hacer con lo que ahora crees que debías haber hecho. No me culpes a mí de tus cambios. Sobre tu descendencia, dos cosas. Una, lo sé todo sobre ella, puesto que a quien maté también era, en cierta forma, parte de mí. No es nada que te deba sorprender. La otra, sobre si he venido a buscar información...

Se detiene para separar la colilla de sus labios y aplastarla en el cenicero. Y lo hace muy despacio, tanto que me deleito mirando cómo la aplasta con la yema de sus dedos.

Repentinamente está al lado de Lantanique, casi rozando su piel, como un fantasma que se hubiera desmaterializado y dedicase ahora todo su espíritu a provocar un escalofrío en la persona a la que atormenta. Las yemas de sus dedos apenas llegan a acariciar la mejilla, un toque de seda, suave y eléctrico, que no es tanto contacto como amenaza de contacto, de esa forma en la que ese minúsculo espacio de aire entre las pieles parece estar a una temperatura más elevada, creando una sensación agradable de calidez. Su boca se acerca del mismo modo a su oído, susurrando en voz grave, de modo que la cercanía hace que el aire exhalado dote de consistencia material a sus palabras, que acarician suavemente el lóbulo de su oreja, al tiempo que sus dedos han pasado a rozar delicadamente sus labios.

- ... no soy yo quien ha soñado este encuentro en primer lugar, Flor.

Con la misma rapidez, vuelve a su lugar, exhibiendo una sonrisa pícara y casi odiosa. Una sonrisa que dice "Sé que por un momento has querido más, y sé que ese mismo deseo te disgusta y te confunde."

- He leído todo lo que se ha escrito, pero no con mis ojos. Ya sabes a que me refiero. Esa pregunta se la deberías hacer a otro, no a mí; crees que en esencia somos iguales, pero es un error. Pero que no se diga que rehúyo las preguntas: he sentido el embrujo de las palabras sin destinatario, esas que ocultan realmente a quien van dirigidas, y la maldad de intuir por qué no se es claro. Lo del eAmor... eso no es para mí. ¿Acaso tú confiarías ciegamente en mí? Lo dudo, Flor, lo dudo mucho.

-Nadie debería confiar en nadie, al menos en un sitio como éste. En nadie ni en nada. Sin embargo, yo ahora estoy confiando en ti y en tus predicciones.
Sigue Embaucador, pasemos al presente.



-Tu presente, al contrario de ese pasado, está marcado por el fracaso, por la debacle, por el cambio traumático. Un cambio que debes acometer, o aceptar ser consumida por las llamas que destruyen la torre, puesto que todo lo edificado debe caer en algún momento. No debería extrañarte cómo han terminado tus hijos, tu presente.

Presionar idioma galego

-No, no me extraña. Dí una imagen equivocada. O la equivocaron quienes me miraban. Pero el destino es el destino y confío en la venganza de una de ellos.

http://youtu.be/UZyNT8HKiUw

-No quieres comer algo, Embaucador?. Se ha hecho de noche y si te gustan los quesos y el paté podemos degustarlos acompañados de una copa de vino de mi tierra. Ya habrás visto que ahora somos eArgentinos pero en mi casa sigo manteniendo la dieta mediterránea, es mucho más sana y variada.

El Embaucador ya había colocado un tercer naipe sobre la mesa, boca abajo. Lo cubre con la mano y sonríe aceptando la invitación.

- Mi casa es tu casa. Acómodate mientras escojo música ambiental.

Tu casa es mi casa. Tu mente también, Lantanique… Tu cuerpo es sólo un cuerpo. Todos somos cuerpos, reales o imaginados. Y el cuerpo hay que mantenerlo.

-Venga, comamos algo, Flor, y el futuro lo dejaremos para el café.

http://youtu.be/81-vWW_RsRg


continuará....