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Aparece un chat vacío... no está vacío, pero lo parece; el sector servicio siempre ha sido discreto aunque carezca de encanto.
Aparece un chat vacío... los congresistas electos por la nación (no confundir con sociedad) española erepublikana van llegando.
Lanzan frases en tono saludo, con un dialecto sólo descifrable por gente de élite.

Empiezan a aparecer más curiosos, sin posibilidad de loguearse, pero conscientes de que mañana tendrán un artículo cojonudo un par de copipastes.

El primer plato es nouvelle cuisine, pero un tanto insípido; un par de bromas salidas de tono pero bien encajadas.
La cosa esta tranquila, los pagadores empiezan a abrir otras pestañas.

De segundo tenían pensado comer pulpo, pero un cambio de última hora les depara cordero con todos sus condimentos y guarniciones.
Resumiendo: El hambre ciega las ganas de comer.

La gente espera a los postres, pero en los postres tampoco hay sobresaltos. Lo más a reseñar es una discusión entre si eran caseros o de fabricación.
Creo que eran de fabricación.

Llegan los chupitos y el inminente coqueteo, pavoneo y demás cosas de élite.
Los últimos morbosos que quedan empiezan a darle a la X, yo entre ellos.

El resto de la historia es de oídas:
Cuentan que continúan chateando, que siguen atrapados a sus teclados.
Cuentan que han perdido las formas, que nos roban con la boca grande, poniéndolo en negrita. Que nos insultan en subrayado.
Cuentan que al fin nos damos cuenta.

Un relato atemporal basado/plagiado en "El ángel exterminador" de Luis Buñuel.


elcuartodemori:
Programa cero.
Programa guan.
Programa chu.