Ejercito: un ente apolítico

Day 290, 17:12 Published in Spain Spain by Juan Rico

Conforme se desarrollan las guerras en eRepublik, hemos podido ver algunas disensiones, como la del "ciudadano" eRepublicano, que francamente merecería la horca por ser miembro de las Fuerzas Armadas de España, y actuar en contra de los intereses nacionales, como de las ordenes emitidas por el mando del ejercito.

Reitero: gente así merece no la expulsión del ejercito, sino una corte marcial por alta traición y nada menos que la horca, de ser encontrados culpables.

Desde el primer artículo de El Veterano de Madrid hemos defendido el carácter castrense y apolítico que deben tener las fuerzas armadas. Es preciso por ello limitar la militancia política. Como dijo el escrito estadounidense Robert Heinleyn "¡cielos, si los soldados pudiesen votar, a lo mejor votarían no saltar en paracaídas". Sencillamente, el soldado supedita su voluntad no a una "causa justa", no a "lo bueno", sino simplemente a la disciplina de la que emana el sentimiento de servicio. Solo así se forja el político que, con sus ideales como bien cultural, no los supedita al servicio público.

Pocos nos apoyarán en nuestra determinación, pero debemos prohibir la militancia en mandos y, a ser posible, en la tropa, para conseguir un ejercito homogéneo en el que las órdenes se impartan sin quebrantamientos masivos de la disciplina. Si se quiere ir en contra de la nación, uno siempre puede firmar el impreso, caminar por el camino de la deshonra, y hacerse un soldado de fortuna. Hay milicias que, con mayor o menor éxito, han logrado su propósito.

El boicot a la disciplina, en todo caso, no puede tolerarse. El servicio otorga verdaderamente la ciudadanía. La traición debería acarrear una pena proporcionalmente similar.