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PLANETA EREPUBLIK



Despierta un nuevo día en eRepublik, un pequeño y rudo planetoide donde cada día es una prueba para la supervivencia. La presencia de una enana roja relativamente cercana y la forma discoidal del planeta, hacen que haya grandes diferencias dentro del cuerpo estelar tanto en lo relativo a la flora-fauna como en fenómenos físicos atmosféricos.
Debido a la extraña rotación sobre su diámetro en vez de sobre su eje, han hecho que los habitantes de eRepublik hayan desarrollado una protección cutánea basada en el oro. La dermis erepublikana ha sido capaz de incorporar los pesados átomos de oro a modo de coraza que les protege de las radiaciones electromagnéticas que desprenden esa enana roja.



Hay atmósfera, donde la concentración de los distintos gases está en menos equilibrio que la cuenta corriente de un “diezESPista”. Además, se nota un ambiente más denso que la sala de la convención de Flatulentos Unidos. Los grandes motores ecoreanos Li Ku An se encargan de regenerar el aire y hacerlo más respirable, aunque las fábricas de mascarillas y filtros siguen en expansión. Estas fábricas son puntos de negociación y huelgas, además de nódulos de trapicheos de panes y armas.



La distribución de los continentes hace que haya distintos ecosistemas donde los distintos grupos erepublikanos se pueden desarrollar. La mezcla de orografía e hidrografía han moldeado el territorio. Las grandes montañas del Norte se mezclan con los desiertos acuíferos del sur. Paradoja explicable por la alta concentración de metales pesados ó “cargantes” como los consideran allí. Sólo unas raras especies de artrópodos son capaces de vivir en esas condiciones y sirven de base alimenticia para los denominados “elmniques” (en realidad, para poder pronunciar su nombre correctamente, haría falta tener varias fisuras en la tráquea e irlas tapando a modo de clarinete). Estos seres se ganaron la reputación de “cabronazos” por ir en bandadas y saqueando los asentamientos cercanos a estos desiertos hídricos pero su gran tamaño e inteligencia les hace ser una especie siempre a tener en cuenta.



¡Cómo no!, siempre hay nómadas. eRepublik no sería la excepción. Los nómadas, especímenes de culo inquieto. No son capaces de asentarse en ningún territorio y se buscan las castañas vagando por el planetoide. De aspecto fiero y desaliñado, los nómadas se enfrentan sin miedo a los peligros, aunque siempre recurren a las cuevas bajo el lema “en época de guerra, cualquier agujero es trinchera”. Son famosos por sus guerras fratricidas y por sus inclusiones en las ciudades. De lenguaje vivaz y perspicaz, siempre sueltan chascarrillos jocosos y picarones pero mal vistos en la población urbanita. Aún se recuerda su última hazaña al atacar las vastas regiones ehúngaras del Norte Siberiano. Al grito de “si llega a la docena, me juego la condena”, numerosas niñas fueron raptadas y llevadas a los asentamientos temporales nomadianos. Cuando fueron en busca de ellas, sólo se encontraron huesos alrededor de unas hogueras apagadas y este tipo de imágenes en las paredes de las cuevas, muchas de ellas sin explicación:





La mayoría de la población serían los que viven en grandes ciudades y con acceso a la tecnología. Dotados de un cerebro mucho mayor y por lo tanto, según la frenología, con mayor inteligencia, han logrado instaurar un nivel de desarrollo propio de las culturas tecno-pop. Por eso y por el hecho de moverse más que la compresa de una coja, están con continuas batallas por ser mejor que el de al lado y mejorar su status social. Con acceso a armas y comida, estos “ciudadanos” (entre comillas porque son de todo menos eso) comenzaron siendo gente afable y risueña, tipo Papa Noel.



Sin embargo, a medida que van pasando los días, éstos se volvieron mucho más agresivos y con ansias de sangre. Carlos Weboslar y Elena Pollacon fueron los primeros en guiar a las distintas comunidades en busca de nuevos horizontes y sexo. El resultado fue gente como Alan Zado y Thomas Turbado, generales del Ejército de Liberación Zonal Norte y referente de todo erepublikano de buena madre.

Hay un pequeño grupo de mujeres que se las ve limpias y dispuestas a darlo todo. Las llamadas “placenteras” se encargan de aliviar esos apretones de pantalón de las grandes ciudades y que son parte clave de la economía erepublikana. Sino, ¿cómo aguantarían tanto tiempo los 2clickers sin suicidarse?.



En fin… ésta sería una breve pincelada de lo que serían varios tomos de este planetoide llamado eRepublik.