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Relato para el concurso de Cultura - (España en Brasil y USA)

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Que bonitos días aquellos en que los americanos, brasileños y españoles compartíamos un hermanamiento bajo una misma bandera, la española por supuesto, y el hermanamiento creo que era unidireccional por nuestra parte, pero bueno, siempre quedaban los centros de reeducación por si un brasileño o americano no se “sentía” español, pero salvo este pequeño matiz todos (los españoles), éramos felices.

Al menos esto es lo que me decía un amigo ya que yo no viví esa época de explendor y expansión “cultural” de nuestra eEspaña pero sin duda, sus relatos para mí, no tenían ningún despercicio.

Y es que Marcel, así es su nombre, me contaba cuando visitó New York, como los americanos se habían dejado seducir por una franquicia de un tal “Paquito”, el cual en un alarde de maestría y marketing sin igual, había creado una franquicia con el nombre de “Paquito’s Bar”, muchos dicen que pasó meses realizando un estudio concienzudo del mercado americano y que gastó millones de esp en una empresa llamada “NOOS”.



En “Paquito’s Bar” a los americanos de New York, le encantaban disfrutar de un buen bocadillo de calamares a la vez que podían pedir toda la Pepsi que quisieran, y todo ello mientras disfrutaban de un buen cuadro flamenco que amenizaba la noche bailando country.



Por otra parte Marcel me contó que allí los americanos son muy “vacilones” con la policía...al menos hasta que llegó el sargento Gutiérrez de la Guardia Civil que se hizo muy popular entre la policía Neoyorkina con su famosa frase “¡STOP, THE PAPERS!”.



También me contó mi amigo que los americanos comenzaron a adoptar algunas frases populares españolas:

Don’t be a water party: No seas un agua fiestas
Don’t be a singer morning: No seas un cantamañanas
From lost to the river: De perdío al río
Es una fieshta: Is a partysh
Fistrorrr: Fistrorrr

Y otras muchas que serían demasiadas para comentarlas aquí.

También los americanos le cogieron cariño a José Tomás que deleitaba las tardes Texanas montando un toro para final ahorcarlo con los pulgares, la verdad es que este tío es grande y siempre salía a hombros de “Rey Misterio” mientras los “chunguitos” cantaban el himno nacional estado unidense.



Decía también Marcel que los negocios americanos estaban abandonando las armas para usar un método mucho más español para disuadir a los posibles delicuentes de atacar sus locales.



Tan famosa se hizo nuestra “cachiporra” que la policía la usa en vez de los “tasers”, ya que según ellos dicen tienen el mismo efecto pero producen el doble de respeto.



Pero Marcel, hombre inquieto, viajó a Hawaii, quería ver esa isla tan hermosa donde se rodó “Lost”, y donde al llegar te ponen un collar de florecillas mientras te dicen “¡Que pasa pisha!, además, hasta Madona llegó a decir de Hawaii, “me encanta sentarme en un chiringuito Hawaiano mientras me como una ración de chanquetitos con un tinto de verano”, y claro, con estas Marcel no podía evitar visitar la isla, y su estancia allí no estuvo nada mal según me comentó, pero quería visitar otras de las provincias de eEspaña, Brasil, y allí que partió.





(Aquí rescataré un artículo que ya escribí en su momento, ruego me perdonéis pero al caso viene perfecto.)

Ya en Brasil Marcel me contó que los eBrasileños son hombres humildes y tranquilos a los que les encanta la tortilla de patatas y arrancarse por sevillanas.



También me comentaba que Pitingo se había echo de oro cantando una fusión entre flamenco-macumba.



Pero lo que más le dejo sorprendido es que también sentían debilidad por la Jota, uno de sus bailes preferidos que junto con las Sevillanas y el Chotis amenizaban las noches de los eBrasileños.



Pero como no, decía Marcel, lo que más les gusta a los Brasileños, es celebrar sus carnavales canarios de Rio de Janeiro al son de "Paquito el chocolatero" en el sambódromo, donde King Africa, había consolidado su carrera.





Por último, comentaba mi amigo, entre sus cómicos más famosos se encontraba "Chiquito de la Calzada", o como ellos lo conocían "Chiquito da Estrada", el cual arrancaba las carcajadas de los eBrasileños al grito de "Fristro na Pradaria" o "torpedorr".



Pero Marcel echaba de menos los McDonalds eEspañoles y, cansado de tanta comida basura de “Paquito’s Bar”, volvió a eEspaña a comerse un saludable “BigMac” y descansar de tanto viaje exótico...



Mi amigo Marcel con cuatro copas en lo alto creyendo que se ha ligado a la mujer más guapa del bar..., desde entonces Marcel no bebe, por esto y por las cuatro costillas rotas.



Saludos y hasta la próxima