Crónica de la Operación Blanca Paloma (el ego les ciega)

Day 1,487, 07:28 Published in Spain Spain by Espaugyl




Poco a poco lo estamos consiguiendo ¿el qué? preguntaréis, pues volver a territorio español, que en buena hora me dio por cubrir la “conquista” de Norte de eBrasil durante las Guerras Marmotas. Como ya sabréis los que leéis estas mierdas de artículos que hago para vivir… esto… los que leéis mis arriesgadas Crónicas desde el frente, que hago por amor al arte y afán periodístico, Lantanique y un servidor hemos conseguido llegar a las Canarias, pero a las Canarias ocupadas, que nuestros invasores argentos están intentando convertir en una prolongación de su eArgentina natal, porque mucha intención de irse no se les ve.



”Retoño del Aconcagua”, nuevo nombre del Teide… son unos tocapelotas, y no me refiero al fútbol


Pero no mucho turismo pudimos hacer porque, al parecer, éramos buscados desde nuestra huida de eBrasil, y los argentos siempre han sido muy solícitos a los deseos de sus amos-aliados. Así que durante un tiempo, gracias a la habilidad lantánica-capitalista de mi compañera de fatigas para ser invitada a Fantas y luego revenderlas a los mismos pagafantas que la invitaban (un círculo en extremo perverso pero útil en nuestras circunstancias), conseguimos algunos ingresos para alojarnos en un modesto hotel en el que ni pedían documentación ni hacían muchas preguntas ni iban al oculista, porque llegaron a creerse que la indumentaria de Lantanique, con sus dos medios cocos cardiacos y su escasa falda de ramajos, así como mi aspecto de náufrago esparcidor de masculinidad mediante efluvios sudorosos y barba de un mes, eran el resultado de un seminario que impartíamos sobre Hawái y sus circunstancias.


Lo cierto es que muy seguros no nos encontrábamos en Canarias, debíamos ir a territorio no ocupado, aunque la verdad es que yo me sentía más que cómodo ocupando una única habitación con Lantanique, principalmente porque se le habían agotado los objetos para arrojarme y allí no había cocos como en la isla. Eso sí, era curioso el ver como se le arrugaba la nariz a mi heroica y voluptuosa compañera cada vez que movía mis brazos y quedaban al descubierto mis pobladas axilas, aunque a decir verdad también ponía cara rara cuando corría algo de aire desde mi masculino cuerpo hasta ella.



Lantanique intentándome explicar no sé qué cosa sobre una ducha o de darse una ducha o que le diese una ducha o que me la diese yo… yo que sé… con la mascara antigás que se ponía cuando estaba yo cerca no había quien la entendiese


Con el miedo a ser descubiertos por las fuerzas de ocupación argentinas y con el temor a que cualquier día tuviese que perder mi sexapil con una ducha (“sex appeal” para los bárbaros) salí a la calle en busca de la forma de llegar hasta la Península, tarea nada fácil ya que todos los aeropuertos y puertos estaban férreamente vigilados por argentos asesorados por Admins de la GestapoeRepublik.


Lo cierto es que la cantidad de Admins por metro cuadrado era increíble, no parecía normal, era como si supiesen que un español desesperado, aparte de muchos güevos (sí, cuando son por valentía se escribe así), tiene tendencia a convertir el ingenio en disparate con inciertos resultados, así que estaban con los hierros de marcar chocopuntos siempre listos, al rojo vivo, a la espera de cualquier oportunidad para deleitarse en nuestro dolor.



Hierros de marcar chocopuntos siempre listos. Lo peor es cuando los Admins de la GestapoeRepublik se vuelven creativos a la hora de elegir el sitio donde marcarte… te puedes llevar varias semanas sin poderte sentar


Dando vueltas de aquí para allá me topé con un control argento de documentación. Teniendo como tenía menos papeles que una liebre, entré en el primer local que había sin mirar ni donde me metía… y el surrealismo me hizo sentir mareo: Cincuenta persona ataviadas de rocieros (entiéndase, sombrero de ala ancha, chaquetilla entallada, botos, mujeres vestidas de flamenca….) me apuntaban a la cabeza con armas q1, q2 y varios bazucas.


-¡Viva la Blanca Paloma!- acerté a decir mientras con los ojos cerrados esperaba un primer disparo de aquellos talibanes católicos de la Peregrinación al Rocío.

-¡Viva!- contestaron todos al unísono- Bajad las armas, es de los nuestros- oí a continuación.

-Perdonad, no quería interrumpir… lo que fuese que hacíais- dije dando unos prudentes pasos en dirección a la puerta sin darles la espalda- no quería molestar- añadí.

-No es molestia- me contestó un afable español, de nombre Avutardo, que sonriente me estrechó la mano al tiempo que me invitaba a quedarme, a lo que accedí cuando vi que la invitación iba acompañada de buen jamón y unas copitas de fino.

-Has dado con lo que queda de la Resistencia en Canarias- me explicó Avutardo- pero aquí no tenemos nada que hacer, esto está lleno de traidores, incluso hay oficialidad española que se ha cambiado de bando, los infames Durrti y Arcadia por ejemplo.

-¡Gue imfamhes, gue vergüenfa!- añadí patriótico con la boca llena de jamón.

-Pues sí, por eso estamos aquí, en la Hermandad del Rocío de Las Palmas de Gran Canarias, el sitio más surrealista donde un argentino nos buscaría y en donde un espía argento sería descubierto al instante, destacaría tanto o más que un Admin de la GestapoeRepublik en la playa o celebrando el Día del Padre. Nuestro siguiente paso es embarcar hacia Andalucía como si fuésemos a la Romería del Rocío.

-Pero… pero si falta más de medio año para el Rocío.

-Eso lo sabemos tú, yo y muchos españoles pero ¿un argentino?



Ferry de Canarias al que subiríamos gracias a la astucia de Avutardo y a que los argentinos se creen en la posesión de la verdad… y en verdad no tienen ni puñetera idea de cuando es el Rocío o lo que es… bendita ignorancia


Con la impresión de que con media docena de Avutardos eEspaña podría conquistar el eMundo me fui en busca de Lantanique, con dos tupeerware de jamón hasta arriba, que esas turgencias hay que mantenerlas, y una maleta con todo lo necesario para el día siguiente.

Cuando llegué al hotel donde me esperaba Lantanique mi alegría por lo sucedido me hizo ser imprudente, y sin mayores explicaciones le pregunté sin darme cuenta de cuan retorcida a mis sanas intenciones puede llegar a ser.

-¿Sabes montar a caballo? Porque si no sabes te enseño, que te vas a tener que ir acostumbrando, guapa.


Cuando desperté junto a los restos de una botella rota, con un terrible dolor de cabeza, aún estaba mi agresora dispuesta a hacerme dormir con otro botellazo, pero me dio tiempo a contarle lo que me había ocurrido en la Hermandad del Rocío mientras la apaciguaba con el jamón que llevaba. Entre loncha y loncha le expliqué el plan de Avutardo a mi simpar, aguerrida y esquiva pareja de aventuras y, según vi que los ojos se le ponían como platos con el disparate, aproveché para insinuarle que podría ser nuestra última noche con vida en el eMundo, que la horizontalidad en común era lo conveniente en estos casos… o la verticalidad contra la pared, según gustos, a lo que me contestó sin palabras, tan sólo poniendo sobre la mesa una reluciente pistola q1 que no había visto hasta el momento que me hizo desistir… por el momento.


Al día siguiente, según lo convenido, con el debido atuendo, nos unimos a la Resistencia Española para embarcar rumbo a Andalucía, donde existían frecuentes levantamientos contra el invasor y desde donde me resultaría más fácil llegar a lugar seguro mientras se divertían luchando, que ya se me apetecía mi bar, mis desayunos con mi rebanada tostada con aceite y ajo, mis partidas de siete y media, y mis eternas discusiones con el camarero sobre la cuenta pendiente.



La Operación Blanca Paloma en marcha. Observese a Avutardo, Lantanique y un servidor pasando desapercibidos como rocieros de pro rumbo al Ferry que nos llevará a Andalucía. Fue increíble como camuflamos tanques q5 en las carretas sin que se dieran cuenta.


Desde el Ferry de Canarias, rumbo a Cádiz, con jamón, vino y buena compañía, se despide este corresponsal.


Espaugyl