Capítulo 1 - Vera

Day 2,596, 15:26 Published in Spain Poland by chete8969

Creo que esto se merece una explicación.

Semanas atrás se propuso un concurso de relatos cortos en el que me decidí a participar, pero el poco tiempo del que disponía no me permitió terminarlo y así que os dejo el primero de unos pocos capítulos, aun no se cuantos de una pequeña historia, mitad real mitad ficticia a la que le he echado un poco de mi tiempo, no soy ni escritor ni he recibido más formación literaria que la de un libro de texto de Lengua y literatura de 2º de bach.


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Capítulo 1 - Vera




Hacía un mes que no veía a Vera. Echaba de menos su perfume olor a vainilla, cuando discutíamos y cerraba el tema robándome un beso… Me sentía más empalagoso que un tarro de miel, y es que nunca pensé que llegaría a sentir algo parecido por una mujer. Creía que nunca me iba a tocar a mi. Dos años atrás miraba siempre con recelo a las parejas que paseaban por la calle, me daban envidia por que parecían contentos, o al menos sus caras reflejaban alegría. Una alegría que yo añoraba.

Llevaba caminando un rato por la Calle Real. Estaba todo lleno de tiendas, las luces… una bonita estampa navideña. Estaba buscando algún detalle para ella. Me encanta cuando sonríe, se le forman hoyuelos y las mejillas se le marcan dándole un aspecto angelical.

La primera vez que nos vimos fue de pura casualidad. Yo no llevaba una buena temporada, los problemas familiares y académicos me habían hundido un poco. Salía de noche con poca frecuencia y me gustaba quedarme en casa escondiéndome del mundo. Pero ese día tuve un arrebato de salir de mi burbuja y me fui de fiesta. Hacía un tiempo que no veía a mis amigos y se alegraron de verme. Todo fue como solía ser, íbamos a los mismos sitios y bebíamos la misma mezcla, ginebra con limón. La última parada de la noche era la discoteca que está a pié de playa y yo estaba sentado en el paseo, mirando al mar. Mis amigos entraron en el local, a mi no me apetecía, no tenía mucho dinero y estaba cansado.

De repente noté un golpe fuerte en la espalda, una chica se había caído sobre mi, yo me enfadé, me había dolido muchísimo.

¡Joder! a ver si te caes para otro lado - Le dije.
Y yo que culpa tengo, a mi me empujaron - Respondió ella reincorporándose.

Giré la cabeza para ver a la chica. Me pareció mona, llevaba unos pantalones negros y una blusa blanca a juego. Tenía un toque exótico que me atraía bastante, su piel morena relucía con la luz de las farolas y sus ojos marrones se fijaron en mi atrapándome durante un momento.

Al menos dime como te llamas y te perdono - Le dije. El alcohol me había envalentonado.
¿Y por qué tengo que decirte como me llamo? - Contestó ella cortante.
Bueno, me hiciste mucho daño, me tendrás que compensar, ¿no?.
Yo soy Vera… ¡me tengo que ir!

Otra chica apareció cogiendo a Vera del brazo y llevándola hacia un taxi que las esperaba unos metros más adelante.

¡ Adiós ! - Le grité haciendo un gesto de despedida.

Volví a quedarme solo mirando al mar pero con una sensación diferente, tenía ganas de volver a ver a esa chica morena. Mis amigos salieron de la discoteca.

¡Menudo campo de nabos! - Dijo uno de mis amigos, refiriéndose a la la proporción exagerada de hombres respecto de mujeres en la discoteca.
¿A quién le cunde un Kebab? - Preguntó otro.

A todos nos pareció una buena idea y así acabó la noche con los primeros rayos de sol inundando la ciudad. Caminaba pensativo, no podía dejar de pensar en aquella chica.

Continuará.