A un año, la conmemoración es el recuerdo.

Day 1,194, 18:45 Published in Chile Chile by RoRex
Estimados ciudadanos:

En un par de horas más se cumplirá un año exacto desde que ocurrió el terremoto. Es un dato simple, difícil de olvidar, que hemos estado viendo en la televisión… quizá uno que otro está un poco aburrido de “revivir” lo ocurrido, no está ni ahí con reportajes o documentales al respecto.

Pero lo que quiero expresar en este artículo no es una conmemoración, ni mucho menos una celebración. Pienso que la mejor forma de conmemorar este día es simplemente recordar, concentrarse quizá un minuto en lo que tu viviste, a veces pequeños detalles permiten remontarnos a ese pasado 27 de febrero… creo que lo importante es que los recuerdos y las experiencias que cada uno tuvo a partir de ese día sean capaces de hacer eco en la forma de vivir… de relacionarnos con el entorno, con las demás personas y pensar que siempre se pueden sacar muchas lecciones.

La verdad, mientras escribo esto siento un nudo en la garganta… para los que no me conocen, yo vivo en Talcahuano una de las denominadas “zona cero”, y sé que lo que viví puede ser nada comparado con lo que pasaron otras personas, que perdieron a familiares, que vieron escenas traumantes y que en lugar de rememorar, preferirían olvidar. De todas formas, me permito escribir un breve testimonio. Si lo leen, excelente, y mejor aún si quieren compartir también sus propios recuerdos en los comentarios… si no, bueno, es cosa de cada uno jeje.

Esa noche me había acostado un poco más temprano que de costumbre (tipo 2:30 am), y a la hora que todos sabemos el fuerte ruido y movimiento de la casa me despertó bruscamente. Obviamente no sabía que pasaba, ni me preocupé mucho por ello… pensaba que la casa se iba a derrumbar, pensaba en mis abuelos que dormían en la habitación de al lado, en mi mamá que no estaba en la casa y en realidad, pensaba que podría morir y me preocupaba de proteger mi cabeza en caso de que se cayera la casa… fue un momento eterno, tanto así que con dificultad me levanté de la cama y miré por la ventana: el pavimento, los cables, las casas, todo se movía en forma ondulada, la noche parecía disiparse con tonos rojizos como un atardecer, todo ello mientras el rugido de la tierra se mezclaba con el inolvidable sonido de vasos, loza y cuadros cayendo en el primer piso.


Una parte del living de mi casa…

Apenas terminó el movimiento fui a ver a mis abuelos, los tranquilicé y les dije que se abrigaran y salieran de la casa, mientras yo rápidamente me vestí y fui a revisar la casa. Cuando salí, un caos, los vecinos saliendo asustados, mucho llanto de mujeres y los niños, confusión, inseguridad y miedo. Nos preguntábamos dónde había sido el epicentro y la intensidad. Mientras, llamaba a mi madre, a mi polola, a unos tíos pero no hubo comunicación. El único alivio fue que luego pasaron los bomberos, anunciando que estuviésemos tranquilos porque no habría tsunami (!!)

Esa noche nos quedamos en el patio de la casa de un vecino, abrigados con unas mantas, escuchando la radio bio bio, y tomándo una botella de whiskey, la única botella que sobrevivió en mi casa. Las replicas no permitieron que nadie durmiera, a lo que por supuesto se sumaba que no conocíamos el paradero de muchas personas queridas. Extrañamente, en esa madrugada el amanecer se tardó mucho, demasiado… la oscuridad y la neblina era el indicio de la humedad que trajo el tsunami.


En el cerro, las familias “viviendo” en carpas

Lo que vivimos a partir de entonces nunca lo olvidaré, la verdad sería demasiado extenso como para escribirlo aquí… no teníamos agua, luz, pocos víveres, desinformados, con miles de réplicas, pero estabamos todos juntos, vivos, con miedo, pero agradecidos de estar todos bien, que no sufrimos las consecuencias del tsunami, que nuestra casa no se derrumbó. Los días siguientes el miedo a “la turba” hizo que entre los vecinos nos organizásemos, hicimos guardias en las noches por más de una semana, durante el día dormíamos algo e íbamos a ayudar a bombear agua en una puntera de un vecino… la solidaridad, la amistad y el esfuerzo también fue una experiencia inolvidable.


Los vecinos en las guardias nocturnas, alrededor de una fogata

Ha pasado un año, sentí la necesidad de expresarme en estas líneas, y publicarlo con humildad… no para celebrar un aniversario, ni conmemorar una fecha, sino que simplemente para recordar.

Un abrazo.

RoRex
Talcahuano, (casi) 27 de febrero de 2011.