A dónde nos lleva el lolgreso

Day 1,339, 10:54 Published in Spain Spain by Ron Totonia

A quien haya seguido mis opiniones a lo largo de mi evida sabrán que siempre me ha molestado que se llamase al Congreso de ese modo tan despectivo como es lolgreso, término acuñado en tiempos inmemoriables por ya no se sabe qué (habría que preguntarle a Tuput), pero que al final ha quedado marcado a fuego de forma que, en definitiva, ser congresista parece casi un descrédito por mucho que se luzcan medallitas por serlo.

Mucha culpa de todo ello sí que la tienen los todopoderosos que continuamente hacen cambios por aquí y por allá, especialmente cuando cambiaron un sistema económico pseudocomplejo (el de la v1) a uno más complejo (el de la v2) a uno simple simple, el de ahora. Debates como los de entonces sobre los impuestos siempre eran bienvenidos, porque de ahí venían los convencimientos de cada jugador sobre qué sistema económico era el mejor. Ahora, con lo que hay, poco hay que discutir: por alguna razón, lo que no consiguieron los anarco-comunistas-marxistas-leninistas-stalinistas-maoístas por la vía de la democracia, lo han conseguido por la vía admin., con lo que la razón de ser de buenos economistas y empresarios, de un lado y de otro del espectro ideológico erepublikano, desapareció con la ignominia.

Pero otra gran parte de culpa la tienen los propios congresistas, y más viendo lo que está sucediendo últimamente en el Congreso a cuenta de las ciudadanías.

Las veces que he sido Congresista nunca dejó de haber ocasión, ya sea en el área de trabajo o con propuestas legislativas concretas, donde hubiese iniciativas con la finalidad de regular la concesión de ciudadanías. Yo siempre me opuse a ello, ya que era una potestad ingame del congresista: regular de forma que el gobierno fuera quien dirigiese las concesiones de ciudadanía era entrometerse de forma peligrosa en una competencia exclusiva no ya del Congreso, sino de cada congresista de forma individual.

No quedaba más que apelar a la responsabilidad de cada congresista: se podía investigar a cada peticionario (la supresión de los shouts dificultó el trabajo), seguir las advertencias que daba el gobierno sobre tal o tal ciudadano y preguntar (por qué no) sobre cada uno al mismo gobierno o a alguien metido en el tema (entonces era Carberniqui).

Pero nada más despertarme de mi aletargamiento, me encuentro con una concesión de ciudadanías a potenciales enemigos de eEspaña, lo que nos expondrá a posibles TO's poniendo en riesgo nuestro país. Si antes existía confianza en la responsabilidad de los Congresistas a la hora de permitir la concesión libre de ciudadanías, esa confianza se ha quebrado, especialmente tras ver las excusas de algunos lolgresistas a la hora de vender (sí, vender) su concesión.

Según las palabras del lolgresista Guinovart, perteneciente al partido Union Nacionalista (siempre enemigo de eEspaña) emplean la venta de concesiones de ciudadanía a enemigos de nuestro país para pagar un préstamo que deben... es decir: para financiarse.

De ese modo: ¿Quién puede apelar a la responsabilidad de los miembros del Congreso sin sonrojarse de vergüenza ajena tras ver cómo éstos venden y exponen al peligro a su propio país por motivos de financiación partidista?

Las consecuencias de todo esto son inevitables: Ahora mismo se están debatiendo TRES propuestas legislativas acerca de la concesión de ciudadanías, todas ellas cercenando la competencia exclusiva de los congresistas para pasarlas a mano del gobierno de turno y con nombres muy esclarecedores como "Ley Marcial" o "Ley de cierre temporal de nuestras fronteras".

Esto es adonde nos lleva el Congreso cuando los congresistas no cumplen sus funciones con la responsabilidad y lealtad al país que representan: que al final se aprueban leyes eliminando limitando sus competencias exclusivas convirtiéndose al final en una pantomima en manos del gobierno de turno.

Pero esto también pasa cuando ciertos partidos presentan a ciertos jugadores que, en sus programas, prometen una Ley anti-TO pero a la vez facilita con sus acciones onerosas el TO a su propio país.