[Relato] Lo que ellas quieren

Day 1,204, 03:14 Published in Spain Spain by catlander
Dia 1204 de Erepublik a las 00.10 horas zulú.

Lana me mira chula.
Yo la miro todavía medio dormido.
Está esperando algo y me ve a mí contando los golds que me quedan en el bolsillo para elegir el tipo de entrenamiento. Ella me ve dudando y dice:
-¿Vas a tardar mucho?. Date prisa.
-Bueno, pues me pido entrenamiento a 0,19 Golds.
-¿Es qué no te acuerdas ya de qué día es hoy?
-Lo pone en la cabecera.
-No. Hoy es el día de la mujer.
-¿Y qué?
-Pues que podrías haberme hecho un regalo y dar más Golds.
-¿Por ser el día de la mujer?. Anda ya. Si tu fueras más generosa conmigo yo te daría lo que tu me pidieras.
-Pues te vas a enterar de lo generosa que soy.-dijo sacando el seguro de su rifle Q5 y apuntándome.- Vamos, las manos a la cabeza y tírate bocabajo al suelo o te permabaneo aquí mismo.
Yo obedecí de inmediato pues todavía me dolia el chocopuntazo recibido en el culo hace unos días por hacer una simple sugerencia a los admis y sabía que no se andaría con bromas. De todas maneras intenté hacer valer mis derechos como jugador:
-Hoyga. ¿Pero que forma más degradante es esta de tratar a un cliente de la casa?.-le dije sin muchas esperanzas de que recapacitase de intenciones. La verdad es que nunca quise dar ni un céntimo de euro a un juego que había osado quitarnos las alcaldías.
Me ató los pies y las manos con bridas de plástico. Luego cogió una cadena que ató al parachoques trasero de su Hummer y después me la enrolló en los pies. Ella respiró y dejó soltar una risa de satisfacción.



-Te voy a dar entrenamiento gratis, revolucionario de pacotilla.-y diciendo eso se montó en el armatoste aquel y arrancó a toda velocidad.
Yo fregaba con todo mi cuerpo el asfalto, al ser arrastrado como un saco de patatas por el suelo. Notaba que lentamente la ropa se desgastaba y pronto iba a despellejarme la piel. No sabía dónde iba ni me importaba en aquel momento, tan solo temía ser deshollado y ensangrentado a causa del rozamiento y los golpes que me producía los desniveles de la carretera. Y en un giro brusco, noté con sorpresa de que nos desviábamos hacia una playa. Allí la arena y la sal me acabaron de hacer perder el sentido ante tanto dolor en las heridas y todo el agotamiento sufrido.

Lana paró el hummer. En mi inconsciencia ella me desató, me escupió y se marchó a toda velocidad.

Pasaron unos minutos, sin saber cuántos exactamente. El vaivén continuo del oleaje y la brisa marina parecían reconfortarme lentamente, y una vez ya consciente noté el color rojo oscuro de unas heridas a duras penas cicatrizadas, que se veian entre los jirones de mis roidos pantalones. No podía articular la pierna del dolor, estaba muy hinchada. Arrastrándome como un gusano logré llegar a la orilla del mar para lavarme y quitarme esa ropa sucia y destrozada. La beatífica y pura agua del mar me reconfortó tanto que pronto me quedé dormido.

Dia 1204 de Erepublik a las 2 horas

La pierna izquierda estaba un poco menos hinchada y notaba que mis rodillas podían articularse. Plenamente despierto y abrumado por la experiencia sufrida miré a mi alrededor y de pronto vi a una hermosa muchacha desnuda que no hacía más que mirar hacia el horizonte. Parecía ensimismada. Llevaba un gorro azul claro para ocultar un hinchazon en la cabeza y empecé a recordar el relato de una mujer que se partió la crisma con una farola.



-Hola.-le dije yo con cierto tono lastimero.
Ella me miró y entonces pude ver lágrimas en sus ojos. Sin contestar, volvió a perder su mirada al mar.
-¿Tu eres Lantanique verdad?.-le dije intentando concentrar de nuevo su atención pero no lo conseguí. Parecía presa de un shock traumático con amnesia.
Hice el esfuerzo de levantarme y comprobé que no tenía nada roto. Alzándome por primera vez después de lo ocurrido cogí aquellos pantalones destrozados y me los enrollé a la cintura para estar algo presentable. Pensé que debía quedarme con ella para hacerle compañía, me senté a su lado sin evitar mirar su hermoso cuerpo; ella, en cambio, seguía invariablemente absorta en sus lejanos pensamientos.
-Bueno. Tengo que marcharme a trabajar, sino no subiré de puntos de experiencia. Espero que estés mejor que yo.-dije lacónicamente para despedirme.
Ella de pronto me besó. Se levantó y se marchó primero.
-Oh sí, sí señor... feliz día de la mujer.-mascullé a solas.

Ace Of Base - All That She Wants